El fil¨®sofo Bobbio, preocupado por "el destino incierto de la Tierra"

Norberto Bobbio, catedr¨¢tico de Filosof¨ªa de la Pol¨ªtica de la Universidad de Tur¨ªn, dirigi¨® el pasado viernes el coloquio entre expertos italianos y espa?oles que se est¨¢ celebrando estos d¨ªas en Madrid sobre los modelos hist¨®ricos y pol¨ªticos de ambos pa¨ªses, tras declinar hacer comentarios sobre la democracia espa?ola, confes¨¦ a este diario su preocupaci¨®n de ¨¦ste momento: "el destino incierto de la Tierra". Fiobbio ma?ana pronunciar¨¢ en el Congreso de los Diputados, invitado por su colega Gregorio Peces-Barba, una conferencia sobre Porvenir de la democracia.Pregunta. ?Por qu¨¦ ese temor?

Respuesta. Por la desproporci¨®n entre el cambio cualitativo que se ha producido en la fabricaci¨®n de armas, cada vez m¨¢s mort¨ªferas, y el tipo de relaciones entre las dos grandes potencias, aut¨¦nticos gigantes ciegos. La primera vez que me ocup¨¦ de ¨¦sta cuesti¨®n, en 1966, dije que era necesario formar una conciencia at¨®mica, que hoy existe. De la etapa en que se utilizaba el temor como instrumento de la pol¨ªtica, mientras subsist¨ªa una inconsciencia social hacia el problema, se ha pasado, desde hace pocos a?os, al temor general a una posible guerra nuclear.

P. ?Y no hay soluciones?.

R. No veo soluci¨®n, porque las relaciones entre las grandes potencias est¨¢n basadas sobre la falta de confianza mutua. As¨ª no pueden llegar a ning¨²n resultado positivo. La prueba es que cada vez que se rompe el equilibrio del terror, el desequilibrio alcanza progresivamente un nivel m¨¢s alto.

P. Entonces, profesor, ?cu¨¢ntos meses nos quedan... ?.

R. No soy profeta ni astr¨®logo, pero estoy preocupado porque si las dos partes no se ponen de acuerdo, se necesitar¨ªa una tercera, sin la cual las posibilidades de paz son mucho m¨¢s dif¨ªciles. Esa tercera parte podr¨ªa haber sido una Europa unida e independiente, no dividida en una Europa oriental totalmente sometida a la URSS y una Europa occidental bajo la hegemon¨ªa de EEUU que, con la instalaci¨®n de los misiles, demuestra haber elegido a una de las dos partes.

P. ?Pueden jugar los movimientos pacifistas ese papel de tercero?

R. Quieren serlo, pero, al menos en ltalia, no son del todo neutrales. Son no s¨®lo, pero sobre todo, antiamericanos. Es precisa una super parte, un tercero que est¨¦ por encima de las dos partes. Hoy, de todos los posibles terceros -el Papa, el Tercer Mundo, Ia ONU-, ninguno est¨¢ en condiciones de constituirse en ¨¢rbitro por encima de las partes. En resumen, utilizando el t¨ªtulo de un reciente libro, "el destino de la Tierra es incierto".