El silencio sobre el amianto, una herencia letal
El reciente descubrimiento, por una ciudadana brit¨¢nica, de asbestos azul en un tren que hac¨ªa, la l¨ªnea Madrid-Algeciras ha creado cierta inquietud en lo: medios de informaci¨®n espa?oles debido a la alta toxicidad quo el asbetos -tambi¨¦n llamad amianto- tiene. Quisi¨¦ramos in formar al lector espa?ol que en e curso del congreso de la Asociaci¨®n Internacional de la Salud que tuvo lugar en Barcelona e pasado mes de julio, expertos en salud p¨²blica de todas las parte, del mundo tuvimos la oportunidad de analizar la situaci¨®n de. amianto en Espa?a, y llegamos 2 la conclusi¨®n de que la situaci¨®n espa?ola referente a la producci¨®n y consumo de amianto es altarriente preocupante. Mucho, a?os de ignorancia y olvido del problema en el per¨ªodo predemocr¨¢tico han dejado una situaci¨®n potencialmente letal para grandes sectores de la poblaci¨®n espa?ola.Efectos da?inos
El amianto o asbestos es el nombre gen¨¦rico que designa a un grupo de silicatos, minerales derivados del s¨ªlice y asociados a otros elementos qu¨ªmicos, todos ellos altamente da?inos. Desde 1930, se sabe que el amianto produce asbestosis, una enfermedad que reduce la capacidad respiratoria y circulatoria del paciente, que puede conducirle a la muerte. Desde 1935 se sabe que la exposici¨®n al amianto produce c¨¢ncer de pulm¨®n, siendo su incidencia cinco veces m¨¢s alta en los trabajadores que est¨¢n expuestos al amianto que entre los que no lo est¨¢n. Otra enfermedad letal, tambi¨¦n producida por la exposici¨®n a esta sustancia, es el mesotelioma descrito por primera vez en los a?os cuarenta de este siglo, y que frecuentemente mata al paciente en un a?o a partir de su aparici¨®n. El tiempo que tardan en aparecer estas enfermedades desde el momento o proceso de exposici¨®n (tiempo llamado per¨ªodo de latericia) var¨ªa de 20 a 40 a?os, aunque existen casos de mayor brevedad. Un descubrimiento importante es que bastan exposiciones muy breves para que aquellas enfermedades aparezcan. El bien conocido informe federal Work Place Exposures to Asbestos, publicado en 1980 por el Instituto Federal de Investigaci¨®n en Salud y Seguridad Laboral (NIOSH), de EE UU, indica que incluso per¨ªodos de exposici¨®n de un d¨ªa a tres meses son suficientes para que las enfermedades citadas puedan desarrollarse. Asimismo, indica que, aunque la norma existente de los niveles autorizados de exposici¨®n al asbestos blanco en EE UU es hoy de dos fibras por cent¨ªmetro c¨²bico durante ocho horas diarias como promedio, en realidad no existe un nivel de exposici¨®n por debajo del cual sea sano y seguro estar expuesto a ¨¦l. Esta toxicidad del amianto estal que los procesos de su eliminaci¨®n en las zonas contaminadas son muy similares, en EE UU, a la descontaminaci¨®n por sustancias radiactivas. Debido a sus propiedades f¨ªsicas, tales como una gran resistencia al calor, ¨¢cidos y alcalinos, el amianto es una sustancia muy usada en sistemas aislantes.El 70% del amianto en EE UU se utiliza en la industria de la construcci¨®n. En total se calcula que hay 3.000 productos en el mercado que contienen amianto. Entre ellos se incluyen tejados, paredes, conductores y ca?er¨ªas aislantes, frenos de coches, ca?er¨ªas de agua, tostadoras, filtros de bebidas y de aparatos de aire acondicionado y muchos otros productos. Los grupos de la poblaci¨®n que son vulnerables incluyen a los trabajadores que extraen y transforman el amianto, as¨ª como entre los que lo utilizan, por ejemplo, trabajadores de la construcci¨®n, de los astilleros, de la industria automovil¨ªstica que preparan y reparan frenos, de los servicios de reparaci¨®n de calderas y tuber¨ªas y de los servicios ferroviarios, entre otros muchos. Actualmente se sabe que la poblaci¨®n vulnerable tambi¨¦n incluye a aquellas personas que utilizan productos que contienen amianto o est¨¢n expuestos a esta sustancia. Entre ellos cabe destacar a los ni?os que asisten a escuelas que han sido construidas con sustancias que contienen amianto.
Envergadura del problema
En EE UU se calcula que existen 30 millones de toneladas de amianto en paredes, techos, maquinaria aislante, ca?er¨ªas, aparatos de aire acondicionado y otros productos. En los ¨²ltimos 40 a?os, 21 millones de trabajadores han ¨ªnhalado amianto en dosis, consideradas da?inas. Se calcula que, como promedio, casi cada hora muere un trabajador por causa de la exposici¨®n al amianto, y esta cifra no incluye las muertes entre los consumidores de productos que contienen amianto y residentes expuestos a la contaminaci¨®n debida a dicha sustancia. Dado el amplio uso del amianto en el mundo entero, el problema no se limita s¨®lo a EE UU. El descubrimiento de que no hay norma segura de protecci¨®n explica que de una manera creciente se pida la prohibici¨®n total de la producci¨®n de amianto, tal como ha ocurrido en Suecia. La reducci¨®n del consumo y producci¨®n de amianto en gran n¨²mero de pa¨ªses industrializados en los a?os setenta no supuso una reducci¨®n a nivel mundial. Antes al contrario, la reducci¨®n en la fabricaci¨®n de productos derivados del amianto en aquellos pa¨ªses fue m¨¢s que compensada por el incremento de la producci¨®n en pa¨ªses como Espa?a, donde no hab¨ªa ning¨²n tipo de protecci¨®n del trabajador y del consumidor; o, si lo hab¨ªa, era dram¨¢ticamente insuficiente. Por ejemplo, cuando se introdujeron limitaciones y controles en la producci¨®n de sustancias que contienen ancianto en Alemania Occidental, aquella disminuci¨®n se compens¨® con el aumento di importaciones de aquellos productos procedentes de Espa?a cuya producci¨®n aument¨® debido a la reducci¨®n en Alemania Entre la comunidad sanitaria intemacional se sab¨ªa de la falta de protecci¨®n del trabatasdor y de consumidor en la Espa?a de ¨¦pocas predemocr¨¢ticas e inicios de la democracias que en el caso de amianto alcanz¨® dimensiones escandolosas.
Durante todo este per¨ªodo, la gran mayor¨ªa de la patronal del amianto y sus m¨¦dicos de empresa negaron que fuera peligroso, En fecha tan reciente como 1977, en un folleto repartido entre los trabajadores de Uralita -la mayor empresa productora de fibrocemento de amianto en Espa?a- se indicaba que, en contra de toda la evidencia cient¨ªfica que demuestra lo contrario, "los trabajadores del amianto no fumadores no tienen mayor riesgo de contraer c¨¢ncer de pulm¨®n que cualquier otro individuo no fumador". En el congreso de Barcelona referido anteriormente, sindicalistas espa?oles presentaron gran cantidad de pruebas mostrando c¨®mo la gran mayor¨ªa de la patronal durante aquel per¨ªodo predemocr¨¢tico e inicio de la democracia no inform¨® ni a los trabajadores ni a los usuarios de los enormes riesgos en la utilizaci¨®n del amianto. Es importante se?alar que las, agencias del Estado franquista encargadas de recoger datos y asistir a los trabajadores da?ados por el amianto se aliaron con la patronal en contra de los intereses de los trabajadores. As¨ª, seg¨²n la memoria estad¨ªstica de las contingencias de la Seguridad Social en Espa?a (31-XII-1973), exist¨ªan en Espa?a s¨®lo 42 pensionistas por asbestosis, lo cual, en una industria que utiliza miles de trabajadores, representa una subestimaci¨®n muy marcada del n¨²mero real de casos.
Comportamiento inmoral
Quisi¨¦ramos subrayar que este comportamiento inmoral de la patronal no es privativo de la industria espa?ola del amianto. En EE UU, por ejemplo, una de las industrias m¨¢s importantes del amianto -la Johns Mansville- neg¨® y ocult¨® por muchos a?os a los trabajadores y consumidores el da?o causado por el amianto, y ello a pesar de la enorme evidencia cient¨ªfica mostrando lo contrario. La gran diferencia en EE UU es que, debido a la fuerte concienciaci¨®n popular sobre este problema del amianto, los trabajadores que han contra¨ªdo asbestosis, c¨¢ncer pulmonar y mesotelioma por trabajar con amianto o por utilizarlo han llevado a la Johns Mansville y a otras corporaciones productoras de amianto a los tribunales, en un promedio mensual de 300 casos, forzando a aquellas empresas a pagar gastos de indemnizaci¨®n -Y compensaci¨®n por un bill¨®n de d¨®lares.
El amianto en Espa?a
En Espa?a no hay todav¨ªa una concienciaci¨®n sobre el peligro del amianto. En 1982 se aprob¨® un decreto que por primera vez introdujo una protecci¨®n del trabajador ante el amianto, estableciendo una norma de dos fibras por cent¨ªmetro c¨²bico, semejante a la estadounidense. A pesar de sus grandes deficiencias, este decreto representa un primer paso. Hay dos puntos, sin embargo, que requieren clarificaci¨®n. Uno de ellos es que este decreto no redime o disculpa la negligencia que gran parte de la patronal de la industria del amianto en Espa?a ha tenido hacia el tabajador y consumidor espa?ol, al no informar a unos y a otros de los peligros del amianto, bien conocidos desde hace muchos a?os.
Medios de comunicaci¨®n
El otro punto que quisi¨¦ramos subrayar es que, conforme a nuestra experiencia sanitaria internacional, una intervenci¨®n legislativa sanitaria como la de 1982 establece un derecho, pero no garantiza un poder. Esta legislaci¨®n no se aplicar¨¢ a no ser que haya una presi¨®n popular constante que fuerce cambios muy sustanciales en el lugar de trabajo, consumo y residencia. Y para que exista esta presi¨®n es necesario que la poblaci¨®n est¨¦ informada. Es ah¨ª donde vemos que persiste un problema importante. A lo largo de nuestras estancias en Espa?a hemos percibido que existe todav¨ªa en ciertos sectores de la sociedad espa?ola una cierta actitud triunfalista, negando la existencia de problemas mayores en Espa?a, o bien paternalista, ocultando ciertas realidades "para que la gente no se alarme". Creemos que estas actitudes, heredadas de ¨¦pocas anteriores, son profundamente antidemocr¨¢ticas y ofensivas al pueblo espa?ol, el cual tiene el derecho de conocer la realidad espa?ola tal como es. Creemos que no hay problema que el pueblo espa?ol no pueda resolver, siempre y cuando conozca las dimensiones y ra¨ªces del mismo. Es ah¨ª donde queremos hacer una cr¨ªtica a gran parte de los medios de informaci¨®n espa?oles -incluyendo la televisi¨®n-, que, a pesar de valiosas excepciones, no est¨¢n dando toda la informaci¨®n ya existente sobre el esc¨¢ndalo del amianto en Espa?a. El silencio que existe sobre el amianto, roto de cuando en cuando por voces solitarias, deber¨ªa transformarse en una voz colectiva que exigiera, a trav¨¦s de una,presi¨®n popular informada, unos cambios conducentes a la mejor¨ªa de la salud del trabajador y del consumidor en Espa?a.
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