La misi¨®n de la nave 'Columbia', una fuente excepcional de datos cientificos que tardan varios a?os en ser evaluados
El sexto vuelo del Columbia, concluido felizmente en la madrugada del viernes, ha marcado varios hitos en las investigaciones espaciales: desde el transporte y los trabajos realizados en el laboratorio Spacelab -que con 17 toneladas de peso y un coste de unos 1.000 millones de d¨®lares pudo albergar a dos astronautas-cient¨ªficos para realizar 70 experimentos in¨¦ditos-, hasta ser el vuelo m¨¢s largo de un transbordador del espacio, con 10 d¨ªas y medio de duraci¨®n. La misi¨®n es una fuente excepcional de informaci¨®n cient¨ªfica que tardar¨¢ varios a?os en ser evaluada.
Otro dato importante es la presencia del primer extranjero en un vuelo de la serie Columbia, el alem¨¢n Ulf Merbold, que marca as¨ª el inicio de una era de cooperaci¨®n espacial entre Estados Unidos y Europa occidental.La nave espacial Columbia regres¨® sin problemas a la Tierra, despu¨¦s de una misi¨®n de 10 d¨ªas y medio de duraci¨®n. El aterrizaje, en la base a¨¦rea de Edwards (California), a las 3.47 horas de la tarde del jueves (0.47 minutos de la madrugada del viernes, hora de Madrid) lleg¨® con ocho horas de retraso, debido al fallo en dos de los cinco ordenadores que equipan el transbordador del espacio.
?reas espaciales libres de contaminaci¨®n
Entre los trabajos cient¨ªficos realizados gracias al Columbia y al Spacelab destacan los estudios en ¨¢reas espaciales libres de contaminaci¨®n, los tests sobre la influencia de los rayos c¨®smicos y la gravitaci¨®n en el cuerpo humano (de capital importancia para la realizaci¨®n dell proyecto de establecer un laboratorio permanente en el espacio), la observaci¨®n de materiales en ausencia de gravedad y la producci¨®n de cristales superpuros, imposibles de fabricar en la tierra debido a las condiciones gravitatorias.Para el responsable ole los futuros vuelos de la serie Columbia, el teniente general del Ej¨¦rcito del Aire de Estados Unidos James Abrahmson, los fallos en dos de los ordenadores de la nave no han cambiado el plan de misiones en el espacio, entre las que cabe incluir las previstas por el Pent¨¢gono, en su proyecto de armas espaciales.
Los cuatro astronautas y los dos cient¨ªficos que les acompa?aban, el norteamericano Byron Lichtenberg y el alem¨¢n Ulf Merbold, se encuentran ahora sometidos a an¨¢lisis m¨¦dicos destinados a estudiar el comportamiento del cuerpo humano en el espacio.
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