Los africanos lusohablantes ponen a prueba sus deseos de cooperacion

Durante dos d¨ªas (hoy, domingo, y ma?ana, lunes), los jefes de Estado de los cinco pa¨ªses africanos de lengua portuguesa, Jos¨¦ Eduardo Dos Santos, (Angola), Samora Machel Dem (Mozambique), Ar¨ªstides Pereira (Cabo Verde), Manuel Pinto da Costa (Santo Tom¨¦) y Pr¨ªncipe y Nino Vieira (Guinea Bissau), analizan en Bissau el estado actual de la cooperaci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica entre los cinco pa¨ªses, valorando los progresos real¨ªzados desde la anterior cumbre celebrada en septiembre del a?o pasado en Praia, capital de Cabo Verde.

Esta cuarta cumbre estuvo precedida por una conferencia ministerial, en la cual se abord¨® el tema de Timor Este, siendo apuntada la necesidad de estrechar los lazos culturales y econ¨®micos entre las cinco naciones.En la conferencia ministerial particip¨® una delegaci¨®n del Frente Revolucionario de Timor Este Independiente (Fretilin), movimiento que se opone militarmente a la ocupaci¨®n indonesa de esa antigua colonia portuguesa y que goza del reconocimiento de las cinco naciones.

Los pa¨ªses que se re¨²nen en Bissau tienen bastantes puntos en com¨²n. Colonizados por la misma metr¨®poli, Portugal, acceden a la independencia en el mismo a?o, 1975, excepto Guinea Bissau, que de hecho ya era inde pendiente desde 1973. Todos ellos propiciaron, en gran medida, el golpe de abril de 1974, que les liber¨® a ellos y al pueblo por tugu¨¦s. Actualmente, a ocho a?os de sus respectivas independencias, los cinco pa¨ªses se en cuentran con graves problemas pol¨ªticos y econ¨®micos.

Dos de ellos, precisamente Angola y Mozambique, los m¨¢s cercanos a Sur¨¢frica, deben enfrentarse militarmente a las incursiones de movimientos prosurafricanos (Unita en Angola, y el MNR en Mozambique), estando tambi¨¦n parte del sur angolano ocupado por tropas del r¨¦gimen de Pretoria.

Econ¨®micamente, estas cinco naciones van de mal en peor. La guerra en Angola y Mozambique, la incapacidad para sustituir la estructura econ¨®mica colonial y las sequ¨ªas prolongadas han convertido a todos ellos en dependientes de la ayuda internacional, sin vislumbrarse una recuperaci¨®n a corto plazo.