Sexualidad vaticana

El ¨²ltimo documento vaticano sobre la sexualidad es tan pintoresco como toda la doctrina cat¨®lica tradcional que al respecto reafirma. Faltar¨ªa m¨¢s: se insiste en la condena a la masturbaci¨®n y al homosexualismo, por ejemplo. Ahora hien, ?por qu¨¦ esta secular man¨ªa de la Iglesia por no dejar que la gente viva tranquila y a su propio aire su propio rollo privado? ?Es mucho pedir? Y adem¨¢s, ?no ser¨ªam¨¢s justo que todas esas energ¨ªas did¨¢ctico-moralizadoras se vertieran sobre el secularmente desatendido problema de la explotaci¨®n del hombre por el hombre?Cuando dos tercios de la humanidad sufren desnutrici¨®n, armar tanto alboroto porque las lesbianas se besan se convierte, de hecho, en tender una cortina de humo para ocultar lo que pasa.

Pero lo m¨¢s pintoresco es que se repite aquello tan c¨¦lebre (sobre todo desde san Agust¨ªn) de que la virginidad es superior al matrimonio. Lo cierto es exactamente lo contrario: quien llega a determinada altura de los a?os de su vida como tozudo abstinente sexual es... un manco, no ha desarrollado del todo su persona ni en lo f¨ªsico ni en lo afectivo. La virginidad da precedencia incluso al amor libre, y claro es que m¨¢s a¨²n al que se concreta en hijos deseados. Como padre de tres, puedo atestiguar que es a ellos y a su madre a quienes debo lo mejor que pueda haber en m¨ª mismo. Millones de hombres y mujeres de todo el mundo podr¨ªan decir lo propio.