El Papa nombra por primera vez a una mujer como ¡®ministra¡¯ de un organismo vaticano

El Papa Francisco ha dado un paso hacia la inclusi¨®n de las mujeres en los puestos de poder de la Iglesia, un proceso todav¨ªa muy minoritario, y ha nombrado a la monja italiana Simona Brambilla como prefecta del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apost¨®lica, uno de los m¨¢s importantes del Vaticano. La Curia Romana, que es el conjunto de ¨®rganos de gobierno de la Santa Sede y de la Iglesia Cat¨®lica, est¨¢ organizada en diferentes dicasterios que, salvando las correspondientes distancias, funcionan de manera similar a los ministerios de un Estado del mundo secular.

Brambilla es la primera mujer de la historia que asumir¨¢ un cargo de este rango en la Iglesia y ser¨¢ la encargada de capitanear todas las cuestiones relacionadas con la vida consagrada en el mundo. En este campo, ser¨¢ la autoridad m¨¢s importante despu¨¦s del Papa. En la pr¨¢ctica, supervisar¨¢ la vida, la actividad, los bienes, los estudios, los derechos y los privilegios de los institutos seculares y religiosos y de las ¨®rdenes y congregaciones religiosas, tanto de hombres como de mujeres.

A partir de ahora, una mujer ser¨¢ la responsable de las mujeres que realizan gran parte del trabajo de la Iglesia: las 600.000 monjas cat¨®licas del mundo, as¨ª como de los 129.000 sacerdotes cat¨®licos que pertenecen a ¨®rdenes religiosas y de los 50.000 religiosos no sacerdotes.

Brambilla es enfermera y ha sido superiora general en Italia de las Misioneras de la Consolata y tiene una larga experiencia como misionera en Mozambique. Uno de los principales desaf¨ªos que deber¨¢ afrontar es el desplome del n¨²mero de monjas en el mundo ¨Dsobre todo en Europa¨D, que hace 25 a?os superaban las 800.000 y actualmente apenas son 600.000, seg¨²n las estad¨ªsticas de la Iglesia Cat¨®lica.

Brambilla, de 59 a?os, ya era secretaria del mismo Dicasterio desde 2023, un cargo que equivale a ser el n¨²mero dos de la instituci¨®n. Su ascenso incrementa la escasa cifra de mujeres en puestos de poder de la Iglesia y en el Vaticano, aunque el resto, en general, ocupan puestos de menor responsabilidad o est¨¢n subordinadas a un hombre.

En este caso, la monja italiana ejercer¨¢ su liderazgo en el Dicasterio vaticano con el apoyo del cardenal espa?ol ?ngel Fern¨¢ndez Artime, que ha sido nombrado por Francisco proprefecto. A¨²n no est¨¢ claro c¨®mo ser¨¢ la divisi¨®n de responsabilidades entre ambos y hasta d¨®nde podr¨¢ llegar el liderazgo de la religiosa. Algunos expertos apuntan a que el nombramiento de Fern¨¢ndez Artime responde a razones teol¨®gicas, ya que el responsable de este organismo debe poder celebrar misa y realizar otras funciones relacionadas con los sacramentos que actualmente solo pueden hacer los hombres. Tambi¨¦n hay quien piensa que el Papa no ha querido arriesgarse a ir tan lejos como para nombrar a una mujer l¨ªder en solitario, por las posibles reacciones que podr¨ªa encontrar en los sectores m¨¢s tradicionalistas y conservadores de la Iglesia.

No obstante, el nombramiento de la monja se ha percibido como un ascenso clave que puede abrir la puerta a un cambio m¨¢s radical en el papel de las mujeres en las salas de mando de la Iglesia y de las instituciones cat¨®licas.

Hasta hace unos cinco a?os, todos los miembros del Dicasterio para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apost¨®lica en puestos de toma de decisiones eran hombres. En 2019, el Papa Francisco nombr¨® por primera vez a siete mujeres como miembros de este organismo, que desempe?an tareas de representaci¨®n en distintos campos, y en 2023 design¨® a Brambilla como secretaria.

Avances t¨ªmidos

A lo largo del pontificado de Francisco, la presencia de mujeres en los puestos de responsabilidad en el Vaticano ha ido en aumento. Esta tendencia, aunque es moderada, ha marcado una gran diferencia con etapas anteriores y m¨¢s considerando que la Iglesia, una instituci¨®n poco permeable a los cambios en la sociedad, se mueve de forma muy paulatina.

El nombramiento de Brambilla como prefecta ha sido posible gracias a la reforma de 2022 impulsada por Bergoglio, que con la promulgaci¨®n de la Constituci¨®n apost¨®lica Praedicate Evangelium sobre la Curia Romana y su servicio a la Iglesia en el mundo oficializ¨® el hecho de que los laicos, incluidas las mujeres, puedan dirigir un dicasterio y ejercer funciones de liderazgo dentro de la jerarqu¨ªa cat¨®lica, algo que en el pasado estaba reservado a cardenales y obispos.

Seg¨²n los datos que recoge el portal oficial del Vaticano, Vatican News, referidos tanto a la Santa Sede como al Estado de la Ciudad del Vaticano y que van de 2013, a?o de la llegada de Francisco, a 2023, el porcentaje de mujeres pas¨® de casi el 19,2% al 23,4%.

En el Vaticano, Francisco nombr¨® el 2016 a Barbara Jatta como directora de los Museos Vaticanos y en 2022 a la monja Raffaella Petrini, como secretaria general de la Gobernaci¨®n, un cargo que sol¨ªa desempe?ar un obispo y que en la pr¨¢ctica corresponde al n¨²mero dos del Ejecutivo del Estado m¨¢s peque?o del mundo.

En 2021 Francisco nombr¨® a la monja italiana Alessandra Smerilli, profesora de Econom¨ªa Pol¨ªtica, subsecretaria del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral para el sector de la Fe y Desarrollo. La religiosa francesa Nathalie Becquart se convirti¨® en ese mismo a?o en la primera subsecretaria general del S¨ªnodo de los Obispos, un ¨®rgano consultivo del Papa y de debate, tradicionalmente formado por hombres, que tiene cada vez m¨¢s presencia femenina. En 2023, por primera vez las mujeres pudieron votar en sus asambleas.

Precisamente la ¨²ltima reuni¨®n general del S¨ªnodo, que se celebr¨® entre 2023 y 2024, reclam¨® m¨¢s presencia y responsabilidad para las mujeres en la Iglesia. Aunque temas como la ordenaci¨®n de las mujeres como diaconisas a¨²n no han conseguido avanzar, a pesar de que han generado mucho debate en los ¨²ltimos tiempos. Es una materia que genera gran divisi¨®n entre distintos sectores de la Iglesia y Francisco, que ha ordenado que se siga estudiando, ha considerado que es una cuesti¨®n que ¡°a¨²n no est¨¢ madura¡±.