Un juzgado de Barcelona admite una querella de un guardia civil contra otros cinco miembros del Cuerpo por m¨²ltiples irregularidades
El Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 7 de Barcelona ha admitido a tr¨¢mite una querella criminal contra tres jefes y dos n¨²meros de la Guardia Civil, por presuntas irregularidades cometidas en el desempe?o de sus funciones. La acci¨®n judicial ha sido instada por un sargento del mismo cuerpo, Samuel Carrillo C¨¦spedes, que actualmente se encuentra separado del servicio activo y procesado por tres causas, que se encuentran pendientes de juicio.La querella de Samuel Carrillo explica una serie de hechos supuestamente irregulares, entre los que destaca una presunta detenci¨®n ilegal llevada a t¨¦rmino por "amistad" con una tercera persona y la pretendida utilizaci¨®n de un nombre falso por parte de un n¨²mero de la Guardia Civil, al tratar de vender un arma a un delincuente. Altos mandos de la Guardia Civil de Barcelona, que fueron consultados ayer por este diario sobre el tema, no quisieron pronunciarse oficialmente.
Las diligencias previas que se han empezado a instruir en el juzgado se remontan a 1981, cuando la Guardia Civil de Barcelona abri¨® un expediente sobre las actividades profesionales de uno de sus miembros, el sargento Samuel Carrillo C¨¦spedes del Servicio de Informaci¨®n del 41 Tercio. Los datos recogidos por la propia Guardia Civil fueron remitidos al juzgado de guardia, que inici¨® de esta manera la instrucci¨®n de cuatro sumarios -113, 114, 115 y 116 de 1981- en el juzgado n¨²mero 1, que en aquella ¨¦poca presid¨ªa el magistrade, juez Adolfo Fern¨¢ndez Oubi?a.
Una brillante hoja de servicios
Sobre el sargento Samuel Carrillo C¨¦spedes, que pose¨ªa hasta entonces una brillante hoja de servicios, recayeron las acusaciones de cohecho, paso ilegal de frontera y de haber colaborado en la implantaci¨®n de las rifas clandestinas y en el contrabando e instalaci¨®n de las m¨¢quinias tragaperras. Pero sobre todo a Samuel Carrillo se le criticaba sia presunta vinculaci¨®n con las ac¨².vidades que ven¨ªan desarroll¨¢ndose en dos establecimientos de I'Hospitalet y Matar¨®, relacionadas con la prostituci¨®n y el juego climdestino, y por considerar que controlaba un sector del juego ilegal en Barcelona.Meses antes de que Samuel Carrillo se viera envuelto en este procedimiento judicial, el sargento hab¨ªa prol.agonizado junto con otros compa?eros la detenci¨®n de los atracadores del Banco Hispano-Americano de la calle de Caspe de Barcelona, en junio de 1979. Estas detenciones, junto con el descubrimiento del fraude perpetrado en nombre de la casa de relojes Longines, hab¨ªan convertido su hoja de servicios en una de las m¨¢s brillantes del cuerpo.
A pesar de ello, y de manera provisional, mientras el juez investigaba las presuntas irregularidades, el sargento de la Guardia Civil fue arrestado, permaneciendo durante cuatro meses en la sala de banderas del acuartelamiento de San Pablo de Barcelona. Posteriormente el sargento fue trasladado a su domicilio, donde continu¨® arrestado durante otros dos meses.
Dispuesto a "lavar su nombre"
La investigaci¨®n en tomo a Samuel Carrillo C¨¦spedes culmin¨® meses m¨¢s tarde cuando la secci¨®n cuarta de la Audiencia Provincial de Barcelona examin¨® los sumarios instruidos contra ¨¦l, por tratarse de persona aforada, y dict¨® tres autos de procesamiento, sobresey¨¦ndose una de las acusaciones.Simult¨¢neamente, la Direcci¨®n de la Guardia Civil decidi¨® separarlo del servicio activo, en espera de que los tribunales penales juz-garan el caso.
El pasado mes de abril Samuel Carrillo resolvi¨® "tirar de la manta" y "lavar su buen nombre". Para ello present¨® en el juzgado de guardia una querella de 18 folios, acompa?ada de abundante documentaci¨®n, en la que acusaba a un comandante, un capit¨¢n, un teniente y dos n¨²meros de la Guardia Civil de presuntas irregularidades cometidas en tomo a la investigaci¨®n de su caso y con las que pretende desvirtuar las acusaciones mantenidas contra ¨¦l. Asimismo la querella hace referenc¨ªa-a la supuesta actuaci¨®n irregular de cuatro delincuentes habituales, que en su d¨ªa testificaron en las causas abiertas contra Samuel Carrillo.
El juzgado de instrucci¨®n ha unido a la querella y a la documentaci¨®n aportada por el sargento Samuel Carrillo algunos de los testimonios aportados por la propia comandancia, que han sido calificados de "incompletos" por la parte querellante y que han motivado. que el juez se dirigiera a los responsables del cuerpo con un oficio en el que reclama que sin m¨¢s dilaciones se remita "toda la documentaci¨®n" del expediente Samuel Carrillo.
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