Ciriaco de Mita presenta su candidatura para la reelecci¨®n al frente de la DC italiana

Ciriaco de Mita acaba de presentar su candidatura para ser reelegido secretario nacional de la Democracia Cristiana (DC), el primer partido pol¨ªtico italiano. El gran descalabro que sufrieron los democristianos en las elecciones de junio del pasado a?o con uno de los resultados m¨¢s negativos de su historia no ha empa?ado la imagen de este dirigente moderado de la DC, probablemente, porque los mismos viejos masdnes del partido se han dado cuenta que, sin De Mita, el revolc¨®n hubiera sido a¨²n m¨¢s grave, como ha comentado alg¨²n observador.

Hasta la gente de la calle se da cuenta de que, en un momento de profunda crisis de credibilidad para todos los partidos de este pa¨ªs, la Democracia Cristiana, que ha mantenido el poder durante 40 a?os, necesita a¨²n con mayor urgencia una reforma dr¨¢stica como la que preconiza su secretario nacional, aun a costa de perder apoyos, si desea mantenerse como fuerza democr¨¢tica clave de ItaliaDe Mita, que es un hombre poco propenso a la publicidad, pero ciertamente el secretario m¨¢s preparado intelectualmente que ha tenido su partido, mezcla de realismo pol¨ªtico por su formaci¨®n milanesa y de fantas¨ªa meridional dada por su tierra de nacimiento ha lanzado el desario.

Con un discurso de dos horas, en Trento, y con toda una serie de entrevistas concedidas a la Prensa, De Mita ha declarado que est¨¢ dispuesto a seguir la l¨ªnea del partido pero con toda una serie de condiciones y garant¨ªas. Entre ellas, que se pase de un partido "organizado para la gesti¨®n del poder" a otro nuevo que sea "expresi¨®n de la sociedad". Un partido, dice De Mita, en el que hay que sustituir a cuantos "entristecidos por la pereza permanecen inm¨®viles"; un partido que debe ser "un desario de izquierdas" y no "conservador". De Mita define esa opci¨®n de izquierdas como una "expresi¨®n de libertades hist¨®ricamente maduras" y como "proceso continuo de evoluci¨®n de la sociedad".

En lo que se refiere al Gobierno, seg¨²n De Mita, las dos grandes fuerzas capaces a¨²n hoy de gobernar a Italia son su partido, de cu?o occidental, de mercado libre, de reformismo democr¨¢tico y popular, y el Partido Comunista Italiano (PCI), con su propuesta de "tercera v¨ªa hacia el socialismo". De Mita piensa, naturalmente, que el PCI, a pesar de su larga marcha hacia la democracia, a¨²n no ha completado su proceso hist¨®rico de revisi¨®n.

Mientras tanto, l¨®gicamente, los socialistas llevan adelante su batalla para convertirse en esa fuerza central de la democracia que ha venido ocupando desde siempre el partido de De Mita, que el mes pr¨®ximo celebra su congreso nacional, en el que, hasta ahora, no tiene rivales, por lo menos declarados. Y quien fue apellidado el "nuevo Craxi democristiano", en el momento de la elecci¨®n como secretario general del partido, sigue siendo hoy el hombre m¨¢s peligroso y temido pol¨ªticamente por el Partido Socialista de Italia.