Cerca de 90 personas resultaron ayer heridas al chocar dos convoyes de 'metro' en la estaci¨®n de Men¨¦ndez Pelayo
Cerca de noventa personas resultaron ayer heridas, siete de ellas graves o con lesiones de pron¨®stico reservado, a consecuencia del accidente ocurrido a las 20.40 horas de ayer cuando un convoy de metro procedente de la, estaci¨®n de Atocha, en direcci¨®n Portazgo, embisti¨® a otro que se encontraba detenido en la estaci¨®n de Men¨¦ndez Pelayo a la espera de que el disco se pusiera verde. Hasta el momento se desconocen las causas del accidente, pues Jes¨²s, Romero conductor del tren que alcanz¨® al estacionado, tuvo que ser llevado a un hospital y los t¨¦cnicos de la compa?¨ªa a¨²n no hab¨ªan, concluido una comprobaci¨®n sobre el estado del sistema de luces. El servicio que fue suspendido entre las estaciones de Sol y Vallecas ser¨¢ restablecido en el transcurso del d¨ªa de hoy
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"Yo no v¨ª nada, solo lo o¨ª", manifestaba minutos despu¨¦s del accidente Juan Argudo, jefe de la estaci¨®n de Men¨¦ndez Pelayo donde a las 20.40 horas el tren n¨²mero 9 alcanzaba al n¨²mero 8 que se encontraba estacionado. La violencia del golpe hizo que el tren 8 forma do por las vagones M y R 34, M y R 63 y M y R 10 -un motor y un remolque por unidad- se desplazara hacia delante unos 25 metros, hasta meterse los dos primeros va gones dentro del t¨²nel. Estos va gones, como los del tren que lleg¨® posteriormente datan de los a?os veinte, al ser de los primeros que utiliz¨® la compa?¨ªa.El tren n¨²mero 8 se encontraba detenido en la estaci¨®n desde hac¨ªa tres minutos a la espera de que el sem¨¢foro situado a la salida se pusiera verde. Seg¨²n manifest¨® Eulogio Franc¨¦s, conductor de este convoy, ¨¦l hab¨ªa salido bien de la estaci¨®n de Atocha. "Encontr¨¦ ¨¢mbar el primer disco existente en el t¨²nel y lo rebas¨¦ pues est¨¢ permitido. Al ver el disco en ¨¢mbar ya sab¨ªa que el pr¨®ximo disco estar¨ªa rojo por lo que disminu¨ª la velocidad de forma que cuando llegue al disco ya estaba verde. Ya en la estaci¨®n, esper¨¦ a que el sem¨¢foro me diera la salida. Cuando llevaba detenido tres o cuatro minutos se produjo el accidente", manifest¨® el conductor del convoy alcanzado, quien minutos antes hab¨ªa prestado declaraci¨®n en el mismo and¨¦n ante el juez de guardia que se hab¨ªa presentado en la estaci¨®n. El tren n¨²mero 9, formado por los vagones M y R 28, M y R 20 y M y R 123, se empotr¨® materialmente en el convoy detenido. Como consecuencia de la colisi¨®n las unidades del convoy alcanzado se separaron y descarrilaron. El vag¨®n m¨¢s afectado fue el remolque que estaba situado al final del tren detenido. Como consecuencia del alcance este vag¨®n entr¨® en el coche que ten¨ªa delante pues, al no poseer cabina de mando, no hubo nada que amortiguara el golpe. Tambi¨¦n, por efecto del descarrilamiento, se desprendi¨® una parte del and¨¦n.
Al cierre de esta edici¨®n el n¨²mero de personas atendidas en centros m¨¦dicos ascend¨ªa a 88. En el Hospital Provincial fueron examinadas 59 personas de las cuales cinco quedaron ingresadas; en la Ciudad sanitaria Primero de Octubre, s¨®lo fue atendida una mujer; en el Equipo Quir¨²rgico de Vallecas hubo que atender a 25 personas -una de las cuales pas¨® despu¨¦s al Hospital provincial- y a la Casa de Socorro de Retiro acudieron otros cuatro contusionados. Entre los heridos figuraba como muy grave Mar¨ªa de los ?ngeles Torrija quien sufri¨® fractura de pelvis, perforaci¨®n de vejiga y shock. Jos¨¦ Alcolea Vargas sufri¨® una amputaci¨®n de pie y su estado era grave. Otras cuatro personas, dos de ellas atendidas en el Equipo Quir¨²rgico de Vallecas y otras tres en el Hospital Provincial fueron atendidas de lesuiones de pron¨®stico reservado.
"Yo iba en el pen¨²ltimo vag¨®n", manifest¨® Karem Riad, de 18 a?os que viejaba en el tren que alcanz¨® al convoy detenido en la estaci¨®n. "Siempre me meto en el mismo pues est¨¢ cerca de la puerta de la estaci¨®n por la que salgo. El tren no iba muy lleno. Todos los asientos estaban ocupados y luego hab¨ªa dos o tres personas de pie. De pronto sent¨ª el golpe y ca¨ª al suelo. Se apag¨® la luz pero pude ver con la que proven¨ªa de la estaci¨®n como un joven lograba abrir la puerta. La gente gritaba. Salimos y y¨® sub¨ª a mi casa que est¨¢ al lado de la estaci¨®n para decir que estaba bien. Luego baj¨¦ a ayudar. Entre cuatro personas se llevaban a un hombre inconsciente".
El jefe de estaci¨®n manifest¨® que en la mesa de su despacho hab¨ªan tenido que poner a un hombre que sangraba por la pierna y que dos mujeres hab¨ªan tenido que ser atendidas pues no pod¨ªan respirar. En el suelo de la estaci¨®n se pod¨ªa ver minutos despu¨¦s del accidente un charco de sangre en medio de cristales, trozos de chapa y restos del and¨¦n destrozado.
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