El Pacto de Varsovia estudia medidas contra el despliegue de los euromisiles de la OTAN
La cumbre de ministros de Defensa de los pa¨ªses miembros del Pacto de Varsovia, que desde el lunes se viene celebrando en Sof¨ªa, concluir¨¢ hoy, seg¨²n todos los indicios, con la publicaci¨®n de un comunicado sobre la determinaci¨®n de la alianza de los pa¨ªses socialistas de llevar a cabo las medidas anunciadas por el Kremlin para contrarrestar el despliegue de misiles norteamericanos en Europa occidental.
El hecho, absolutamente inhabitual en el bloque del Este, de que una reuni¨®n de car¨¢cter militar publique un comunicado, como esperaban ayer medios diplom¨¢ticos orientales de la capital b¨²lgara, contradice el car¨¢cter regular que oficialmente tiene este encuentro.El objetivo de la cumbre de Sof¨ªa parece ser no tanto el estudio de los pasos militares que se enmarcan en las contramedidas a la instalaci¨®n de los euromisiles como la eliminaci¨®n de las divergencias surgidas en el seno del Pacto de Varsovia a causa de las mismas. El despliegue de nuevos misiles nucleares sovi¨¦ticos en los territorios de Checoslovaquia y Alemania Oriental, que ya est¨¢ en marcha, ha despertado reticencias en varios pa¨ªses aliados de la URSS. El jefe del Estado y del Partido Comunista de Ruman¨ªa, Nicolae Ceaucescu, fue quien con mayor, claridad mostr¨® su disconformidad con estas medidas, y lleg¨® a, hacer nuevas propuestas a las dos superpotencias para la reanudaci¨®n de las negociaciones de Ginebra. Propuestas que diverg¨ªan de las propugnadas por el Kremlin.
Si bien m¨¢s tarde el propio Ceaucescu se acerc¨®, en nuevas declaraciones, a las tesis de Mosc¨², observadores pol¨ªticos est¨¢n convencidos de que en la actual reuni¨®n de Sof¨ªa se ha ejercido presi¨®n sobre Rumania para que ponga fin a sus devaneos neutralistas, que han creado malestar, sobre todo a las autoridades de los pa¨ªses que tienen que justificar ante su opini¨®n, p¨²blica la instalaci¨®n de nuevos misiles nucleares en su territorio.
Tras una intens¨ªsima campa?a oficial de tres a?os de duraci¨®n, en la que se presentaron los misiles como el mal absoluto que JEE UU quer¨ªa implantar, las autoridades de Checoslovaquia y la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana tienen serias dificultades para presentar los misiles, aunque sean sovi¨¦ticos, como una garant¨ªa de paz.
Aunque las autoridades checoslovacas y alemanas orientales han calificado el nuevo despliegue sovi¨¦tico de inevitable, tambi¨¦n dejaron claro que la medida "no puede hacernos felices", como se?al¨® el jefe del Estado de la RDA, Erich Honecker. El ¨®rgano oficial del Partido Comunista de Checoslovaquia, Rude Pravo, se hizo eco en las ¨²ltimas semanas de cartas al director que expresaban opiniones opuestas al despliegue.
Aqu¨ª, en Sof¨ªa, sin embargo, en la capital de uno de los m¨¢s leales aliados de la URSS, el clima es distinto. Todos los d¨ªas se celebran en f¨¢bricas, escuelas y empresas centenares de actos de apoyo a las medidas anunciadas por la Uni¨®n Sovi¨¦tica, incluido el despliegue de nuevos misiles, para "reinstaurar el equilibrio" de fuerzas entre ambos bloques.
En este ambiente -con vitrinas en las calles, donde se, exponen, bajo el lema de En el mundo del capital, fotograf¨ªas de escenas dram¨¢ticas sobre el desempleo, la mendicidad y la confrontaci¨®n social en Oceidente-, se han reunido los ministros de Defensa del Pacto de Varsovia en la residencia oficial de Boyana, cerca de la famosa iglesia del mismo nombre, en las afueras de, Sof¨ªa. Participan en la reuni¨®n los ministros Dimitri Ustinov, de la URSS; Heinz Hoffman, de la RDA; Florian Siwicki, de Polonia; Constantin Olteanu, de Ruman¨ªa; Lajos Czinege, de Hungr¨ªa; Martin Dzur, de Checoslovaquia, y Dobri Dzhurov, de Bulgaria. Tambi¨¦n asisten el comandante en jefe de las fuerzas conjuntas del Pacto de Varsovia, V¨ªctor Kulikov, y su jefe del Estado Mayor, Anatoli Gribkov.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.