El Ateneo de Madrid elige hoy una nueva junta de gobierno tras varios a?os de una dif¨ªcil transici¨®n
Tres candidaturas se enfrentan por el control de la entidad
El Ateneo Cient¨ªfico, Literario y Art¨ªstico de Madrid, que cumplir¨¢ en mayo 164 a?os, elige hoy una nueva junta de gobierno. Tres candidaturas, encabezadas por Enrique Azcoaga, escritor; Salustiano del Campo, catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa, y C¨¦sar Navarro, m¨¦dico forense y profesor de la facultad de Medicina, se presentan a las elecciones, lo que supone que, por primera vez en 44 a?os, los 6.600 atene¨ªstas podr¨¢n escoger entre varias opciones. La candidatura de Navarro, ha impugnado la de Azcoaga, y la junta saliente prefiere remitir el problema a los tribunales de justicia. Dada la convulsa vida del Ateneo madrile?o, lo que realmente ser¨ªa noticia es que las votaciones discurriesen hoy con entera normalidad.
"El estatuto del Ateneo recoge la disposici¨®n de que para formar parte de lajunta se tiene que haber satisfecho un m¨ªnimo de 12 cuotas mensuales, y en la candidatura que preside Azcoaga hay tres miembros que no cumplen tal requisito", dice C¨¦sar Navarro. "Eusebio Garc¨ªa Luengo, Carlos Garc¨ªa Gual y Alfonso Grosso jam¨¢s han llegado a estar 12 meses seguidos en el Ateneo, aunque alguno se hizo socio hace muchos a?os. Garc¨ªa Luengo, por ejemplo, ha estado en total s¨®lo nueve meses. Se ha vuelto a dar de alta justo cuando se han convocado las elecciones". A tales acusaciones, la candidatura de Azcoaga ha respondido diciendo que "la falta de pago es una cosa frecuent¨ªsima en el Ateneo; la fecha de ingreso es lo importante", seg¨²n palabras de Antonio Bestard, que se presenta con Azcoaga para secretario general.La pol¨¦mica junta saliente, presidida por Fernando Chueca Goitia durante los ¨²ltimos cuatro a?os, no se presenta a la reelecci¨®n y no est¨¢ dispuesta a dar una respuesta a, la impugnaci¨®n. "Ya hemos dicho que la impugnaci¨®n tendr¨¢ que presentarse a la mesa electoral, porque nosotros queremos ser neutrales. Es un asunto que tendr¨¢n que determinar, en todo caso, los tribunales de justicia", dice Chueca Goitia.
Con impugnaciones o sin ellas el hecho es que por primera vez desde 1936, los socios del Ateneo madrile?o "podr¨¢n celebrar unas elecciones plenamente democr¨¢ticas", como dice Salustiano del Campo. Efectivamente, entre 1936 y 1982, el sistema de elecci¨®n de la junta ha sido el digital. En esos azarosos a?os ha habido incautaci¨®n, cierre y dirigismo total del Ministerio de Informaci¨®n y Turismo, convertido despu¨¦s en Ministerio de Cultura. En 1981, Ricardo de la Cierva nombr¨® una junta gestora, presidida por Fernando Chueca Goitia, para que se encargase de elaborar unos estatutos que desembocasen en unas elecciones democr¨¢ticas.
El 27 de enero de 1982 se celebraron las prinieras elecciones democr¨¢ticas, Fiero los atene¨ªstas no pudieron contar m¨¢s que con una sola candidatura: la del propio Chueca. La encabezada por Joaqu¨ªn Ruiz-Gim¨¦nez se retir¨® en el ¨²ltimo momento por "irregularidades electorales". El ahora ministro de Educaci¨®n, Jos¨¦ Mar¨ªa Mara" vall, que era miembro, de la candidatura de Ruiz-Gim¨¦nez -junto a Antonio Tovar y Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, entre otros, daba explicaciones precisas de esas irregularidades en un art¨ªculo publicado en. EL PAIS el 27 de enero de 1982.
"...Al examinar ante notario el censo del Ateneo se descubre que en la ¨²ltima semana de inscripci¨®n, del 21 al 29 de diciembre, se hab¨ªa dado entrada a 417 socios (m¨¢s de 500 desde comienzos de diciembre), que sesgaba totalmente la balanza electoral y desvirtuaba el cuerpo social del Ateneo; de mantenerse el ritmo, se duplicar¨ªa en dos meses el n¨²mero de socios...". Fernando Chueca Goitia se hizo de nuevo con el sill¨®n presidencial gracias al voto favorable de 1.076 atene¨ªstas; 159 fueron votos en blanco, y 20, nulos. El 77% de los socios se abstuvo de acudir a la urna.
Han sido cuatro a?os cargados de tensi¨®n, en los que Chueca ha sido el centro de protestas, abucheos, impugnaciones, censuras y acusaciones. En julio de 1982 present¨® un reglamento que fue rechazado por la junta general extraordinaria; un escrito firmado por 100 atene¨ªstas pidi¨® su dimisi¨®n en. noviembre y los socios m¨¢s asiduos eligen a principios de 1983 una junta gestora que pide al Ministerio de Cultura su mediaci¨®n en el problema. Finalmente, lajunta de gobierno considera que la situaci¨®n es insostenible. "Moralmente, la junta oficial tiene que convocar elecciones", admite el secretario, Jos¨¦ Gerardo Manrique de Lara, en febrero de 1983, tras conocer la postura de Cultura, que prefiete no intervenir.
Qui¨¦n es qui¨¦n
As¨ª pues, se convocan las elecciones. Los problemas del Ateneo y sus achaques -aburrimiento, frustraci¨®n, adormecimiento- son tan evidentes que los programas de las tres candidaturas que hoy se presentan a los socios, de tan parecidos, podr¨ªan ser intercambiables. Los puntos fundamentales son: aprobar definitivamente un reglamento para el Ateneo; cuidar muy especialmente su biblioteca (la segunda en importancia de Espa?a, seg¨²n Jes¨²s Fern¨¢ndez Santos), con mejoras y nuevas adquisiciones; potenciar las secciones existentes y crear otras nuevas; intensificar las relaciones con otras instituciones parecidas y buscar nuevas fuentes de financ¨ªaci¨®n (Cultura tiene asignada al Ateneo,una subvenci¨®n anual de 40 millones de pesetas).La Candidatura de C¨¦sar Navarrei¨¦rnerge de un amplio grupo de atene¨ªstas asiduos formado en torno a Juli¨¢n Luelmo, el m¨¢s antiguo socio del centro. Son el ala cr¨ªtica que irt¨¢s duramente ha luchado siempre contra Chueca. De sus filas naci¨® la junta gestora y la comisi¨®n encargada de elaborar el proyecto de estatuto para dar una entidad jur¨ªdica al Ateneo. "Un proyecto de estatuto, muy parecido al de 1932, que la junta de gobierno tiene secuestrado", seg¨²n declara C¨¦sar Navarro. La candidatura se autodefine como de "izquierda progresista" y defensora de las vanguardias est¨¦ticas. Navarro, durante la ¨¦poca franquista, ha sido reiteradamente elegido, como representante de los socios, miembro de las juntas directivas que entonces presid¨ªa el director general de turno en Cultura Popular. En su ¨¢nimo est¨¢ el de hacer una auditor¨ªa -promesa incumplida por Chueca- y el de airear "asuntos bochornosos", como la desaparici¨®n sistem¨¢tica de libros y obras de arte en etapas anteriores y el ingreso de nuevos socios -otra vez- d¨ªas antes de la convocatoria de las elecciones.
La de Azcoaga es una candidatura avalada por las personalidades que la forman. En la lista figuran personajes de la cultura tan conocidos como Enrique Llovet; Cristina Alberdi, abogada; Grosso, escritor y Lourdes Ortiz y Soledad Pu¨¦rtolas, escritoras. La importancia de los nombres lo delata, adem¨¢s, el apartado que recogen los impresos de presentaci¨®n de la candidatura, en el que se detallan "algunas de las personalidades" que la apoyan, citando, entre otros muchos, a Faustino Cord¨®n, Francisco Nieva, Buero Vallejo, J. Fern¨¢ndez Santos o Umbral.
La mayor¨ªa de los miembros que forman parte de la candidatura de Salustiano del Campo son abogados. "Somos pol¨ªticamente independientes y compartimos una visi¨®n liberal, cr¨ªtica y progresista de la cultura y el saber, en la tradici¨®n que ha hecho posible el maravilloso desarrollo cient¨ªfico y tecnol¨®gico de nuestro tiempo". Seg¨²n Navarro, ¨¦sta es una candidatura continuadora de la labor de Chueca. Sin embargo, Del Campo afirma que "ninguno de los miembros de la candidatura pertenece a la junta saliente, y en nuestro ¨¢nimo est¨¢ defender lo bueno de la gesti¨®n del anterior presidente y acabar con lo que nos parece malo, simplemente". Adem¨¢s, los impresos-presentaci¨®n de la candidatura de Del Campo hacen p¨²blica su alegr¨ªa por el cese y no presentaci¨®n a las elecciones de hoy de la junta de Chueca.
Babelia
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