Esperando la nieve

Esquiar es uno de los deportes que en los ¨²ltimos a?os ha tenido un mayor auge en Espa?a. De ser un deporte de minor¨ªas ha pasado a convertirse en un deporte, que, aunque todav¨ªa no puede considerarse popular, cuenta con miles de practicantes. Prueba de ello son las 26 estaciones de invierno que existen en Espa?a y los 51.798 federados que con vierten a este deporte en el sexto del pa¨ªs en n¨²mero de practicantes, a pesar de que para iniciarse hay que gastarse m¨¢s de 50.000 pesetas.

El esqu¨ª se ha convertido en los ¨²ltimos a?os casi en un deporte popular en Espa?a. Su aprendizaje no resulta dif¨ªcil y, al ser tan individual su pr¨¢ctica como el talante de los espa?oles, ha ganado f¨¢cilmente adeptos. A pesar del dinero que cuesta, y algunos lo practican porque denota pertenecer a un cierto estrato social, ya no se le puede considerar minoritario ni elitista.En 1972, m¨¢s o menos a causa de la medalla de oro conseguida por Francisco Fern¨¢ndez Ochoa en los Juegos Ol¨ªmpicos de Sapporo (Jap¨®n), los medios de comunicaci¨®n se ocuparon con abundancia de este deporte. Muchos se enteraron entonces de que en Espa?a hay nieve, descubriendo un mundo lleno de atractivos. Por una inversi¨®n econ¨®mica no excesiva, pero tampoco barata, cualquier ciudadano de la clase media pod¨ªa emular, sin salir del pa¨ªs, a las estrellas del cine en sus vacaciones en Gstaad (Suiza).

Esto trajo consigo una nueva generaci¨®n de esquiadores y varias estaciones nuevas, que crecieron en cualquier lugar donde se ve¨ªa nieve, hasta completar las 26 existentes. Sin embargo no hay m¨¢s de 15 estaciones de esqu¨ª que, por sus instalaciones y ubicaci¨®n, merezcan tal apelativo. El resto no pasan de ser "campos de nieve", con m¨¢s o menos comodidades para sus usuarios.

Usuarios que cada a?o crecen ostensiblemente. En la actualidad hay en Espa?a un total de 51.798 federados en este deporte, lo cual le sit¨²a en el sexto deporte en cuanto a n¨²mero de practicantes. Hay, sin embargo, muchos esquiadores que no se federan, cuyo n¨²mero, presumiblemente, har¨ªa doblar el n¨²mero oficial e, incluso, lo superar¨ªa.

El equipaje

Por este motivo, subir a esquiar un domingo a una estaci¨®n cercana a una gran ciudad, puede ser heroico. Tras sufrir los atascos. en los accesos, casi siempre insuficientes y pocas veces bien limpios de hielo y nieve, el esquiador pasa un buen rato hasta que consigue aparcar su veh¨ªculo, dado que los aparcamientos no tienen la suficiente capacidad. Luego vendr¨¢n las interminables colas en autoservicios, remontes, cafeter¨ªas, y el intentar deslizarse por una pendiente tan llena de gente como las playas en agosto.Para iniciarse en el esqu¨ª, no se precisa una condici¨®n f¨ªsica especial, como tampoco existe ninguna limitaci¨®n por la edad. Da lo mismo, comenzar a los seis a?os que a los 70, siempre que se tengan en cuenta las limitaciones propias de cada uno. No est¨¢ de m¨¢s someterse a un reconocimiento m¨¦dico ordinario y, como mucho, realizar algunos ejercicios gimn¨¢sticos durante la semana.

Lo primero que deber¨¢ hacer el aspirante a Stenmark es comprar el equipo necesario e imprescindible. Anorak, pantalones, gorro, gafas, guantes, jersei y botas de descanso, es lo esencial. En el mercado hay cantidad de modelos y dise?os, pero lo mejor es adquirir material de calidad y no muy caro. Concretamente, en Espa?a se fabrican casi todos estos elementos y su calidad es muy buena; pudiendo costar todas estas prendas unas 19.500 pesetas.

El material indispensable, esqu¨ªs con fijaciones, botas y bastones, es mejor alquilarlo al principio, hasta saber si le gusta esquiar o no. As¨ª se ahorrar¨¢ bastante dinero y, despu¨¦s, comprar¨¢ estos art¨ªculos con m¨¢s conocimiento, y seg¨²n su forma de esquiar. Lo mejor es dirigirse a un comercio especializado, donde, desde 21.000 pesetas, se puede adquirir este material, asesorado por expertos, y huir de muchas "ofertas especiales" cuya econom¨ªa, al final, se paga con una escayola.

Una cuesti¨®n que no hay que olvidar es la de federarse. Con ello, adem¨¢s de conseguir descuentos en algunas estaciones y comercios, quedan cubiertos los gastos en caso de accidente, desde la recogida en las pistas hasta el alta en el hospital. El precio de esta tarjeta no es muy elevado (unas 1.400 pesetas anuales, los adultos que no pertenecen a ning¨²n club) y se consigue en las federaciones regionales y, a veces, en las estaciones de esqu¨ª, en la escuela.

Cursos semanales

La mejor forma de iniciarse en este deporte es realizando un curso semanal. Aprender con continuidad, esquiando d¨ªa a d¨ªa, es m¨¢s efectivo siempre que las clases sean impartidas por profesores titulados, que es una garant¨ªa. El precio de los cursos oscila entre 10.300 pesetas (apartamento, clases y uso ilimitado de remontes, en temporada baja) y 54.900 pesetas (hotel en media pensi¨®n con habitaci¨®n individual, clases de esqu¨ª y uso de remontes, en temporada alta), seg¨²n la estaci¨®n.Los cursos se pueden contratar poni¨¦ndose en contacto directamente con la estaci¨®n, o bien a trav¨¦s de una agencia de viajes, lo que resulta m¨¢s c¨®modo y no m¨¢s caro. En este caso, lo aconsejable es dirigirse a una agencia de reconocida seriedad, con el fin de evitarse los problemas que surgen muchas veces con los organizadores piratas.

Tanto se contrate la semana directamente o por agencia, antes hay que elegir bien la estaci¨®n a la que se ir¨¢. Hay que tener en cuenta si se viaja solo, con poca compa?¨ªa o con familia, ya que no todas las estaciones tienen las mismas diversiones tras el esqu¨ª. Tambi¨¦n habr¨¢ que saber la distancia hasta all¨ª, y que el tipo de alojamientos, remontes, cantidad de nieve, dificultad de las pistas, se corresponden a las necesidades y limitaciones de cada uno.

Esto se puede consultar en una agencia de confianza o a alg¨²n amigo que ya practique el esqu¨ª y conozca varias estaciones. No siempre las m¨¢s grandes son las mejores y, a veces, algunas peque?as tienen m¨¢s ambiente, mejor nieve, precios m¨¢s econ¨®micos y otras sorpresas agradables, como menos colas. La informaci¨®n sobre la cantidad y calidad de nieve en las estaciones, as¨ª como del estado de las carreteras y remontes en funcionamiento, se puede obtener llamando a las estaciones o a la informaci¨®n de ATUDEM (Asociaci¨®n Tur¨ªstica de Estaciones de Esqu¨ª y Monta?a).

El autom¨®vil del esquiador no debe ser equipado de forma especial. Lo ¨²nico imprescindible es el anticongelante y las cadenas, para el caso de encontrar nieve o hielo en la calzada. En la actualidad existen unos modelos de aro interior r¨ªgido muy f¨¢ciles y r¨¢pidos de poner, que resulta una gran ayuda para los miles de personas que anualmente se incorporan al deporte del esqu¨ª.