Las refiner¨ªas consideran muy elevada la valoraci¨®n hecha por Hacienda de los activos del monopolio de petr¨®leos
Las refiner¨ªas espa?olas consideran que la valoraci¨®n hecha por una comisi¨®n del Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda de los activos del monopolio de petr¨®leos -es decir, la red primaria de distribuci¨®n y transporte- es muy elevada y debe ser revisada a la baja seg¨²n otros m¨¦todos contables m¨¢s realistas. Por otro lado, la Compa?¨ªa Arrendataria del Monopolio de Petr¨®leos (Campsa) ha encargado a la sociedad auditora Arthur Andersen una valoraci¨®n sobre los activos propios de la compa?¨ªa -aqu¨¦llos no englobados dentro del monopolio-, con el fin de proceder a la denominada segunda fase en la reordenaci¨®n del sector de hidrocarburos, que consistir¨¢ en la venta de una parte del inmovilizado de la sociedad a las seis refiner¨ªas espa?olas.
La valoraci¨®n de los activos fijos del monopolio, propiedad del Patrimonio del Estado, qued¨® configurada hace unas dos semanas, pr¨¢cticamente coincidiendo con la terminaci¨®n de la oferta p¨²blica de adquisici¨®n de acciones (OPA) que realiz¨® el Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH) sobre las acciones de Campsa en manos privadas. La valoraci¨®n fue de 124.000 millones de pesetas, cifra mucho m¨¢s elevada que la que hab¨ªan estimado, grosso modo, la propia Campsa y los t¨¦cnicos de algunas de las refiner¨ªas espa?olas que firmaron, el pasado verano, un protocolo con el Ministerio de Industria y Energ¨ªa para proceder a la reordenaci¨®n del sector.Seg¨²n fuentes bien informadas, la valoraci¨®n de la red primaria de distribuci¨®n y transporte fue realizada por las cinco personas que compon¨ªan la comisi¨®n de acuerdo con criterios contables de libro, sin tener en cuenta el denominado valor de uso de estos activos, es decir, lo que esos activos costar¨ªan en el mercado en el caso de que se procediera a la venta pura y simple de los mismos. Como ejemplo se cita el caso de algunos de los buques del monopolio, valorados a precios casi de reposici¨®n, cuando en el mercado un barco de transporte de crudos o productos cuesta ahora una cantidad muy inferior como consecuencia del exceso de flota mundial.
La importancia de este punto se desprende del hecho de que las seis refiner¨ªas, seg¨²n el mencionado protocolo, tendr¨¢n que abonar al INH un precio por las acciones que va en funci¨®n del valor establecido para esos activos, tanto los del monopolio como los propios de Campsa. En medios pr¨®ximos a las refiner¨ªas se interpreta que un valor excesivo del patrimonio de Campsa forzar¨ªa a las empresas refinadoras a pagar un precio desmesurado por unas acciones que, aparte de ser una carga financiera muy pesada para las sociedades refinadoras, repercutir¨ªa negativamente en sus resultados y, como consecuencia, en la propia competitividad del sector.
Como un alto directivo de una empresa ha se?alado a este peri¨®dico: "Es contradictorio imponernos un valor elevado por las acciones cuando lo que se pretende con el protocolo es recuperar competitividad y eficacia frente a las empresas extranjeras, mucho mejor preparadas que nosotros para jugar en la libre competencia que nos impondr¨¢ la adhesi¨®n a la Comunidad Europea".
Seg¨²n algunas fuentes oficiales consultadas, la valoraci¨®n realizada por la comisi¨®n de Hacienda es meramente indicativa y tendr¨¢ que pasar, todav¨ªa, nuevos filtros que la ajusten a la realidad.
Nueva valoraci¨®n
Todo esto parece que se realizar¨¢ dentro del marco de las negociaciones que los refinadores tienen abiertas con el Ministerio de Industria y Energ¨ªa para determinar la f¨®rmula de pago de las acciones de la nueva Campsa.
?ste parece, en cualquier caso, un proceso que no se cerrar¨¢ hasta entrado el pr¨®ximo a?o y, por supuesto, hasta que Arthur Andersen haya concluido la auditor¨ªa que los responsables de la sociedad han encargado sobre los activos propios de Campsa, es decir, de aquellos que no son propiedad del monopolio. Seg¨²n se indica en fuentes tradicionalmente fiables, estos activos tienen un valor inferior a los del monopolio y est¨¢n muy por debajo de los 100.000 millones de pesetas.
Por otro lado, el inicio de la segunda fase de la reordenaci¨®n del sector -es decir, la entrada de las refiner¨ªas en el accionario de Campsa- parece estar siendo objeto de una exquisita atenci¨®n por parte de las multinacionales del refino. Terminada la OPA sin posibilidad material de que alguna de ellas se haya colado dentro del accionariado de Campsa, en algunos medios se ha puesto de manifiesto la posibilidad de que se intente por medio de la entra a en las empresas refinadoras privadas. La ampliaci¨®n de capital que tiene previsto anunciar Petromed el pr¨®ximo d¨ªa 28 se ha citado, en concreto, como una posible v¨ªa. Lo mismo se ha se?alado con las desinversiones que tendr¨ªa que realizar Explosivos de R¨ªo Tinto para salir a flote. A esta sociedad se le ha reservado una participaci¨®n en la nueva Campsa del 5,9%.
En medios oficiales se descarta esta eventualidad, precisamente porque el propio protocolo contempla en uno de sus puntos intentos de este tipo. En caso de que alguna refiner¨ªa vendiese acciones en alg¨²n momento, el resto de los socios de Campsa tendr¨ªan derecho preferente y legal a su adquisici¨®n, lo que impedir¨ªa, por tanto, tal extremo. La ausencia de multinacionales dentro de la nueva Campsa es fundamental desde el punto de vista jur¨ªdico, ya que en caso contrario no tendr¨ªan l¨®gica las previsibles negativas a que las multinacionales del petr¨®leo utilizasen, en las mismas condiciones que los refineros espa?oles, la red de transporte y distribuci¨®n ya establecida.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.