La liberalizaci¨®n del aborto en Portugal compromete la estabilidad del Gobierno Soares

El problema del aborto vuelve a agitar el panorama pol¨ªtico portugu¨¦s y compromete la estabilidad de la coalici¨®n que apoya el Gobierno de Mario Soares. Dos semanas antes del inicio del debate parlamentario sobre el proyecto de ley comunista sobre despenalizaci¨®n, en determinados casos, de la interrupci¨®n voluntaria del embarazo, el Grupo Socialista ha entregado el jueves a la Asamblea de la Rep¨²blica una propuesta alternativa, m¨¢s moderada y pr¨¢cticamente id¨¦ntica a la ley que est¨¢ vigente actualmente en Espa?a.

El proyecto de ley de los socialistas portugueses define, en su pre¨¢mbulo, el aborto como "intr¨ªnsecamente malo", e insiste sobre el hecho de que la reforma propuesta tiene como fin esencial hacer desaparecer el aborto clandestino, practicado muchas veces en condiciones infrahumanas.No se incluyen en el proyecto socialista las condiciones de salud mental de la mujer y las dificultades econ¨®micas de la familia entre las causas justificativas del aborto, que queda restringido a los casos de malformaciones graves del feto, peligro de vida de la gestante y embarazos resultantes de violaciones.

Mario Soares alert¨® al Grupo Parlamentario Socialista de los riesgos que toda forma de liberalizaci¨®n del aborto significa para la estabilidad del Gobierno y de la coalici¨®n con los socialdem¨®cratas, pero dej¨® a los parlamentarios la responsabilidad de acatar o no la resoluci¨®n aprobada en la materia por el Congreso Nacional del partido. La decisi¨®n favorable a la presentaci¨®n del proyecto de despenalizaci¨®n fue adoptada por unanimidad y aclamaci¨®n por el Grupo Socialista, que rechaz¨® una ¨²ltima intervenci¨®n del Grupo Socialdem¨®crata en el sentido de aplazar la presentaci¨®n de la propuesta socialista hasta la pr¨®xima sesi¨®n del Parlamento.

Es obvio que el Partido Comunista, que tom¨® la iniciativa e hizo del aborto uno de sus grandes argumentos parlamentarios, apoyar¨¢ la propuesta socialista, asegurando la existencia de una mayor¨ªa parlamentaria para aprobarla. El Grupo Socialista comete as¨ª, en opini¨®n de los socialdem¨®cratas, dos pecados mortales contra el acuerdo de coalici¨®n: permite la legalizaci¨®n del aborto, que viola la conciencia de muchos socialdem¨®cratas, y acept¨® una alianza impl¨ªcita con los comunistas.

Mario Soares trat¨® de evitar que el problema afecte la estabilidad del Gobierno, trazando una sutil frontera entre las responsabilidades de los miembros de su Gabinete y los problemas de conciencia individual que escapan de las competencias del poder, y acerca de los cuales se niega a imponer a los diputados socialistas una disciplina ajena al dictado de su conciencia. Es dudoso que los socialdem¨®cratas se dejen convencer por estos argumentos.

Dos ministros han anunciado ya su intenci¨®n de dimitir si se liberaliza el aborto: el socialdem¨®crata Rui Machete, ministro de Justicia, y el independiente Ernani Lopes, superministro de Finanzas y hasta ahora hombre fuerte del Gobierno Soares.

Es l¨®gico preguntar si Mario Soares, que dio pruebas suficientes del control que ejerce sobre su partido, no escogi¨® el tema del aborto para colocar en dificultades al Partido Social Dem¨®crata y deshacerse de su ministro de Econom¨ªa. Las divergencias entre los dos hombres han sido frecuentes en los ¨²ltimos tiempos, y el presidente del Gobierno es m¨¢s sensible que Ernani Lopes a la impopularidad de la pol¨ªtica econ¨®mica seguida hasta ahora.