Mueren siete personas en Lisboa a causa de lluvias torrenciales e inundaciones
Fl fuerte temporal acompa?ado de lluvias torrenciales que se abati¨® durante la madrugada del domingo sobre la regi¨®n de lisboa provoc¨® inundaciones catastr¨®ficas en la capital portuguesa. Al final de la tarde de ayer el balance oficial (provisional) era de siete muertos miles de personas que se han quedado sin casa y da?os materiales valorados en varios centenares de millones de pesetas.
La situaci¨®n puede agravarse en las pr¨®ximas horas, ya que sigue lloviendo y los servicios meteorol¨®gicos prev¨¦n la continuaci¨®n del mal tiempo hasta la madrugada del lunes.Las v¨ªctimas mortales fueron sorprendidas durante el sue?o por la riada. Toda la periferia norte de Lisboa se encuentra sumergida y el agua alcanza un metro de altura en las zonas bajas. Todas las comunicaciones terrestres entre la capital y el norte del pa¨ªs est¨¢n cortadas. Puentes, carreteras, v¨ªas f¨¦rreas y numerosos coches particulares fueron arrastrados por la corriente. En noviembre de 1967 inundaciones semejantes hab¨ªan provocado 300 muertos en la regi¨®n de Lisboa.
Las precipitaciones que se han producido este a?o son inferiores a la mitad de las que cayeron hace 16 a?os, y los servicios de protecci¨®n civil estaban alertados del peligro de inundaci¨®n hace ya una semana. Estas dos circunstancias hacen inexplicable la tragedia que se registra en Lisboa y que oblig¨® al Gobierno portugu¨¦s a decretar el estado de cat¨¢strofe.
En Cascais, playa situada al norte de Lisboa, donde se re gistraron tres muertos, las aguas alcanzaron dos metros de altura, debido al efecto conjugado del temporal y de la ruptura del principal colector de aguas de la ciudad.
En las zonas que est¨¢n junto al estuario del Tajo, desde Santarem, a 80 kil¨®metros de. Lisboa, varias localidades se encuentran aisladas y helic¨®pteros militares procuran evacuar a los habitantes.
El primer ministro, Mario Soares, que presidi¨® un Consejo de Ministros extraordinario y visit¨® personalmente los barrios inundados de la capital, declar¨® que la tragedia es consecuencia directa de las condiciones lamentables de alojamiento de buena parte de los habitantes de Lisboa.
El cintur¨®n de chabolas que rodea la capital portuguesa, donde viven decenas de miles de personas, ha sido el m¨¢s afectado.
Miles de familias que construyeron casas y chabolas en el lecho de los peque?os r¨ªos de la zona costera han perdido todos sus bienes. Estas construcciones clandestinas impidieron que las aguas corrieran normalmente hacia el mar, contribuyendo a agravar la situaci¨®n.
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