Caos y desconcierto en el Instituto Anat¨®mico Forense ante el n¨²mero de cad¨¢veres

El Instituto Anat¨®mico Forense fue escenario ayer de una situaci¨®n ca¨®tica, fruto del desbordamiento de los servicios y de la falta de un plan para atender la llegada de los cad¨¢veres en caso de cat¨¢strofe y la presencia de las numerosas personas que durante varias horas tuvieron que esperar, presas del nerviosismo y la incertidumbre, noticias sobre la suerte de sus familiares y amigos. Frente a los llantos, escenas de histeria, protestas y ruegos, el personal del centro se vio incapaz de atender al p¨²blico y de tomar los datos que ¨¦ste facilitaba para las identificaciones. Los cad¨¢veres fueron colocados en salas y pasillos. Hasta mediod¨ªa, siete horas y 15 minutos despu¨¦s de que comenzara el rescate de las v¨ªctimas, no se conocieron los primeros nombres de fallecidos.Las operaciones de auxilio y rescate comenzaron a las 4.45 horas, nada m¨¢s recibirse una llamada de aviso en el parque central del Cuerpo de Bomberos, en la calle Imperial. De aqu¨ª, y del parque de la plaza de Manuel Becerra, partieron las primeras dotaciones, can autobombas y otros veh¨ªculos especializados.

Los polic¨ªas municipales y los bomberos que se desplazaron a la zona, pocos minutos despu¨¦s de haberse declarado el incendio, lograron romper la verja met¨¢lica de doble hoja que imped¨ªa la salida de los ocupantes de la discoteca por el acceso principal y comenzar el rescate de las personas que a¨²n se hallaban en el interior. Algunos de los supervivientes criticaron la actuaci¨®n de los polic¨ªas municipales, por impedir a la gente que volviera a entrar para ayudar en las tareas de socorro. Mientras tanto, fueron llegando ambulancias municipales y del servicio de urgencia de la Seguridad Social. Junto a varios veh¨ªculos policiales, comenzaron a retirar, por orden de un oficial de la Polic¨ªa Nacional, los cad¨¢veres para su traslado a centros hospitalarios y luego al Instituto Anat¨®mico.

Algunos conductores de ambulancias criticaron la falta de coordinaci¨®n y las ¨®rdenes contradictorias de los primeros momentos. Un conductor de ambulancia que lleg¨® con uno de los primeros cad¨¢veres rescatados al Instituto tuvo que regresar al Hospital Cl¨ªnico, al exig¨ªrsele una orden judicial para poder depositar el cuerpo. Luego, cuando se aclar¨® la situaci¨®n y el juez autoriz¨® el ingreso de cad¨¢veres en el Instituto Anat¨®mico, hacia las siete de la ma?ana, se llegaron a juntar frente al centro 17 autom¨®viles de polic¨ªa y 11 ambulancias, cada veh¨ªculo con un fallecido en el siniestro.

Familiares y amigos de los que, supuestamente, se encontraban en la discoteca comenzaron, al conocer la noticia del incendio, un peregrinaje por los hospitales Provincial, Cl¨ªnico, Cruz Roja, Primero de Octubre, La Paz y la Casa de Socorro del Retiro, donde fueron trasladados los heridos. El Instituto Anat¨®mico Forense hizo un llamamiento por radio a los familiares de presuntos fallecidos para que se presentaran all¨ª, con objeto de colaborar en la identificaci¨®n de las v¨ªctimas.

Fue necesario llamar a los m¨¦dicos forenses de todos los juzgados mientr¨¢s el n¨²mero de ingresados aumentaba. Poco antes del mediod¨ªa y cuando una de las empleadas inform¨® que la lista con los primeros nombres identificados se expondr¨ªa en el Gobierno Civil, la tensi¨®n se desat¨® y comenzaron lo! gritos: "No nos movemos de aqu¨ª. Queremos la lista ahora". Minutos despu¨¦s y en medio de llantos se le¨ªan en voz alta los, primeros nombres.