?Un rector independiente?

Una de las primeras calamidades con que amenaza este orwelliano 1984 es la elecci¨®n de un rector independiente para la Complutense: un grupo de presi¨®n, vertebrado por una Asociaci¨®n de Catedr¨¢ticos y Profesores Titulares ha emprendido ruidosa campa?a (para suplir con ruidos los votos que les faltan). Piden, contra Bustelo, un rector independiente; pol¨ªticamente independiente.La asociaci¨®n mencionada tiene un car¨¢cter marcadamente conservador. La integran profesores numerarios -no los m¨¢s ni los mejores- que defienden crispadamente sus intereses corporativos (dos de las principales querellas contra el Ministerio y el Rectorado son las incompatibilidades y el control de asistencia a clase), y est¨¢ ligada al Opus Dei o Hermandad de la Santa Cruz, que, una vez m¨¢s, pone en marcha su proyecto que no cesa de conquista de la Universidad. La virulencia anti Bustelo deriva en parte de la frustraci¨®n que produce en estos sectores la LODE.

La gesti¨®n de Bustelo ha sido m¨¢s positiva en sus aspectos formales que en sus aspectos sustanciales. Por primera vez desde la guerra civil, la gesti¨®n de un rector, de la Complutense ha sido transparentemente democr¨¢tica. Pero no ha querido o no ha podido realizar todos los cambios que esper¨¢bamos los que le votamos. El poder de los cuerpos institucionales -docentes y no docentes- sigue intacto. Por eso vuelven a levantar la cabeza para que los cambios que no se han realizado no se realicen.

La candidatura de un rector independiente va en ese sentido. Para que la Universidad est¨¦ m¨¢s atenta a la defensa de los intereses corporativos (la Universidad es una pista para la carrera acad¨¦mica y la carrera acad¨¦mica es una plataforma para las carreras profesional y pol¨ªtica) que al desarrollo de la producci¨®n intelectual de los profesores y el aprendizaje de los alumnos. La estructura de la Universidad es piramidal: s¨®lo se accede a ella y s¨®lo se promociona en ella por cooptaci¨®n de los que ocupan los escalones m¨¢s altos. El hecho de que la Universidad acceda a la autonom¨ªa sin haber cambiado limita sus posibilidades de cambio. Lo hemos visto en la elecci¨®n del Claustro Constituyente: adem¨¢s de conceder a los numerarios un peso desproporcionado a su n¨²mero, ¨¦stos tienen poder para condicionar el voto de los numerarios que est¨¢n en un escal¨®n m¨¢s bajo (para subir tienen que concursar) y de los no numerarios (para llegar a numerarios tienen que pasar por una prueba de idoneidad).

La alternativa no es Bustelo s¨ª/no (que acumular¨ªa en el polo anti Bustelo u todos los que, porque se ha pasado o no ha llegado, se distancian de su gesti¨®n). La alternativa es estancamientolcambio de la Universidad. Para que no sigan los estancados es necesaria la integraci¨®n de todos los que apostamos por el cambio (que el cambio sea m¨¢s o menos radical depender¨¢ de la correlaci¨®n de fuerzas), lo que permitir¨ªa la elecci¨®n de un rector que sea motor del cambio (puede ser, pero no tiene necesariamente que ser, Bustelo) y potenciar¨ªa la acci¨®n de ese rector una vez elegido. No olvidemos que este Claustro Constituyente, adem¨¢s de elegir rector, va a redactar los estatutos de la Universidad. / (profesora titular de Ciencias Biol¨®gicas), Jes¨²s Ib¨¢?ez Alonso (catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa) y Joaqu¨ªn Fern¨¢ndez P¨¦rez (profesor de Ciencias Biol¨®gicas).