Brazos desnudos

La revisi¨®n del per¨ªodo mexicano de Luis Bu?uel, aunque tambi¨¦n puede servir para atemperar entusiasmos exagerados, de esos que el propio cineasta ridiculiza en sus memorias al, comentar con lucidez y humor sus pel¨ªculas, es un repaso que permite comprobar la solvencia narrativa de Bu?uel y su inteligencia en la direcci¨®n de actores, logrando unos productos muy bien acabados, de una extra?a coherencia. Son capaces de integrar sin chirridos el follet¨ªn m¨¢s" desaforado, con secuencias c¨®micas excelentes -Don Quint¨ªn el amargao es mod¨¦lica en este sentido, y todo el fragmento de la disputa provocada por una aceituna impertinente es extraordinario-, de poner de relieve la cara oculta del esp¨ªritu, del serial radiof¨®nico o el sentido profundo de ciertas construcciones melodram¨¢ticas -Susana es una gran demostraci¨®n de lo que se puede hacer con un material de base que, en principio, hab¨ªa, que calificar como imposible.

El viril Armend¨¢riz

El bruto plantea de nuevo el juego en campo contrario, y de nuevo los contraataques bu?uelianos derrotan al rival. Para saber cu¨¢les eran las t¨¢cticas imperantes en la industria mexicana lo mejor es el testimonio de Mi ¨²ltimo suspiro, que explica que "Pedro Armend¨¢riz disparaba de vez en cuando su rev¨®lver en el interior del estudio y se negaba en¨¦rgicamente a llevar camisas de manga corta, las cuales, dec¨ªa, estaban hechas para los pederastas".

Y si unos brazos desnudos ensombrec¨ªan la virilidad de un gal¨¢n, tambi¨¦n exist¨ªan palabras tab¨²es. ?s¨ª, elpropio Armend¨¢riz, mientras tapa la boca a una huerfanita para que no grite, le susurra pidiendo ayuda para librarse del pu?al que lleva clavado en la espalda. La frase exacta que ten¨ªa que pronunciar Armend¨¢riz era: "Arr¨¢ncame eso que llevo ah¨ª detr¨¢s". Se neg¨® en redondo, ya que un macho como ¨¦l no pod¨ªa emplear el t¨¦rmino "detr¨¢s", y mucho menos relacion¨¢ndolo con algo clavado. "Por regla general, regla que, conoce felices excepciones, un actor mexicano no har¨ªa nunca en la pantalla lo que no har¨ªa en la vida".

La conclusi¨®n es del director aragon¨¦s y es la ant¨ªtesis de su cine, de un cine entendido como acto de libertad, de creaci¨®n, de plasmaci¨®n de obsesiones o sue?os. De ah¨ª, de ese enfrentamiento entre lo que unos quieren esconder y lo que otro quiere poner en evidencia, extrae su fuefta buena parte del cine mexicano.

Pel¨ªculas como El bruto, que hoy se programa en el ciclo, permiten al espectadoer espa?ol tener un mayor conocimiento de la etapa mexicana de Bu?uel, que en nuestro pa¨ªs est¨¢ ¨²nica y parcialmente ident¨ªficada con t¨ªtulos como Nazar¨ªn, Los olvidados o Sim¨®n en el desierto, que estas dos ¨²ltimas pel¨ªculas ya se han pasado en el ciclo.