Cinco pa¨ªses centroamericanos se comprometen a efectuar un inventario de instalaciones militares con vistas al desarme
Cinco pa¨ªses centroamericanos se comprometieron el pasado fin de semana, durante una reuni¨®n celebrada en Panam¨¢ bajo los auspicios del grupo de Contadora, a realizar antes del 30 de abril un inventario de los armamentos y las instalaciones militares que existen en su territorio con el fin de discutir m¨¢s adelante un efectivo desarme regional. Entre los acuerdos destaca la elaboraci¨®n de un censo de asesores extranjeros, con miras a su reducci¨®n gradual, y el compromiso de poner t¨¦rmino a toda colaboraci¨®n con organizaciones guerrilleras que pretendan derrocar a otros Gobiernos.
El lenguaje de Contadora desciende as¨ª de la filosof¨ªa moral al terreno de lo concreto, pero este cat¨¢logo de buenos prop¨®sitos carece a¨²n de fuerza ejecutiva. Su aplicaci¨®n depende ¨²nicamente de la buena voluntad de cada Gobierno, de la que no hicieron mucho uso hasta el presente. Los instrumentos jur¨ªdicos capaces de obligar bajo amenaza de sanciones quedaron pospuestos para futuras conferencias.El presidente paname?o, Ricardo de la Espriella, que encabez¨® la presentaci¨®n del texto final -bajo el complicado t¨ªtulo de Normas para la ejecuci¨®n de los compromisos asumidos en el documento de objetivos-, destac¨® que se hab¨ªa dado un paso firme hacia la paz permanente en Centroam¨¦rica. En id¨¦nticos t¨¦rminos se expresaron los cancilleres del grupo de Contadora, aunque ninguno ocult¨® la urgencia de instrumentar tratados internacionales que garanticen el cumplimiento de estos acuerdos.
Sobre el texto que redactaron a mediados de diciembre los cancilleres del grupo de Contadora, se introdujeron algunas correcciones de estilo, aunque se elimin¨® ¨ªntegramente la primera propuesta, que hac¨ªa referencia a una moratoria en la adquisici¨®n de armamentos a partir del 29 de febrero. Esta decisi¨®n qued¨® aplazada hasta que se presente, el 30 de abril, un inventario de arsenales.
Guerra informativa
A pesar de la guerra informativa que se desarroll¨® en los pasillos de la conferencia, y que tuvo como protagonista al ministro hondure?o Edgardo Paz, todos coincidieron en que el debate fue menos caliente de lo acostumbrado. As¨ª lo proclaman las escasas modificaciones introducidas.
Edgardo Paz insisti¨® hasta el ¨²ltimo momento en que el plan alternativo presentado por ¨¦l, con el apoyo de sus colegas de Costa Rica y El Salvador, hab¨ªa servido como base de discusi¨®n. Reiter¨® el canciller guatemalteco que respaldaba este texto, aunque el propio Fernando Andrade lo hab¨ªa desmentido en varias ocasiones.
El af¨¢n de protagonismo del canciller hondure?o, que en todas las reuniones ha tratado de aparecer como el gestor de la paz frente a un supuesto belicismo nicarag¨¹ense, qued¨® esta vez en evidencia. Al finalizar la reuni¨®n declar¨® que los compromisos adquiridos para nada afectan a la realizaci¨®n de las maniobras militares Ahuas Tara III, que, con participaci¨®n de 5.000 soldados norteamericanos, deben iniciarse en marzo, inmediatamente despu¨¦s de la evaluaci¨®n de los ejercicios Ahuas Tara II, que se ejecutan desde agosto.
Los Gobiernos de Honduras y EE UU parecen acogerse a la f¨®rmula de maniobras militares perpetuas para soslayar el compromiso de reducir el n¨²mero de asesores extranjeros. Con caracteres de rabieta, Edgardo Paz afirm¨® que tambi¨¦n Panam¨¢ efect¨²a ejercicios conjuntos con EE UU y que su pa¨ªs no va a renunciar a. convenios suscritos con Washington hace 30 a?os.
A partir de estas posiciones, no caben optimismos sobre el cumpli-, miento de las normas firmadas a ¨²ltima hora del domingo. Las cl¨¢usulas relativas a celebraci¨®n de elecciones libres en cada pa¨ªs con participaci¨®n de todas las opciones pol¨ªticas y la apertura de procesos de reconciliaci¨®n interna est¨¢n a¨²n muy lejos del horizonte pol¨ªtico previsible en Guatemala, El Salvador y Nicaragua, cuyos respectivos Gobiernos rechazan sistem¨¢ticamente todo di¨¢logo con las organizaciones guerrilleras.
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