El libertinaje
Ahora lo que quieren, hombre, a ver, si es que es necesario, es integrar la Mesa Liberal as¨ª llamada, pero son tan liberales que ninguno respeta el liberalismo del otro. En Espa?a hay un liberal de cuerpo entero, que es La¨ªn Entralgo. Estos otros, o sea Chueca, Schwartz y Font¨¢n, practican el liberalismo como el concurso de golf de Johnny Walker, que estos d¨ªas anda por ah¨ª, lo cual que no encuentro tiempo para ir, oyes. Los miembros de la Mesa Liberal, a ver si me lo explico, quieren integrarse en Coalici¨®n Popular, lo que pasa es que no se aclaran entre ellos. La movida liberal es uno de los sex/ living m¨¢s graciosos que nos ha tra¨ªdo la democracia. Hay quien dice que la mesa la tiene que presidir Antonio Font¨¢n. Como es o fue del Opus Dei, rama Calvo Serer, pico de artilleros diario Madrid (ahora en imposible resurrecci¨®n), a m¨ª me parece lo m¨¢s propio, o sea, no s¨®lo que Font¨¢n presida la mesa, sino que la bendiga a sus horas. Pero Uni¨®n Liberal -qu¨¦ jaleo- querr¨ªa ser el elemento cristalizador de todos los liberales, bajo la mirada de Chueca Goitia. Y as¨ª andan enredando. Mientras se aclara el caso, voy a la embajada USA -uno es que tiene que estar en todo- y saludo a los se?ores Enders, nuevos en esta Villa, aunque hay amigo m¨ªo, de la jet / set, a quien hago, siempre el nudo de la corbata, porque no sabe, que me confiesa haber conocido a la se?ora Enders hace treinta a?os, o sea cuando era simplemente Gaetana. Las italianas son las italianas. Se trata de inaugurar una exposici¨®n de pintura yanqui actual. Jack Bush, Noland, mucho Olitski, Steiner, Andy Warhol y, sobre todo, Motherwell.
De MotherweIl ya nos trajo la March una importante muestra. Estos no es que sean unos pintores liberales, sino que son libres. Les he visto formarse y trabajar en la Bowery de Nueva York, en sus inmensos estudios, casas desalquiladas, mientras los borrachos, abajo, hac¨ªan hogueras con sus abrigos para pasarse la noche bebiendo en una intemperie bajo cero. Pero aquello que se concibe en habitaciones "que r¨ªen como una muchacha" (Dylan Thomas), acaba siendo decoro de Embajada y ocasi¨®n de copa. La libertad salvaje acaba domesticada por el liberalismo. Liberalismo, aqu¨ª y ahora, no es sino el arte de domesticar la libertad. En la Embajada USA, Marisa Borb¨®n, que es la m¨¢s guapa del mundo, Alberto Portera, Ioanna, Dina Cosson, Quijano, Elvira Mignoni, Vallejo N¨¢gera y mucha gente. Lo mismo que los pintores yanquis, o inmigrados, comienzan siendo flores del mal in la Bowery y acaban en fina flor de Embajada, los liberales asilvestrados espa?oles terminan en una Mesa Liberal, bebiendo del agua de mesa que les pone Luis Miguel Enciso. A Font¨¢n, el hombre, parece que no lo quiere nadie, mientras que Schwartz, que es quien lleva el rollo, acepta a Chueca Goitia como icono con barba. De pronto, a Font¨¢n le sali¨® el subconsciente colectivo, el "acontecimiento interior", que dir¨ªa Jung: "Estamos obligados a hacer una gran coalici¨®n como hizo el PSOE". Ya est¨¢, co?a, ya tenemos el contenido manifiesto: no sue?an otra cosa que ser un gran partido. Tambi¨¦n dice Font¨¢n que AP ha archivado en el ba¨²l de los recuerdos los revisionismos constitucionales, que deben de ser unos papeles aburrid¨ªsimos. Con los papeles estos en el ba¨²l y Fraga en el armario, el liberalconservatismo se queda aburrido como una tienda de muebles de la calle del Barco, zona alta.
Pero en esto que, cuando ya estaban todos servidos de t¨®nica Schweppes/Schwartz, coge, pilla, agarra y llega Ignacio Camu?as con su PAL, que parece un color¨ªn de TVE. Nuestros j¨®venes liberajes, ya digo, no son sino los domesticadores de la libertad. Sin salirse de su ¨¢rea, Embajada/USA, que le echen una mirada a Motherwell. Eso est¨¢ pintado en el delirante libertinaje de la Bowery. Y aqu¨ª lo que falta es libertinaje.
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