Estados Unidos y Francia, arrastrados hacia su implicacion directa en la guerra de L¨ªbano

Estados Unidos y Francia, los dos principales miembros de la fuerza multinacional occidental destacada en Beirut, se est¨¢n paulatinamente dejando arrastrar, cada uno a su manera, en una guerra que convierte a sus contingentes de pacificaci¨®n en nuevas facciones implicadas en la interminable contienda civil libanesa. Por cuarta vez consecutiva en lo que va de mes, buques de guerra norteamericanos bombardearon ayer bater¨ªas antia¨¦reas sirias en los montes situados al este de Beirut. La artiller¨ªa siria, por su parte, abri¨® fuego contra dos aviones norteamericanos F-14 Tomcat desde las inmediaciones de los montes de Metn.

Los 1.300 marines que te¨®ricamente custodian el aeropuerto de la, capital son bombardeados casi a diario por las bater¨ªas de la artiller¨ªa de las milicias chiita y drusa, hasta la conclusi¨®n el viernes de un nuevo alto el fuego, mientras los 2.000 paracaidistas franceses son atacados con la misma frecuencia cuando efect¨²an patrullas en los barrios bajo su control.Hace una semana, una caravana de veh¨ªculos militares galos cay¨®, por primera vez, en una aut¨¦ntica emboscada perfectamente organizada, cuando seis francotiradores abrieron fuego simult¨¢neamente, con sus fusiles de asalto Kalashnikov, contra el convoy, atrapado en un gran atasco Ycarente de cualquier posibilidad de huida, mientras los paracaidistas se defend¨ªan disparando con parsimonia para no alcanzar a los transe¨²ntes. Un soldado -pudieron ser decenas- muri¨® en este espectacular atentado, que marca un nuevo hito de la violencia antifrancesa.

Ante la multiplicaci¨®n desde septiembre de los ataques contra su contingente, Washington ha optado por instalar a sus infantes de marina en fortificaciones alrededor del aer¨®dromo, reduciendo as¨ª su vulnerabilidad pero desvi¨¢ndolos de su misi¨®n inicial, consistente en proteger a la poblaci¨®n de una determinada zona.

Paralelamente, los jefes militares norteamericanos -el general Jim Joy y el contraalmirante Jerry Tuttle- disponen ahora de una total autonom¨ªa para replicar a los disparos con los medios que juzguen apropiados, incluida la artiller¨ªa de los 30 barcos de la VI Flota que navegan en el Mediterr¨¢neo oriental, siempre y cuando las bocas de fuego enemigas est¨¦n situadas en territorio liban¨¦s y no sirio, seg¨²n revel¨® el mi¨¦rcoles el propio Caspar Weinb¨¦rger, secretario de Defensa de EE UU.

El destacamento franc¨¦s, que ejerce sus funciones en una zona mucho m¨¢s urbanizada, sigue, por su parte, efectuando patrullas y asesora al Ej¨¦rcitei regular liban¨¦s en sus controles callejeros, pero Par¨ªs estudia ahora su posible redespliegue para exponer menos a sus soldados y oficiales, muy descontentos por no poder adoptar una actitud abiertamente ofensiva.

Misi¨®n sin sentido

"Nuestra misi¨®n carece de sentido", afirmaba a mediados de semana un oficial de alto rango, que pidi¨® permanecer en el anonimato. "O arrasamos los escondites de nuestros agresores o hacemos las maletas y volvemos a casa, pero no podemos continuar as¨ª", prosigui¨® el oficial, mientras algunos de sus compa?eros han expresado el deseo de poder realizar un ataque sorpresa contra alguna casa de los barrios chiitas de la periferia meridional, cuya entrada est¨¢ vetada al Ej¨¦rcito regular liban¨¦s y donde sospechan que se han cobijado los terroristas.

"Lejos de apaciguar los temores de los civiles palestinos y libaneses, nuestra presencia en la v¨ªa p¨²blica les preocupa hasta el punto de que intentan alejarse de nosotros cuando nos ven, para evitar ser v¨ªctimas de un posible atentado", explica otro oficial.