Caramelo para Mercedes y f¨²tbol para escepticos
Televisi¨®n Espa?ola emite hoy a las once de la ma?ana, por la primera cadena, el partido de f¨²tbol que ya vimos el pasado mi¨¦rcoles y del cual sali¨® este pa¨ªs revitalizado y furioso. La iniciativa es buena, porque la retransmisi¨®n en directo del mi¨¦rcoles fue un espect¨¢culo para convencidos, mientras que esta emisi¨®n en diferido de hoy se hace, con toda probabilidad, para los esc¨¦pticos que se sentar¨¢n ante el televisor para confirmar, o desterrar, las leves sospechas de tongo que animaron el aire benevolente de Espa?a a ra¨ªz del 12-1 que marc¨® el resultado final del encuentro entre los halcones espa?oles y las palomas maltesas.Los esc¨¦pticos que el mi¨¦rcoles no pudieron rebobinar sus emociones frente a la frialdad aparatosa de aquellos goles de prolija improbabilidad tendr¨¢n hoy oportunidad de cerciorarse del alcance real de los despejes defensivos malteses, ver¨¢n m¨¢s de cerca la cara de hijo de Charles Dickens que pon¨ªa Bonello antes de cada uno de los 12 goles de la retah¨ªla y comprobar¨¢n sus sospechas o las desechar¨¢n para bien de la unidad del fervor nacional.
Televisi¨®n hace hoy, pues, un regalo a los esc¨¦pticos y un homenaje a los convencidos. Es como un caramelo de menta antes del turr¨®n final y rotundo de la noche que nos aguarda. La caja tonta revitaliza su conexi¨®n con la realidad y, como dir¨ªa con reiteraci¨®n y alevos¨ªa su risue?o y barbado director general, coloca el espejo en el camino y ve que no hay mejor pascua que la que queremos ver; as¨ª que coloca el partido, convierte a TVE en v¨ªdeo de s¨ª misma, como colocaron un caramelo de menta en la boca de Mercedes Mil¨¢ en su programa Buenas noches del jueves ¨²ltimo.
Si Televisi¨®n Espa?ola -y ese programa en concreto- se tomara m¨¢s en serio la informaci¨®n que debe a los telespectadores y fuera m¨¢s puntual y exacta en la distribuci¨®n de la informaci¨®n de lo que va en los distintos espacios, ese Buenas noches del jueves hubiera tenido una audiencia multimillonaria, porque el atractivo no anunciado de Pl¨¢cido Domingo cantando en la television no es peque?o, aunque se cumpla con reiteraci¨®n en los ¨²ltimos tiempos.
Pero el programa no se convirti¨® en gesta porque actuara en ¨¦l el gran tenor espa?ol acompa?ando al conjunto Mocedades, sino porque hubo dos momentos en la emisi¨®n que por su contraste y por su significado convierten a la se?alada presentadora en un personaje de lujo en la televisi¨®n que vivimos. El primer momento estelar de la noche fue cuando Mercedes Mil¨¢ no pudo reprimir la tos que todo presentador parece guardar tras sus ojos asustados; el entrevistado de ese momento, un ex presidiario que cont¨® su historia dram¨¢tica y conmovedora, le ofreci¨®, como un prestidigitador que adivinara las necesidades de cada momento, un caramelo de menta con el que Mercedes prosigui¨® el programa. La presencia del caramelo en la boca, que daba a las palabras de Mercedes Mil¨¢ un peculiar sonido atrabiliario, fue desde entonces un invitado m¨¢s en el programa. Esa presencia no logr¨® endulzar el instante m¨¢s dram¨¢tico de la noche, cuando la serenidad de la historia del entrevistado se rompi¨® por donde deb¨ªa romperse y el llanto abierto apareci¨® en pantalla.
TVE ofreci¨® a¨²n una sorpresa m¨¢s en esa noche del d¨ªa de la loter¨ªa: Paloma Chamorro hizo en La edad de oro una entrevista ejemplar al inventor de los Sex Pistols. La ocasi¨®n fue buena para contemplar el v¨ªdeo de la creaci¨®n m¨¢s pol¨¦mica de este grupo punk brit¨¢nico: God Save the queen, cuya irreverencia fresqu¨ªsima sali¨® por televisi¨®n como una lengua larga y roja, como un gui?o y tambi¨¦n como un zarpazo. Fue una noche gloriosa en la butaca cenicienta de la v¨ªspera de 1984.
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