La obra pujante y visual de Silvestre Revueltas

Vino a dirigir la Orquesta Sinf¨®nica de RTVE el mexicano Luis Herrera de la Fuente, que comenz¨® su carrera en 1945 junto al grupo Nuestra M¨²sica, en el que formaban, con los mexicanos, los exiliados espa?oles Adolfo Salazar, Rodolfa Halffter y Jes¨²s Bal y Gay. Herrera desarrolla una normal carrera internacional, y su visita a Espa?a parece l¨®gica, m¨¢s a¨²n si nos trae algunos pentagramas de su pa¨ªs.En este caso se trat¨® de las danzas de La noche de los mayas, procedentes de la pel¨ªcula de Chano Urreta, con c¨¢mara de Gabriel Figueroa, rodada en 1939, es decir, un a?o antes de la muerte de Revueltas. Personalidad atractiva donde las haya, fue cantada por Pablo Neruda y evocada por Rafael Alberti.

El mismo Silvestre Revueltas -que compuso canciones y in¨²sica instrumental sobre Federico Garc¨ªa Lorca- se autodefine cuando dice: "Mis ritmos son pujantes, din¨¢micos, t¨¢ctiles, visuales; pienso en im¨¢genes que son acordes en l¨ªneas mel¨®dicas y se mueven din¨¢micamente".

Lo que convendr¨ªa para las danzas escuchadas ahora, tocadas quiz¨¢ de ese cierto superficialismo tan generalizado en los trabajos cinematogr¨¢ficos.

Herrera de la Fuente y los radiotelevisivos, con buen cortejo de percusiones, hicieron una versi¨®n directa y convincente de este nacionalismo particularizado que cultiv¨®, a trav¨¦s de sus diversas etapas creadoras, Silvestre Revueltas.

Ten¨ªa inter¨¦s escuchar de nuevo a Rafael Orozco, el pianista que representa la actitud de toda su generaci¨®n. Protagoniz¨® el Concierto de Schumann, p¨¢gina que, m¨¢s que otras, permite interpretaciones bastante diversas, seg¨²n se parta de un concepto de fantas¨ªa, de unas posibilidades virtuosistas y estructurales de gran rigor, o de una suerte de enso?aci¨®n que aquilata los matices, enlentece los tiempos y suaviza tambi¨¦n el orden r¨ªtmico.

En la memoria de todos est¨¢n ejemplos inclinados hacia una u otra manera. La de Rafael Orozco posee, en principio, una virtud: su car¨¢cter de s¨ªntesis. Las diversas posibilidades son asumidas e integradas en un total de enorme pujanza, firme construcci¨®n y poes¨ªa sin desm¨¢n.

Como la t¨¦cnica es formidable, el maduro pensamiento de nuestro pianista se realiza en su entera plenitud hasta conseguir una versi¨®n preciosa y, a¨²n m¨¢s, avasalladora, irresistible.

La colaboraci¨®n del maestro Herrera y los profesores de la RTVE fue correcta, y el ¨¦xito de todos, muy grande. Se redondear¨ªa con la interpretaci¨®n de la Quinta sinfon¨ªa de Chaikovski.