Tres desaparecidos y cinco supervivientes tras ser embestido un pesquero por un mercante
Tres j¨®venes marineros gallegos desaparecieron en las aguas del Mar de Cari?o, en el caladero de Praia Nova, a 40 millas de La Coru?a, tras ser embestido y hundido el pesquero donde faenaban, el Josal, con base en Mux¨ªa (La Coru?a), por un mercante de gran tonelaje que continu¨® su ruta sin asistir a los n¨¢ufragos. El siniestro ocurri¨® sobre las tres de la madrugada del viernes, y los cinco tripulantes supervivientes fueron recogidos por el palangrero Cani?as, tambi¨¦n de Mux¨ªa, que les traslad¨® al puerto de La Coru?a.
Ram¨®n B¨²a, de 27 a?os, y Teodoro Toba, de 24, naturales de Mux¨ªa, y Manuel Fern¨¢ndez, de 23, vecino de Celeiro, en la costa lucense, los tres desaparecidos, dorm¨ªan en la popa del Josal, por donde precisamente fue abordado el pesquero en dos golpes sucesivos por un mercante de nombre y nacionalidad desconocidos hasta el momento. Los hechos sucedieron de una forma vertiginosa, hundi¨¦ndose el peque?o pinchero de Mux¨ªa, de 26 metros de eslora y con siete a?os de antig¨¹edad, en un breve intervalo de dos minutos. Los supervivientes apenas tuvieron tiempo para sujetarse a dos maderos, lanzando gritos durante media hora hasta ser salvados por el Cani?as. Uno de estos tripulantes, Rogelio Toba, de 32 a?os, fue internado en mal estado en un centro sanitario coru?¨¦s, debido a los golpes sufridos y a la cantidad de agua con gasoil ingerida.Seg¨²n relato de Jos¨¦ ?ngel Toba, que en el momento del choque: se encontraba en el puente junto con otro de los supervivientes, Juan Bautista Sar, de 43 a?os y tambi¨¦n natural de Mux¨ªa, en el caladero divisaron tres mercantes, tratando el Josal de mantener las distancias debidas con las se?ales luminosas obligatorias encendidas. A pesar de las precauciones, uno de estos mercantes fue aproxim¨¢ndose en su ruta peligrosamente al pesquero de Mux¨ªa. "Cambiamos de rumbo y nos pusimos a toda m¨¢quina", afirm¨® Jos¨¦ ?ngel Toba, "pero sorprendentemente el mercante, quiz¨¢ por confusi¨®n, hizo una maniobra parecida hasta que se nos ech¨® encima; apenas tuvimos tiempo para avisar a los compa?eros que estaban descansando y a saltar desde cubierta".
"No o¨ªmos ninguna voz"
El mercante golpe¨® con la proa en la parte trasera del Josal, precisamente donde estaban durmiendo los tres desaparecidos. "No o¨ªmos ninguna voz, quiz¨¢ ni siquiera tuvieron tiempo de darse cuenta de lo que suced¨ªa". Despu¨¦s de media hora asidos a dos maderos, resistiendo el oleaje y el intenso fr¨ªo, un pesquero hermano, el Cani?as, atendi¨® sus gritos desesperados.Para Jos¨¦ ?ngel Toba, de 29 a?os, ¨¦sta era la segunda experiencia dram¨¢tica en el mar, con la vida en juego. Hace dos a?os, trabajando en un barco de bandera inglesa, dio con su cuerpo extenuado en una playa de la costa del Reino Unido, despu¨¦s de un fuerte temporal.
En la Casa del Mar de La Coru?a, adonde fueron conducidos en la ma?ana de ayer los n¨¢ufragos supervivientes en un clima de tensa emoci¨®n, a Jos¨¦ ?ngel le esperaba una mujer vestida de luto, llegada urgentemente de Mux¨ªa. La t¨ªa Esmundina abrazaba a su sobrino Jos¨¦ ?ngel y lloraba la desaparici¨®n en el naufragio de otro sobrino, Teodoro, cinco a?os m¨¢s joven que el anterior.
Despu¨¦s de que el patr¨®n, Jos¨¦ C¨¢ndido Insua, hijo del armador, explicar¨¢ en, la Comandancia de Marina las circunstancias del suceso, marineros y familiares mostraron su indignaci¨®n por que se siga permitiendo el tr¨¢fico intensivo de petroleros y mercantes de gran tonelaje por los tradicionales caladeros de pesca, a escasa distancia de la costa, lo que no s¨®lo contamina las aguas y dificulta la pesca, sino que, en ocasiones como la actual, provoca desgracias irreparables.
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