Alfred Heineken, secuestrado
Due?o de una de las f¨¢bricas de cerveza m¨¢s importantes del mundo, su abuelo le coloc¨® de botones en la empresa por ser mal estudiante
"Alfred Heineken es un hombre como todo el mundo, s¨®lo que tiene m¨¢s dinero", dice el presidente de la compa?¨ªa a¨¦rea KLM, su amigo de infancia. Afortunada mente para las preocupaciones de su familia, tiene una robusta constituci¨®n f¨ªsica y goza de buena salud. Otro conocido afirma que este hombre de 60 a?os "se parece m¨¢s a un asalariado que ha adelgazado mal y que es algo maleducado que al patr¨®n de 25.000 empleados".El caso es que, bajo su mandato, la empresa familiar se ha desarrollado sobremanera, convirti¨¦ndose en la cuarta cervecera del mundo. Y eso que su abuelo no cre¨ªa en ¨¦l. Le consideraba mediocre en sus estudios escolares, por lo que, irritado, le hizo entrar a trabajar en la entonces m¨¢s peque?a f¨¢brica como botones. As¨ª, en 1942, a los 18 a?os, Alfred Heineken comenzar¨ªa a escalar su carrera empresarial, pasando por toda una variedad de cargos en la empresa y llegando a tomar las riendas de ¨¦sta siete a?os despu¨¦s.
Ocupa la presidencia desde hace 20 a?os, sin ning¨²n problema financiero. Todo lo contrario, pues el genio de este hombre ha estado en ampliar sus horizontes, con el mercado europeo bien asegurado, y salir a la conquista de otros mundos, al comercializar la cerveza Heineken primero en Norteam¨¦rica (cuatro millones de hect¨®litros en la actualidad) y luego en Asia (2,5 millones de hect¨®litros) y en Africa (seis millones de hect¨®litros). En total, 27 millones de hect¨®litros salen de estas f¨¢bricas, con una imagen de marca conocida por todos los aficionados. En 1982 se obtuvieron 50 millones de d¨®lares de beneficios, de un total de ventas de 1.400 millones de d¨®lares.
Banco y petr¨®leo
La empresa ha prosperado en los ¨²ltimos a?os. La cerveza representa cuatro quintas partes de su actividad. El resto est¨¢ concentrado en otros tipos de bebidas alcoh¨®licas o zumos de frutas. De hecho, el grupo acababa de adquirir una destiler¨ªa de whisky escoc¨¦s. La actividad del industrial secuestrado no termina ah¨ª. Alfred Heineken es adem¨¢s director-supervisor del Algemene Bank Nederland -el mayor banco holand¨¦s-, del grupo Thyssen-Bornemisza y de la filial holandesa de la empresa petrol¨ªfera British Petroleum.Casado con la rica norteamericana Lucille Cunnings, Heineken tiene una hija, Charl¨¦ne, de 29 a?os, que se despos¨® recientemente con un banquero brit¨¢nico, Michael de Carvalho, en una ceremonia muy privada y secreta, pues el industrial tem¨ªa la posibilidad de un secuestro.
Vive en Noordwijk, cerca del mar del Norte, a una treintena de kil¨®metros de Amsterdam. All¨ª cuenta con medidas electr¨®nicas de protecci¨®n. Pero la empresa no tom¨® ninguna especial contra un posible secuestro, salvo el no seguir siempre los mismos trayectos en sus desplazamientos y otras leves precauciones. Le hab¨ªan preocupado los secuestros del industrial holand¨¦s Maup Caransa, en 1977, y, en diciembre de 1982, de Antonia van der Valk, esposa de un magnate de la hosteler¨ªa, rescates por los cuales se pagaron, respectivamente, 3,5 millones y 4 millones de d¨®lares.
Amigos entre los miembros de la realeza
Alfred Heineken no es un animal pol¨ªtico, pero s¨ª amigo ¨ªntimo de la familia real holandesa y escuchado por ella. El pr¨ªncipe Bernardo, padre de la reina Beatriz de Holanda, se declar¨® chocado al enterarse del secuestro, ocurrido justamente cuando sal¨ªa de una recepci¨®n que hab¨ªa ofrecido a la polic¨ªa y en la que estaba presente el ministro de Justicia por haber resuelto un caso de chantaje contra la empresa. Precisamente Heineken hab¨ªa dado instrucciones a sus allegados para que en caso de secuestro no se pagase ning¨²n rescate, aunque ahora la Prensa belga se?ala que la empresa, una vez consumado el temido hecho, se muestra dispuesta a la negociaci¨®n. Entre las versiones que se han dado de los hechos se indica que el empresario se podr¨ªa encontrar herido, ya que parece que en la furgoneta en que fue trasladado han aparecido algunas manchas de sangre.El industrial es m¨¢s conocido en lugares como Saint-Tropez y M¨®naco que entre los medios puramente cerveceros. Mantiene estrechas relaciones con Raniero de M¨®naco y su principesca familia. Es precisamente en la capital monegasca, en Montecarlo, donde Alfred Heineken tiene anclado su yate Something Cool (Algo Fresco, como su ligera cerveza).
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