Correr en el asfalto
Tres poderosas empresas estadounidenses crean un circuito mundial de 'millas urbanas', con 56 millones de pesetas en premios y unas previsiones de 185 millones de telespectadores
Eamonn Coghlan, atleta irland¨¦s afincado en Nueva York (3.49.8 en la milla), corri¨® hace tres a?os contra un caballo. Gan¨® aprovechando la lenta salida del caballo y que, al ser una prueba de obst¨¢culos, el rival era m¨¢s un trot¨®n que un sprinter. Poco despu¨¦s, Fred Lewob, presidente del New York Road Runners Club, le pregunt¨®: "?Ser¨ªas capaz de correr en la Quinta Avenida?". Coghlan sonri¨®: "S¨®lo si acabara frente a la Oficina de Turismo Irland¨¦s, en la esquina de la calle 48". As¨ª naci¨® la idea de la milla de la Quinta Avenida de Nueva York.Aquellas experiencias resultaron un ¨¦xito. No era un atletismo convencional, pero s¨ª era capaz de arrastrar a las masas. La Federaci¨®n Internacional de Atletismo (IAAF) puso el grito en el cielo: "Descalificaremos a todos los que participen en estas carreras". Las amenazas no resultaron pese a que, con el reglamento en la mano, lo ten¨ªa f¨¢cil, puesto que hab¨ªa dinero de por medio para los participantes.
La imaginaci¨®n de los dirigentes del New Y ork Road Runners Club pon¨ªa constantemente en situaci¨®n comprometida a los dirigentes de la IAAF. La guerra fr¨ªa comenz¨® en la marat¨®n de Nueva York, a la que no pusieron m¨¢s que trabas, seg¨²n fue adquiriendo relieve. Primero fue porque corr¨ªan Juntos hombres y mujeres; luego, porque hab¨ªa premios en met¨¢lico para los primeros clasificados. La IAAF ve¨ªa que perd¨ªa la exclusiva del atletismo. Pero nunca lleg¨® a adoptar medidas serias. Todo quedaba en cartas amenazadoras.
La llegada del italiano Primo Nebiolo a la presidencia de la IAAF suaviz¨® las cosas. De un talante m¨¢s progresista, no s¨®lo permiti¨® la existencia del atletismoespect¨¢culo, sino que hasta lo foment¨®, porque piensa que es mejor tener al enemigo como amigo. Y comenz¨® a observar con complacencia c¨®mo este a?o el atletismo iba a salir a las calles con la organizaci¨®n de las millas en las ciudades m¨¢s famosas del mundo. Al fin y al cabo contribuir¨ªa a la promoci¨®n del atletismo, del que recientemente dijo: "Ser¨¢ tan popular como el f¨²tbol el d¨ªa que sea capaz de tener una competici¨®n que mantenga viva la atenci¨®n del p¨²blico durante meses".
De Acapulco a Tokio
La milla de la Quinta Avenida de Nueva York ser¨¢ este a?o una m¨¢s del calendario. El ¨¦xito alcan zado en ediciones anteriores hizo pensar que no hab¨ªa motivos para que esta prueba se celebrase s¨®lo una vez al a?o y en una sola ciudad. Hab¨ªa que organizar un cir cuito de varias pruebas, al estilo del tenis o la F¨®rmula 1.Se confeccion¨® un calendario entre las ciudades candidatas que pod¨ªan hacer frente a la financiaci¨®n de cada carrera, y ¨¦ste qued¨® de la siguiente manera: marzo, Acapulco y Los ?ngeles o Miami; abril, Par¨ªs o Londres; septiembre, Nueva York y Toronto; octubre, Chicago, San Francisco e Indian¨¢polis; y noviembre, Londres o Roma y Tokio.
Cuatro de estas carreras ser¨¢n televisadas por la cadena ABC de Estados Unidos y otra por la CBC canadiense, adem¨¢s de ser transmitidas las restantes por las cadenas de televisi¨®n nacionales o locales. De esta manera las previsiones son que 185 millones de personas vean en directo el desarrollo de las millas.
Cada milla tendr¨¢ cuatro millones de pesetas en premios para repartir entre los participantes. Al t¨¦rmino de las 10 carreras, 16 millones -siempre al cambio actual del d¨®lar- se repartir¨¢n entre los que hayan sumado m¨¢s puntos en cada prueba, seg¨²n la clasificaci¨®n conseguida.
International Management Group asegura un m¨ªnimo de cinco atletas suyos en cada milla. La organizaci¨®n controla las actuaciones no oficiales de grandes deportistas mundiales, no s¨®lo del atletismo, sino tambi¨¦n del tenis, golf o F¨®rmula 1. Entre sus atletas est¨¢n Sebastian Coe, Sydney Maree, Steve Scott, Eamonn Coghlan y John Walker. En 1984 se ampliar¨¢ su n¨®mina, y Jos¨¦ Manuel Abascal figura en la lista de pr¨®ximos fichajes. De hecho, el atleta espa?ol ya corri¨® una milla a finales del a?o pasado, la de Dubl¨ªn, bajo el patrocinio de International Management Group, que, por su parte, garantiza a cada uno de sus atletas un m¨ªnimo de salida que nunca es inferior a 200.000 pesetas.
Las millas tambi¨¦n estar¨¢n abiertas a todos los restantes grandes atletas del momento. En cada una de ellas se garantiza la participaci¨®n de cinco atletas que est¨¦n en posesi¨®n de las 10 mejores marcas mundiales del a?o.
80 millones para financiar
La financiaci¨®n de las millas se conseguir¨¢ a trav¨¦s de promotores. ?stos, por 80 millones de pesetas, podr¨¢n quedarse o vender la publicidad de las pancartas de salida y llegada, de los dorsales e incluso del nombre de la carrera.Los organizadores piensan que ser¨¢n principalmente firmas comerciales las interesadas en financiar las carreras. Por ello se pens¨® en que tambi¨¦n podr¨ªa ser un atractivo m¨¢s brindar a los ejecutivos de la empresa la oportunidad de correr un d¨ªa con las m¨¢s importantes figuras que fueran a participar en la milla de su ciudad.
Cualquier idea, pensaron, es buena para promocionar las millas. El apoyo de los medios de comunicaci¨®n lo consideran imprescindible, y la campa?a de promoci¨®n comenzar¨¢ semanas antes de la carrera con el lanzamiento de publicaciones, dirigidas a los ni?os, sobre c¨®mo entrenarse para llegar a ser alg¨²n d¨ªa un campe¨®n.
Las diez grandes carreras de la milla se ver¨¢n reforzadas con otras de menor car¨¢cter en pr¨¢ct¨ªcamente todas las capitales europeas. Madrid tendr¨¢ la suya, probablemente en abril, y el escenario escogido ha sido el paseo de la Castellana. Uno de los requisitos es que las millas se celebren sobre lugares caracter¨ªsticos de la ciudad, como puede ser la Quinta Avenida en Nueva York o en Londres, Oxford Street. Se pretende que la organizaci¨®n de la milla de Madrid la efect¨²e Jos¨¦ Cano, cuya capacidad organizativa ha quedado sobradamente demostrada en las carreras populares de Canillejas.
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