Cambio t¨¦cnico o empleo: una falsa disyuntiva
El cambio t¨¦cnico no es siempre algo perjudicial para el empleo, seg¨²n los autores de este trabajo; y aunque lo fuera a corto plazo, es tambi¨¦n una condici¨®n necesaria para poder disponer de puestos de trabajo estables a medio y largo plazo. Y, en todo caso, los costes iniciales deben compartirse socialmente y ser objeto de negociaciones entre patronales y sindicatos.
Como se desprende de la historia del cambio t¨¦cnico, uno de sus efectos m¨¢s relevantes y constantes a lo largo del tiempo ha sido su incidencia en el nivel y estructura del empleo, as¨ª como en las condiciones de trabajo. Este hecho, y sin duda las fuertes connotaciones sociales que encierra dicho efecto del cambio t¨¦cnico, hace que el mismo haya sido uno de los que secularmente despertasen m¨¢s inter¨¦s, tanto en medios acad¨¦micos como fuera de ellos.La reactivaci¨®n de la pol¨¦mica en torno a la incidencia del cambio t¨¦cnico sobre el empleo se debe, por una parte, a la propia naturaleza de las tecnolog¨ªas desarrolladas recientemente en el campo de la telem¨¢tica y su virtualidad de desplazar empleos. As¨ª, la introducci¨®n de innovaciones t¨¦cnicas caracterizadas por un elevado grado de polivalencia, car¨¢cter incorporado y fuertes econom¨ªas de escala conlleva tanto un desplazamiento intenso de empleos, al incrementar fuertemente la productividad de la mano de obra, como, probablemente, el desencadenamiento, en la medida en que abaraten el coste de uso del capital, de procesos de sustituci¨®n de mano de obra.
Pero, por otra parte, la renovada preocupaci¨®n por el tema obedece tambi¨¦n al hecho de que la introducci¨®n de estas nuevas t¨¦cnicas se est¨¦ realizando en el marco de una situaci¨®n de recesi¨®n mundial.
En efecto, las deterioradas expectativas empresariales y el debilitamiento de las tasas se crecimiento del comercio mundial constituyen un contexto adverso para el funcionamiento de los potenciales mecanismos compensatorios de reabsorci¨®n de empleos que pudiera generar la introducci¨®n de dichas innovaciones t¨¦cnicas.
?Resistencias a la tecnolog¨ªa?.
Aun cuando se admita que en las circunstancias actuales la difusi¨®n de las innovaciones t¨¦cnicas disponibles puede tener efectos desequilibradores para el empleo, de ello no debe interferirse, sin embargo, que la resistencia a aplicar estas nuevas t¨¦cnicas podr¨ªa reportar consecuencias m¨¢s favorables para el empleo. M¨¢s a¨²n con esta resistencia, ya sea formulada expl¨ªcitamente con argumentos neo-ludditas de rechazo, ya sea planteada impl¨ªcitamente al propugnar reducciones salariales muy dr¨¢sticas tendentes a la desincentivaci¨®n de las sustituciones de trabajo por capital que implican las nuevas t¨¦cnicas, s¨®lo conducir¨ªa a un mero aplazamiento en la incorporaci¨®n de estas t¨¦cnicas, aplazamiento que adem¨¢s ser¨ªa m¨¢s perjudicial para el empleo.
En efecto, los estudios m¨¢s recientes realizados al respecto coinciden en se?alar la creciente importancia de factores distintos al precio (non-price factors) en las nuevas formas de competitividad internacional. Caracter¨ªsticas tales como la calidad, el grado de novedad, los servicios posventa, etc¨¦tera, se configuran como elementos esenciales para introducirse y ganar posiciones en los segmentos del mercado internacional con mayores posibilidades de crecimiento. Para un pa¨ªs de las caracter¨ªsticas de Espa?a, incapaz de competir con los niveles salariales que prevalecen en los pa¨ªses recientemente industrializados, la resistencia a incorporar los desarrollos t¨¦cnicos m¨¢s recientes supondr¨ªa, por tanto, una progresiva p¨¦rdida de competitividad en los mercados internacionales y, por ende, una agudizaci¨®n de sus problemas de empleo.
Por otra parte, el desfase en la aplicaci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas resulta adem¨¢s contraproducente para el empleo, en la medida en que supone una merma de sus posibles efectos compensatorios.
Cambio t¨¦cnico, empleo y pol¨ªtica econ¨®mica
La incorporaci¨®n de la incidencia del cambio t¨¦cnico en la explicaci¨®n de la grave situaci¨®n de desempleo que aqueja a las econom¨ªas industrializadas (en especial a la nuestra) y el convencimiento de lo err¨®neo de mantener posturas defensivas ante el mismo, tiene importantes repercusiones a la hora de evaluar la virtualidad de las pol¨ªticas econ¨®micas que se vienen aplicando para afrontar los problemas de desempleo.
En este sentido, cabe se?alar que, aunque las acciones, tanto proyectadas como puestas en marcha, en los ¨¢mbitos de las pol¨ªticas industriales y de empleo de nuestro pa¨ªs est¨¢n, en general, en consonancia con la visi¨®n que aqu¨ª se ha ofrecido sobre la problem¨¢tica de la relaci¨®n-empleo, ¨¦stas ser¨ªan suceptibles de algunos comentarios.
1. Los indicios sobre el fuerte car¨¢cter ahorrador de trabajo de las nuevas t¨¦cnicas, especialmente las que hacen referencia al campo de la telem¨¢tica, junt¨® con su elevado grado de polivalencia, que les permite sean incorporadas en la casi totalidad de actividades productivas, cuestionan la virtualidad de las medidas de control salarial como modo de lograr una mayor utilizaci¨®n relativa del factor trabajo. Esto, como es evidente, no pone en duda la necesidad de la moderaci¨®n salarial como parte de una pol¨ªtica antiinflacionista y como medio de reconstituir el excedente econ¨®mico, hecho necesario para una reactivaci¨®n de la inversi¨®n privada. S¨®lo pretende indicar que, dado el fuerte car¨¢cter ahorrador de trabajo que parecen tener las nuevas t¨¦cnicas, la disminuci¨®n del precio relativo del trabajo necesaria para hacer rentables t¨¦cnicas m¨¢s intensivas en dicho factor puede ser de tal entidad que resulte no s¨®lo inaceptable socialmente, sino tambi¨¦n perjudicial por sus efectos econ¨®micos.
2. El ritmo de incorporaci¨®n de innovaciones tecnol¨®gicas variar¨¢ entre los diferentes sectores econ¨®micos, dando lugar, por tanto, a una distinta evoluci¨®n de su productividad-trabajo. Por tanto, deber¨ªan tomarse medidas tendentes a la consecuci¨®n de una mayor desagregaci¨®n y flexibilizaci¨®n en las negociaciones salariales, de modo que fuera factible ajustarlas a las peculiaridades tecnol¨®gicas y, por ende, de productividad de las diversas ramas de actividad.
3. La posible generaci¨®n de empleo derivada del efecto de compensaci¨®n de las nuevas t¨¦cnicas se caracterizar¨¢ por exigir unos niveles y tipos de cualificaci¨®n muy distintos a los imperantes en el empleo desplazado. Esto viene a subrayar la importancia de disponer de una pol¨ªtica adecuada de formaci¨®n profesional basada en la previsi¨®n de los efectos del cambio t¨¦cnico sobre la estructura ocupacional y por niveles de cualificaci¨®n de la mano de obra, de la que se carece, por el momento, en Espa?a.
Informar y orientar
4. Dado el nivel tecnol¨®gico medio de las empresas industriales espa?olas, parece necesario disponer de una infraestructura de apoyo p¨²blico para optimizar la incorporaci¨®n de las nuevas t¨¦cnicas. Este tipo de actuaci¨®n, en la l¨ªnea iniciada por la Direcci¨®n General de Electr¨®nica e Inform¨¢tica, en su ¨¢rea de competencia, y que podr¨ªa llevarse a cabo en el Centro de Desarrollo Tecnol¨®gico Industrial, (Cedeti), a trav¨¦s de su red de consejeros tecnol¨®gicos, supone un cambio respecto al conjunto de medidas de promoci¨®n de la investigaci¨®n y de la innovaci¨®n englobadas en las pol¨ªticas cient¨ªficas y tecnol¨®gicas. No se trata tanto de estimular un comportamiento innovador como de informar y orientar a las empresas sobre las posibilidades t¨¦cnicas a su alcance.
Para finalizar, y a modo de resumen, es conveniente volver a subrayar la falsedad de la disyuntiva a veces establecida entre cambio t¨¦cnico y empleo. El cambio t¨¦cnico, a pesar de sus posibles efectos negativos a corto plazo sobre el empleo, es la condici¨®n necesaria para poder disponer de puestos de trabajo estables a medio y largo plazo.
En cualquier caso, los posibles costes a corto plazo derivados de las nuevas tecnolog¨ªas deben de compartirse socialmente, lo que aconseja incluirlos dentro del n¨²cleo de los aspectos discutidos entre patronales y sindicatos.
son profesores de Estructura Econ¨®mica de Espa?a en la Universidad Complutense; han compilado el volumen Tecnolog¨ªa y empleo (Fundaci¨®n Empresa P¨²blica, 1983).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.