Rosa Sabater, una pianista fiel a sus or¨ªgenes barceloneses

Se hace dif¨ªcil escribir un comentario sobre Rosa Sabater cuando de golpe llega la noticia de su posible muerte en el accidente de aviaci¨®n ocurrido cerca de Barajas.Quiz¨¢s porque Rosa Sabater era indiscutiblemente una de nuestras mejores pianistas, porque ahora, desde que desarrollaba su labor pedag¨®gica en Friburgo (Alemania) su arte hab¨ªa ganado en profundidad humana y se hab¨ªa situado entre los valores m¨¢s prestigiosos del pianismo universal, nuestra tristeza es m¨¢s sentida porque tambi¨¦n Rosa Sabater en sus interpretaciones exalt¨® la belleza de la m¨²sica y su esp¨ªritu m¨¢gico en las obras de Mompou, Mozart, Granados, Montsalvatge, Brahms, etc¨¦tera. Barcelona, que la aplaudi¨® el pasado biete de octubre en una brillante versi¨®n del tercer concierto para piano de Beethoven, ignorando que era ya la.¨²ltima vez que la escuchaba, vivir¨¢ ahora momentos de tristeza y desolaci¨®n. Porque Rosa Sabater fue incuestionablemente una de nuestras pianistas que, nacida en el seno de una familia de m¨²sicos -su padre fue director de orquesta- se form¨® en la escuela del maestro Frank Marshall -disc¨ªpulo de Granados- y en su carrera de concertista, desarrollada en todo el mundo, nunca dej¨® de recalar con cierta frecuencia en nuestras salas de concierto.