Dos muertos a tiros en un pueblo de Ja¨¦n, en una disputa por los linderos de una finca
Jos¨¦ Mata, 27 a?os, casado, con dos hijos, y su padre, Mart¨ªn Mata, de 62 a?os, casado y con cuatro hijos, murieron por disparos de escopeta; Fernando Orea y sus hermanos Rafael y Emilio, solteros, con edades comprendidas entre los 40 y 50 a?os fueron detenidos como presuntos autores de homicidio. As¨ª acab¨® una disputa por las lindes de una finca. Ocurri¨® al atadercer del pasado domingo, en J¨®dar (Ja¨¦n), un pueblo con un 70% de parados y un ayuntamiento que ofrece terrenos gratis a quien quiera poner una industria.
Jos¨¦ Mata viv¨ªa en una aldea llamada Puente de la Cerrada, situada entre J¨®dar y Peal de Becerro, y trabajaba como emplea do agr¨ªcola en una finca "de un se?or que vive en Murcia". Los d¨ªas libres, junto a sus hermanos ayudaba a su padre, Mart¨ªn Mata, a labrar unas peque?a parcelas que tiene arrendadas en el t¨¦rmino de J¨®dar. Despu¨¦s de las ¨²ltimas lluvias, andaban absorbidos por las tareas de siembra de cereales.Para ir a su finca en tractor deb¨ªan pasar por los terrenos que lindaban o pertenec¨ªan -seg¨²n las versiones- a los del cortijo llamado La Cascoja, propiedad de los hermanos Orea. Este hecho, antes de la tragedia, ya hab¨ªa motivado algunos roces entre las dos familias.
Fernando, Rafael y Emilio Orea, solteros, de edades comprendidas entre los 40 y 50 a?os, viv¨ªan junto a una hermana de avanzada edad en el cortijo La Cascoja. Rara vez bajaban al pueblo, si no era para hacer algunas compras. Sus paisanos les conocen con el mote de los indios por su car¨¢cter hura?o y poco comunicativo. De cualquier forma, muchos declaran su respeto hacia los hermanos Orea, "porque no ten¨ªan vicios; no fumaban ni beb¨ªan"."En estos d¨ªas se dedicaban a la siembra de ajos.
Seg¨²n la versi¨®n m¨¢s extendida -aunque existe otra cercana a las v¨ªctimas, que niega que me d¨ªas,-discusi¨®n-, Jos¨¦ Mata y su padre, Mart¨ªn, cruzaban en tractor por el carril,situado en la finca. de los hermanos Orea. Iban camino de recoger los aparejos y dar de mano (dejar el trabajo), porque ya estaba a punto de atardecer. En el carril de la dis cordia, se encontraron de frente con los hermanos Orea -no se ha podido confirmar si eran tres o s¨®lo dos de ellos-. Empeza ron la discusi¨®n de otras veces sobre la propiedad del carril y los derechos de unos y otros, hasta que presuntamente Fernando Orea cogi¨® la carabina y acab¨® con la disputa y las vidas de Jos¨¦ y Mart¨ªn. Camino del cuartel
Otro hijo de Mart¨ªn, que estaba labrando en otro extremo de la finca, preocupado por la tardanza de su padre y de su hermano fue a su encuentro. Hac¨ªa m¨¢s de una hora que hab¨ªan muerto, y ya por entonces Fernando Orea iba camino del cuartel de la Guardia Civil para entregarse. Su dos hermanos fueron detenidos una vez comprobados los hechos. La hermana mayor cerr¨® las puertas del cortijo.La noticia ha causado una gran consternaci¨®n en J¨®dar, y todos, sin saber por qu¨¦, la relacionan de una o de otra forma con los "momentos de depresi¨®n" por los que atraviesa el pueblo. J¨®dar tiene cerca de 13.000 habitantes y cuenta con el porcentaje de parados m¨¢s alarmante de la provincia: el 70% de la poblaci¨®n activa. El alcalde ha ofrecido hace pocos d¨ªas terrenos gratis para aquellos que quieran instalar alguna industria, a quienes tambi¨¦n se les librar¨ªa del pago de impuestos. Las tierras no dan para mucho, porque J¨®dar no tiene un terreno f¨¦rtil y, adem¨¢s, "no est¨¢n bien repartidas". En el pueblo se conoc¨ªa poco a los presuntos homicidas, .que son m¨¢s bien de clase media alta", y raras veces bajaban por el pueblo y hablaban con nosotros".
En Peal de Becerro y Puente de la Cerrada s¨ª eran bien conocidos Mart¨ªn y su hijo Jos¨¦, calificados un¨¢nimemente como de "familia humilde y honrada".
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