Shogun, 'a la sombra'

El resultado de las elecciones japonesas tiene un extraordinario parecido con el de las italianas de hace unos a?os. Un partido hegem¨®nico sigue ganando elecciones, pero empieza a hacerlo con una visible p¨¦rdida de resue?o. No hay alternativa previsible, pero la apertura a sinistra, ya que no el compromiso hist¨®rico, podr¨ªa no andar lejos.La derrota relativa del Partido Liberal Dem¨®crata, que dirige Yasuhiro Nakasone, tiene como consecuencia inmediata la continuaci¨®n del proceso electoral, pero ahora en el interior de la propia formaci¨®n gobernante. La p¨¦rdida de la mayor¨ªa absoluta en la Dieta, aunque no ponga en peligro la continuaci¨®n del PLD en el poder, s¨ª supone un perceptible terremoto para la supervivencia del propio Nakasone.

El PLD es una federaci¨®n de intereses, muy similar al de la Democracia Cristiana en Italia, en el que unos jefes de fila pignoran la lealtad de sus diputados contra parcelas de poder en la gobernaci¨®n del Estado, y los resultados del domingo implicar¨¢n algun tipo de realineamiento contra un primer ministro que no s¨®lo carece de una facci¨®n propia que le respalde sino que obtiene su apoyo del centenar largo de parlamentarios que segu¨ªan al ex jefe de Gobierno Kakuei Tanaka en la anterior legislatura, y que a pesar de haber sido abrumadoramente reelegido en su circunscripci¨®n de Niigata, resulta el gran derrotado en la sombra de estas elecciones.

La lucha electoral habr¨¢ de reproducirse ahora en el seno del PLD, aunque no abiertamente con urnas y campa?a sino entre bastidores, con esa laboriosa b¨²squeda del consenso que haga innecesario el enfrentamiento tan peculiar de la pol¨ªtica japonesa.

Aunque Nakasone se mantenga moment¨¢neamente en el poder, podr¨ªa haber llegado la hora de su relevo en la persona de alguno de los adversarios de Tanaka, que, como el ex primer ministro Takeo Fukuda, se presentan como los campeones de la lucha contra la corrupci¨®n y la proximidad c¨®mplice del mundo de los, grandes negocios.

El electorado ha expresado con el aumento de la abstenci¨®n y la disminuci¨®n de su apoyo al PLD su disgusto hacia las pr¨¢cticas del tanakismo sin inclinarse, por ello, a favor de otra alternativa. En el complicado ovillo de la pol¨ªtica japonesa eso equivale a una cierta v¨ªa libre para que se cumpla la sentencia contra Kakuei Tanaka, el llamado shogun en la sombra, condenado a cuatro a?os de c¨¢rcel por aceptar un soborno de dos millones de d¨®lares de la Lockheed norteamericana. El fin del tanakismo podr¨ªa ser el comienzo de la apertura.