El Reino Unido, decidido a mantener su base en Gibraltar aun en el caso de que Espa?a permaneciera en la OTAN

El contencioso hispano-brit¨¢nico sobre Gibraltar puede empezar a resolverse si Espa?a permanece en la OTAN, pero a¨²n as¨ª, la Alianza no proporcionar¨ªa la soluci¨®n, y se estima, que si el mando de Ia OTAN en el Pe?¨®n pasara a depender de autoridades militares espa?olas, la base seguir¨¢ siendo brit¨¢nica. La OTAN tiene planes para bloquear el Estrecho en caso de conflicto b¨¦lico y cree que Espa?a no est¨¢ actualmente en condiciones de garantizar ese objetivo.

En el frente de la CEE, Madrid lo tiene m¨¢s dif¨ªcil. Londres va a exigir una declaraci¨®n oficial de Madrid sobre la apertura completa de la verja, no ya antes del ingreso en la Comunidad, sino antes de que el Reino Unido acepte cerrar uno de los cap¨ªtulos pendientes: el de relaciones comerciales. Por otra parte, en medios de la comisi¨®n europea se desestiman las pretensiones espa?olas de seguir manteniendo restricciones contra la Roca tras la adhesi¨®n."Gibraltar", seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas, "es un obst¨¢culo para nuestra contribuci¨®n militar en la OTAN; pero, a la vez, la integraci¨®n en la OTAN abrir¨¢ un camino para una soluci¨®n, aunque no la soluci¨®n en s¨ª. ?sta tendr¨¢ que venir de Londres, y no de la OTAN, que no puede resolverlo". El caso es que muchos pa¨ªses recuerdan que una Espa?a fuera de la OTAN no recobrar¨¢ nunca la base de Gibraltar.

En la delegaci¨®n espa?ola en la OTAN se piensa que, "primero, el mando de la OTAN en Gibraltar (un submando de hecho denominado GIBMED) tendr¨ªa que pasar a Espa?a de alguna manera; hay varias f¨®rmulas. Segundo: Espa?a tiene que tener responsabilidades en el control del Estrecho, y habr¨ªa que estudiar el papel que haya que asignar al Reino Unido en este contexto".

En las conversaciones preliminares hispano-atl¨¢nticas del oto?o pasado -antes de que el nuevo Gobierno socialista congelara la integraci¨®n militar espa?ola en la OTAN- se abord¨® la cuesti¨®n de los mandos. Es en la zona de Gibraltar donde ocurre el traspaso de las competencias entre los dos grandes mandos, Saclant,- el atl¨¢ntico, y Saceur, el europeo. De Saclant depende Iberlant, zona que abarca hasta aproximadamente la altura de la frontera sur hispano-lusa. La zona del Estrecho es una zona de "inter¨¦s com¨²n" entre Saclant y Saceur.

El mando es secundario

Pero lo de menos es el mando de la OTAN en Gibraltar, pues lo importante es la base. La diferenciaci¨®n, aunque es crucial, tiende a olvidarse, del mismo modo que hay que hacer una distinci¨®n entre esta base y la defensa del Estrecho. Las citadas conversaciones versaron, entre otras cosas, sobre el mando de la OTAN, en Gibraltar, pero no sobre la base. El mando es de peque?a importancia y es principalmente un centro de comunicaciones y coordinaci¨®n, especialmente cuando hay maniobras.El Reino Unido est¨¢ en principio de acuerdo en que este mando de la OTAN en Gibraltar sea entregado a Espa?a de alguna manera, directa o indirecta. De hecho, Londres se anticip¨® astutamente a Espa?a en esto cuando las conversaciones. Fuentes pr¨®ximas a la delegaci¨®n brit¨¢nica en la OTAN no consideran un problema el que este mando quede subordinado a un mando mayor en Barcelona. Pero para ello pide una frontera abierta, pues de otro modo lo consideran "absurdo".Pero la base seguir¨¢ siendo brit¨¢nica, se estima en medios atl¨¢nticos. Esta base aeronaval tiene una importancia discutida en la OTAN con el aumento num¨¦rico y cualitativo de la flota sovi¨¦tica en el Mediterr¨¢neo, donde se encuentran todos sus portaviones. Por el Estrecho pasan m¨¢s de 100 buques diarios, y es a trav¨¦s de ¨¦l por donde pasar¨ªan en tiempo de tensi¨®n o guerra los refuerzos para la regi¨®n sur de la OTAN, seg¨²n recuerda el vicealmirante Louis Williams, comandante en jefe adjunto del ¨¢rea ib¨¦rica atl¨¢ntica (Iberlant, que tiene su cuartel general cerca de Lisboa), en el ¨²ltimo n¨²mero de la revista especializada Sixteen Nations.

Los de la OTAN, asegura una fuente atl¨¢ntica, competen a Saclant y a Saceur, que en caso de guerra podr¨ªan tener inter¨¦s en cerrar el Estrecho, min¨¢ndolo, para evitar el paso de submarinos o buques de superficie enemigos. Al parecer, las autoridades espa?olas desconocen el contenido exacto de esos planes. Lewis, por su parte, s¨®lo se?ala la amenaza al Estrecho por el Pacto de Varsovia por medio de minas lanzadas desde submarinos, o incluso desde buques mercantes.

Las fuentes consultadas no dejan lugar a dudas: el Pe?¨®n ha de estar en manos aliadas, y la defensa del Estrecho, en la medida de lo posible. Algunas fuentes en la OTAN piensan que Espada no estar¨¢ en condiciones t¨¦cnicas de asegurar de verdad la defensa del Estrecho hasta dentro de 20 a?os.

La importancia del Pe?¨®n y su zona reside en la guerra antisubmarina, donde juegan un papel crucial las cargas nucleares de profundidad. En este contexto, un capit¨¢n holand¨¦s hab¨ªa se?alado que "la guerra nuclear comenzar¨¢ en el mar". El propio representante permanente espa?ol en la OTAN, Jaime Ojeda, ha afirmado recientemente que "no sabemos si hay armas nucleares en Gibraltar, pues trat¨¢ndose de armas nacionales, el Reino Unido no facilita informaci¨®n sobre el tema". Espa?a no ha planteado en la OTAN el tema de las armas nucleares que pueda haber en la base de Gibraltar.

Una cuesti¨®n 'bilateral'

Los brit¨¢nicos no son favorables a multilateralizar la cuesti¨®n del Pe?¨®n en la OTAN, pues colocar¨ªa a la Alianza como juez, y al Reino Unido como parte. Pero si en principio es una cuesti¨®n bilateral entre Madrid y Londres, podr¨ªa tambi¨¦n ser una cuesti¨®n del campo de la Defensa, y, como tal, debe estar coordinada por la OTAN. Lo que, entre otras cosas, de cara al futuro puede significar engranar la presencia brit¨¢nica en el Pe?¨®n con el control espa?ol del Estrecho. El Gobierno de Madrid tendr¨¢ que decidir hasta qu¨¦ punto y hasta d¨®nde puede llegar esta coordinaci¨®n, sin crear un reconocimiento t¨¢cito de la soberan¨ªa brit¨¢nica. Este es un punto importante del famoso estudio sobre las necesidades de la defensa espa?ola, emprendido por el Gobierno de cara a una decisi¨®n sobre la OTAN."Parece incre¨ªble" ha escrito el ministro de Asuntos Exteriores espa?ol, Fernando Mor¨¢n, en el ¨²ltimo n¨²mero de la revista Sixteen Nations, "que un pa¨ªs deba padecer la colonia de una naci¨®n aliada sobre su propio suelo, con una base militar, adem¨¢s, que si Espa?a se adhiriese a la estructura militar de la OTAN podr¨ªa caer bajo el mando indirecto de un oficial de ese mismo pa¨ªs".

Hasta el momento, Espa?a, a¨²n si le interesara, no ha encontrado apoyo en la OTAN para plantear este problema del Pe?¨®n. Podr¨ªa ser uno de los precios que pidiera para su plena integraci¨®n, pero aun as¨ª es dudosa la actitud de los brit¨¢nicos, que se negar¨¢n a plantear esta cuesti¨®n, para ellos bilateral, como cuesti¨®n de ingreso. Claro que en la CEE es otra cosa.