1984, el a?o de la apertura pluripartidista
El a?o 1984 ser¨¢ para Tunicia, en gran medida, un a?o de aniversarios y de puntos de partida. El presidente Habib Burguiba cumplir¨¢ 82 a?os. Su partido, el socialista Neo Destur, celebrar¨¢ en marzo el quincuag¨¦simo aniversario de su fundaci¨®n y el vig¨¦simo s¨¦ptimo de monopolio de la escena pol¨ªtica tunecina. En abril, el primer ministro, Mohamed Mzali, habr¨¢ cumplido cuatro a?os al frente del Gobierno.Junto a tantas efem¨¦rides claves, 1984 debe ser el primer a?o de funcionamiento efectivo del pluripartidismo admitido oficialmente por el presidente Habib Burguiba desde el 19 de noviembre pasado, y llevado a la pr¨¢ctica por primera vez el 16 de diciembre con la celebraci¨®n del primer congreso legal del Movimiento de los Dem¨®cratas Socialistas de Ahmed Mestiri, el hombre que, con su grupo, aspira a constituir la alternativa democr¨¢tica al burguibismo.
El alcance de la democratizaci¨®n se har¨¢ evidente a lo largo de este a?o. S¨®lo tres partidos pol¨ªticos funcionan legalmente en Tunicia adem¨¢s del oficial socialista Neo Destur: el comunista, legalizado en julio de 1981, despu¨¦s de 20 a?os de prohibici¨®n; el MDS de Ahmed Mestiri y el Movimiento de Unidad Popular I.
Varios partidos quedan, sin embargo, fuera de ese liberalismo, por el momento, aunque el primer ministro ya ha opinado que la liberalizaci¨®n debe alcanzar a todos. Entre ¨¦sos, la Agrupaci¨®n Nacional ?rabe de Tunicia, el Movimiento de Tendencia Isl¨¢mica, la Agrupaci¨®n Socialista de Tunicia, el Movimiento de Unidad Popular II, del proscrito ex ministro de econom¨ªa y propulsor del cooperativismo de los a?os sesenta, Ahmed Bensalah, y otros varios peque?os grupos m¨¢s radicales, como el Amel el Tunsi (el Trabajador Tunecino), que a¨²n no han recibido la aprobaci¨®n del presidente.
Otro partido m¨¢s, nacido al socaire de la liberalizaci¨®n, la Agrupaci¨®n Socialista Progresista de Ahmed Nejib Chabbi, constituido el 13 de diciembre pasado, ya ha conocido un principio de legalizaci¨®n al responder favorablemente el Gobierno a la petici¨®n que le formul¨® de publicar un semanario.
Esta liberalizaci¨®n no va a limitarse a los partidos pol¨ªticos, sino que ser¨¢ extensiva al mundo sindical. El mayor afectado ser¨¢ la Uni¨®n General de Trabajadores Tunecinos (UGTT), cuyo secretario general, Habib Achur, ya se ha declarado contrario a la aparici¨®n del nuevo sindicato.
Los siete miembros del bur¨® ejecutivo de la UGTT, que fueron expulsado el pasado mes de noviembre por oponerse a la direcci¨®n personalista y "a la dictadura interna" ejercida en la UGTT por Habib Achur, han creado un nuevo sindicato, la Uni¨®n Nacional de Trabajadores Tunecinos (UNTT), que ya cuenta con numerosas afiliaciones, procedentes de la UGTT, en ciudades tan importantes como Kairuan, Beja, Sfax, Nabiul, Bizerta, T¨²nez y Zagu¨¢n. Sedok Besbes, otro l¨ªder de la UGTT, mantiene viva la contestaci¨®n interna contra Habib Achur, aunque, seg¨²n ¨¦l, "a la dictadura de Achur hay que combatirla desde el interior de la UGTT y no creando nuevos partidos".
Otra de las cuestiones de primera importancia que han de resolverse en este a?o de 1984 es la ruda lucha por el poder en el seno del propio burguibismo.
La destituci¨®n del ministro del Interior, Dris Guga, el pasado 7 de enero, ha sido interpretada como un episodio m¨¢s de la aspiraci¨®n del primer ministro, Mohamed Mzali, desde que se hizo cargo del Gobierno en abril de 1980, de constituir un equipo homog¨¦neo y adicto.
Antes de Dris Guga perdieron sus carteras el ministro de Finanzas, Mansur Moalla, destituido por Mzali en junio de 1983; el ministro de Econom¨ªa, Abdelaziz: Lasram, que dimiti¨® en octubre pasado por oponerse a la pol¨ªtica econ¨®mica de Mzali; el ministro de Equipamiento y hombre fuerte del partido PSD, Mohamed Sayagh, destituido en noviembre de 1983 por oponerse firmemente a la apertura democr¨¢tica.
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