Australia recibe a Suecia con muchos nervios en la final de la Copa Davis

Suecia y Australia se enfrentan desde hoy, en Melbourne, en la final de la Copa Davis. Esta es la 40? final en la que participa Australia, muy beneficiada por el sistema de Challenge Round utilizado hasta la ¨²ltima d¨¦cada. Suecia jugar¨¢ su segunda final. En la primera, en 1975 y con Bjorn Borg, venci¨® en Estocolmo a Checoslovaquia por 3-2. Seg¨²n el sorteo efectuado ayer, el australiano de 18 a?os, Pat Cash, se enfrentar¨¢ a Mats Wilander, la principal baza sueca. A continuaci¨®n, jugar¨¢n el local Fitzgerald y Nystrom. Ma?ana, con jugadores distintos, el doble ser¨¢ McNarnee-Edmonson frente a Jarryd-Simonsson, y los ¨²ltimos partidos del mi¨¦rcoles ser¨¢n: Cash-Nystrom y Fitzgerald-Wilander.Un mes antes, Australia era clara favorita debido a que la final se jugar¨¢ en su pa¨ªs y sobre hierba. Sin embargo, y con la idea de adaptarse a este tipo de canchas, los suecos han jugado durante cinco semanas en Australia, con la sorpresa de que Wilander gan¨® el Open de Australia, y Nystrom el torneo de Sydney. La tranquilidad del equipo sueco, que se dedica a entrenar y a disfrutar del verano australiano, contrasta con los nervios del equipo anfitri¨®n. Mientras los suecos han mejorado d¨ªa a d¨ªa su juego sobre hierba, los australianos demuestran estar en una baja forma preocupante en los entrenamientos.

En Australia ya se han hecho todos los c¨¢lculos. Los dos puntos de Wilander se dan por perdidos. "Nunca le hab¨ªa visto jugar tan bien", coment¨® el entrenador sueco, que a¨²n no ha decidido si el otro individual lo jugar¨¢ Jarryd, que ha venido jugando como n¨²mero dos, o Nystrom, que gan¨® en Sydney sobre hierba. Contando con esos dos puntos, los australianos ponen todas sus esperanzas en el doble. Edmonson y McNamee son una de las mejores parejas del mundo sobre hierba. Pero esta vez tendr¨¢n una dura r¨¦plica. Hans Simonsson y Anders Jarryd, en s¨®lo dos a?os de jugar juntos, han logrado convertirse en la segunda mejor pareja de la clasificaci¨®n mundial, tras Peter Fleming y John McEnroe. En este partido de dobles tendr¨¢ una influencia sentimental el australiano Roy Emerson, uno de los mejores jugadores de la historia de su pa¨ªs. Emerson fue el entrenador que ense?¨® como se debe jugar en dobles a los suecos Jarryd y Simonsson.

Australia no ve claro el triunfo, de su equipo. Los buenos tiempos del tenis de este pa¨ªs quedaron atr¨¢s. Desde la retirada de la generaci¨®n de los dioses Laver, Newcombe, Rosewall y Emerson, no ha surgido ning¨²n jugador que haya sido capaz de luchar contra los mejores. La ¨²ltima aportaci¨®n ha sido Pat Cash, un joven maleducado de 19 a?os, con un car¨¢cter en la pista que le esrecriminado por sus propios compatriotas.

Mientras los australianos dudan de sus posibilidades a cada minuto que pasa, los suecos se divierten entrenando. Los cuatro son ya grandes amigos y forman un bloque compacto. Juntos van al zool¨®gico de Melbourne para posar en unas fotos publicitarias y, juntos, ven el v¨ªdeo de la semifinal del Open de Australia en la que Wilander derrot¨® a McEnroe. Mats a¨²n no se lo cree.