?Debe la bandera mexicana ondear en las protestas contra Trump?
Una nueva generaci¨®n de activistas debate en las redes sobre si la presencia del s¨ªmbolo beneficia o no en la lucha contra las medidas del republicano
![Un par de manifestantes ondean sus banderas en una protesta en Los ?ngeles, California, el pasado 3 de febrero.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/QD4ABJ7247O4PBOLDGAHQOJZ7M.jpg?auth=d5c5342642a66ee6c4ed14bafcb6f25c904cd67dcb3e563b57ea9172bf60a4fe&width=414)
![Luis Pablo Beauregard](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F273f5673-f634-43a9-8523-6296c05837ed.png?auth=6318f21bfa8ff2799e63ca7eca10c5515743f0f2f9839c0c05ec1395abf87826&width=100&height=100&smart=true)
Cuarto d¨ªa consecutivo de protestas en Estados Unidos. Cientos de personas han marchado este mi¨¦rcoles en las calles de Phoenix, Denver, Washington D.C. y Los ?ngeles, entre otras ciudades, en repudio a las pol¨ªticas de Donald Trump. Entre las pancartas contra el republicano y las consignas que se gritan, hay una presencia invariable en las manifestaciones: la bandera de M¨¦xico. Ondeando en varias de las principales ciudades del pa¨ªs, la insignia ha recuperado un viejo debate en los nuevos tiempos de miedo y xenofobia promovidos por la Casa Blanca. ?Es esta ben¨¦fica o contraproducente para quienes se manifiestan contra el trumpismo?
Los principales ataques han llegado de la prensa aliada de Trump. ¡°La polic¨ªa de Los ?ngeles entrega las calles a los manifestantes con banderas mexicanas¡±, dec¨ªa Breitbart esta semana en una historia en la que mostraba su decepci¨®n ante la pasividad de las autoridades locales ante las protestas.
Otro medio radical, The Washington Examiner, calific¨® las marchas de ¡°proinmigraci¨®n ilegal¡±. ¡°Evidentemente, la mejor forma que se les ha ocurrido para convencer a la gente de que los inmigrantes ilegales deben ser estadounidenses porque hacen mejor este pa¨ªs es ondear una bandera de una naci¨®n extranjera que est¨¢ exportando fentanilo y narcotraficantes a trav¨¦s de la frontera¡±, se?alaba uno de sus analistas.
El columnista, Zachary Faria, obviaba el hecho de que muchos de los manifestantes que est¨¢n saliendo a las calles son ciudadanos estadounidenses. Las convocatorias a las marchas, difundidas y viralizadas en las redes sociales, piden a los sin papeles quedarse en casa para no exponerse a ser detenidos en una redada masiva. Las protestas tienen nutridos grupos de inmigrantes de segunda o tercera generaci¨®n.
No solo la derecha radical ha subrayado la presencia de las banderas. ¡°?En serio crees que ondeando miles de banderas de M¨¦xico, Honduras, Guatemala, El Salvador o Venezuela en medio de ciudades de Estados Unidos va a cambiar la opini¨®n p¨²blica a favor de nuestra gente?¡°, preguntaba recientemente el influencer Carlos Eduardo Espina a sus 12 millones de seguidores en TikTok. ¡±Va a generar opini¨®n negativa. La persona promedio en este pa¨ªs va a pensar qu¨¦ carajos est¨¢ pasando", asegur¨® en un video con m¨¢s de 100.000 likes y 13.000 comentarios.
Los dichos de Espina, un activista por los derechos de los inmigrantes radicado en Texas, impulsaron una discusi¨®n. ¡°La gente ha salido con sus banderas es porque sienten que su cultura ha sido atacada... Estos j¨®venes, hijos de padres mexicanos, est¨¢n respondiendo porque Trump y la supremac¨ªa blanca los quiere deportar, quiere eliminar esas culturas de este pa¨ªs¡±, respondi¨® Danny D¨ªaz, un mexicoamericano que vive en la frontera de Texas con M¨¦xico.
![Manifestantes caminan en una de las autopistas de Los ?ngeles, el domingo 2 de febrero.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YIG63356TWTLSXVAO76SW7UFTA.jpg?auth=7cd2039904b85f8ac28d0c88dde1cbfdbe2a31b948bc19043c2c98e5144b9307&width=414)
Al menos en el sur de Estados Unidos, la bandera mexicana guarda un simbolismo hist¨®rico. David Correia, un profesor de Estudios Americanos de la Universidad de Nuevo M¨¦xico, la considera un s¨ªmbolo de resistencia desde finales del siglo XIX. En 1848, M¨¦xico perdi¨® una tercera parte de su territorio en la guerra contra Estados Unidos. El tratado resultante del conflicto, el Guadalupe Hidalgo, contemplaba que los mexicanos de Nuevo M¨¦xico, Arizona y California ser¨ªan reconocidos como ciudadanos estadounidenses. La promesa no fue cumplida. Muchos fueron v¨ªctimas de expropiaciones ilegales de tierra y de discriminaci¨®n.
Los grupos de nuevos activistas, m¨¢s j¨®venes, se han enfrentado al mismo dilema que defensores de derechos humanos tuvieron por d¨¦cadas, el uso de la bandera en un clima cultural antiinmigrante y antimexicano. Con 37, 2 millones, los mexicanos son el grupo m¨¢s grande entre los hispanos que radican en Estados Unidos. Tan solo en el condado de Los ?ngeles viven unos 3,2 millones de mexicoamericanos.
Uno de estos, Fernando Ayala, originario del Estado de Michoac¨¢n, vend¨ªa este mi¨¦rcoles banderas frente al Ayuntamiento de Los ?ngeles, la zona que se ha convertido en el epicentro de las protestas contra Trump en la ciudad californiana. ¡°Todos somos seres humanos y necesitamos igualdad y respeto¡±, asegur¨® el vendedor callejero, quien dejaba sus banderas a mitad de precio a los estudiantes. Ped¨ªa por ellas entre 5 y 40 d¨®lares, dependiendo el tama?o. Otro vendedor, Cristian, guatemalteco, ofrec¨ªa su bandera m¨¢s grande hasta en los 100 d¨®lares. En su carrito llevaba insignias de Guatemala, El Salvador y Estados Unidos.
Orgullo por la identidad
El diplom¨¢tico Carlos Gonz¨¢lez Guti¨¦rrez, el c¨®nsul de M¨¦xico en Los ?ngeles, cree que es un error abordar el problema en si los manifestantes muestran alianza o no a Estados Unidos con el uso de otras banderas. ¡°Es un s¨ªmbolo de la cultura que les da identidad y de las ra¨ªces de donde provienen, pero ellos son, en lo fundamental, ciudadanos estadounidenses que han vivido toda su vida en este pa¨ªs y que no tienen ninguna necesidad de irse nunca de su pa¨ªs. Cargan con esas banderas por hacer expl¨ªcito el orgullo por su identidad¡±, se?ala.
Las banderas mexicanas tambi¨¦n ondearon a manera de protesta en la primera presidencia de Trump. Pero hay que remontarse a 1994 para encontrar otro momento de gran peso pol¨ªtico. El 16 de octubre, miles de personas sacaron la insignia tricolor a las calles de Los ?ngeles para repudiar la Proposici¨®n 187, promovida por el gobernador Pete Wilson. Esta negaba a los indocumentados y a sus hijos el acceso a los servicios p¨²blicos de salud y educaci¨®n, entre otros muy importantes, como las licencias para conducir. La medida fue aprobada en las urnas por los californianos, pero fue derribada por los tribunales.
D¨¦cadas despu¨¦s, aquella serie de movilizaciones son consideradas el despertar pol¨ªtico de los latinos en California. Los ?ngeles es hoy, junto a otras muchas ciudades, un oasis en la protecci¨®n a los indocumentados. Pero su pasado de persecuci¨®n a las minor¨ªas es largo.
Durante la Segunda Guerra Mundial, las juventudes latinas que vest¨ªan los llamados trajes zoot, ropas holgadas tomadas de las comunidades negras, eran mal vistas por los blancos. Para ellos, vestir as¨ª era un exceso y un s¨ªmbolo antipatri¨®tico. Las tensiones entre los grupos hispanos, conocidos como pachucos, y los angelinos blancos, especialmente quienes hac¨ªan su servicio militar, hizo ebullici¨®n en el verano de 1943.
Se registraron entonces varios ataques a j¨®venes chicanos, quienes eran golpeados e insultados por sus ropas. La polic¨ªa toleraba muchas de estas golpizas. Cuando interven¨ªa, era para detener a las v¨ªctimas. Al episodio se le conoce en la historia local como los disturbios de los Zoot Suits. Ochenta a?os m¨¢s tarde, la ropa ya no provoca pol¨¦mica. Las banderas s¨ª.
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