"C¨®mo empez¨® el futuro" convierte a Glenn en rival pol¨ªtico del dem¨®crata Mondale
C¨®mo empez¨® el futuro, la pel¨ªcula sobre los primeros astronautas del proyecto Mercury, ha situado a John Glenn como el mayor rival de Mondale de cara a la nominaci¨®n dem¨®crata. El filme, basado en el libro hom¨®nimo de Tom Wolfe, relata los comienzos de la aventura espacial en Norteam¨¦rica, y su director, Philip Kaufman reconstruye en las tres horas que dura el largometraje los ambientes que rodearon a los primeros hombres espaciales.
C¨®mo empez¨® el futuro, basada en el libro hom¨®nimo de Tom Wolfe, relata los comienzos de la aventura espacial, abarcando un per¨ªodo que va desde la inmediata posguerra, cuando en la remota base a¨¦rea de Murdoc, en el desierto de Mojave, el 14 de octubre de 1947 el capit¨¢n Chuck Yeager rompe la barrera del sonido a bordo del Bell X- 1, hasta que el mismo Yeager debe lanzarse en paraca¨ªdas en diciembre de 1963, cuando pierde el control de su NF-104 a m¨¢s de 30.000 metros de altura. Entre estos dos acontecimientos se desarrolla el proyecto Mercury, la carrera por poner un hombre en el espacio, en la que los americanos, en plena paranoia de la guerra fr¨ªa, van siempre un paso detr¨¢s de los rusos. Por esta raz¨®n, la opini¨®n p¨²blica y los medios de comunicaci¨®n convierten de inmediato en h¨¦roes a los siete pilotos de pruebas que han sido seleccionados para esta misi¨®n.Para los que conocen el texto de Wolfe, hay que decir que las m¨¢s de tres horas en que ha quedado condensado en celuloide hacen honor a su esp¨ªritu, aunque dulcifican sus aspectos m¨¢s cr¨ªticos, especialmente los relacionados con quien ha salido m¨¢s beneficiado, el actual senador John Glenn, candidato a la denominaci¨®n dem¨®crata para las elecciones presidenciales del a?o que viene.
Philip Kaufman, el director, cuyo filme m¨¢s conocido hasta la fecha era The invasion of the body snatchers, admite a priori que ha querido hacer una pel¨ªcula sobre h¨¦roes, una obra que propone una serie de valores que, seg¨²n ¨¦l, hab¨ªan quedado olvidados en el desv¨¢n; y aunque en parte. lo consigue, la irreverencia de ciertos detalles distancia al filme de las, cl¨¢sicas sagas militares del pasado. El tono de comedia y carnaval que rodea el proceso de selecci¨®n, entrenamiento y preparaci¨®n de los astronautas y los primeros vuelos espaciales contrasta con las escenas en el desierto, donde el hombre que posee la patente del Right Stuff, el coronel Chuck Yeager, que no ha sido seleccionado por no poseer un t¨ªtulo universitario, encarna la vieja imagen del h¨¦roe autosuficiente del Oeste; en este caso, de la ¨²ltima frontera: el espacio.
Sam Shepard es quien se encarga de llevar a la pantalla a Yeager, en una magistral actuaci¨®n que recuerda a los larguiruchos y silenciosos h¨¦roes que dibujara Gary Cooper en sus mejores momentos. De entre los astronautas, dos actores destacan por encima M rdsto: Ed Harris, en el papel de Glenn, el puritano, el ambicioso que desde el primer momento se las arregla para aparecer ante la prensa como el l¨ªder del grupo, y Scott Glenn, como Alan Shepard, quien, a la postre, le desplazar¨¢ del honor de ser el primer norteamericano en salir al espacio.
Reconstrucci¨®n perfecta
Como documento de una ¨¦poca brillante, en la que este pa¨ªs todav¨ªa cre¨ªa que todo era posible, C¨®mo empez¨® el futuro cumple de maravilla su objetivo, ofreciendo un retrato casi perfecto de aquellos a?os. El realismo del filme llega a su m¨¢xima expresi¨®n en aquellas escenas en las que el metraje actual del director de fotograf¨ªa, Caleb Deschanel, tiene que encajar con el proveniente de los documentales reales filmados por la NASA (Administraci¨®n Nacional para la Aeron¨¢utica y el Espacio) en su momento. Para ello se reconstruyeron exactamente los interiores tal y como aparec¨ªan en el documental.Una escena en la que el presidente Kennedy recibe a Alan Shepard tras su primer vuelo requiri¨® la reconstrucci¨®n del jard¨ªn de las rosas de la Casa Blanca, y para reproducir la gran recepci¨®n que la ciudad de Nueva York tribut¨® a John Glenn, un desfile similar se organiz¨® en el distrito financiero de San Francisco en horas de oficina. Las se?ales de las calles tuvieron que ser pintadas de amarillo y falsas bocas de metro se instalaron en las calles.
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