'El v¨ªdeo transformar¨¢ el modelo cultural de la televisi¨®n', seg¨²n John Hanhardt, del Museo Whitney de Nueva York
El v¨ªdeo es una de las formas de arte m¨¢s importantes en Estados Unidos, refleja los valores y la cultura de nuestro tiempo, y contribuye a una profunda transformaci¨®n de los actuales modelos de televisi¨®n, afirma John G. Hanhardt, conservador del departamento de cine y v¨ªdeo del Museo, Whitney de Artes Americanas, de Nueva York. Hanhardt presenta esta semana en el Instituto de Estudios Norteamericanos de Barcelona la ¨²ltima bienal de cine y v¨ªdeo del citado museo neoyorkino.
Los artistas formulan desde el v¨ªdeo una cr¨ªtica permanente a la televisi¨®n que ya no ostenta el dominio absoluto de las im¨¢genes electr¨®nicas, seg¨²n Hanhardt, que habla sobre esta forma de expresi¨®n.Pregunta. ?Qu¨¦ papel desempe?a el v¨ªdeo en la cultura y arte norteamericanos?
Respuesta. El v¨ªdeo es una de las m¨¢s importantes formas de arte en este momento. Y ello porque los artistas visuales se est¨¢n apropiando de las nuevas tecnolog¨ªas. El arte tiene que responder siempre a la cultura, a los valores de cada ¨¦poca, y reflejarlos. As¨ª ha sucedido, en nuestro tiempo, con la fotograf¨ªa y el cine, y as¨ª ocurre ahora con el v¨ªdeo. Estos medios han contribuido y contribuyen a cambiar nuestra percepci¨®n de la realidad, nuestra manera de conocer, de comunicarnos y de expresarnos.
P. ?En qu¨¦ sentido el v¨ªdeo es una alternativa a la televisi¨®n?
R. Los artistas del v¨ªdeo formulan permanentemente una cr¨ªtica a la televisi¨®n, a la manipulaci¨®n de las im¨¢genes electr¨®nicas que efect¨²an las televisiones comerciales, a las grandes sociedades que las, controlan. El v¨ªdeo ofrece otra manera de entender la distribuci¨®n y presentaci¨®n del arte, porque est¨¢n quit¨¢ndole a la televisi¨®n el dominio que las emisoras tienen sobre el medio y nos muestran qu¨¦ es lo que se puede hacer con la imagen electr¨®nica.
P. ?De qu¨¦ forma puede contribuir el v¨ªdeo a cambiar el medio televisi¨®n?
R. La televisi¨®n est¨¢ cambiando y cambiar¨¢ mucho m¨¢s. Durante muchos a?os, desde la posguerra, ha seguido siendo una caja que transmite ¨²nicamente lo que las grandes compa?¨ªas programan en funci¨®n de los productos que quieren vender. Pero hoy se est¨¢ produciendo ese cambio cultural que afecta incluso a los mismos formatos de los televisores. Habr¨¢ varios receptores en los hogares, planos y de distintos tama?os, seg¨²n las funciones para las que quiera destinarlos el usuario. Por ejemplo, lo que nosotros llamamos MTV, Televisi¨®n de M¨²sica, que sirve s¨®lo para mirar discos, para ver m¨²sica, obligar¨¢ a una profunda transformaci¨®n de la radio y de la industria discogr¨¢fica. El p¨²blico no quiere o¨ªr s¨®lo la m¨²sica sino verla. La MTV es una premonici¨®n de lo que suceder¨¢ en el futuro con la televisi¨®n. El tubo desaparecer¨¢ y las pantallas se podr¨¢n colgar de las paredes o del techo. Los actuales modelos de televisores se est¨¢n convirtiendo en dinosaurios de la comunicaci¨®n. La gente no estar¨¢ obligada a ver lo que programen las emisoras porque podr¨¢ adquirir a precios muy baratos los productos que desee conocer, e incluso el espectador se convertir¨¢ en productor activo de im¨¢genes y de comunicaci¨®n gracias a las videoc¨¢maras dom¨¦sticas. En Estados Unidos existe ya alguna biblioteca que dispone de un amplio cat¨¢logo de cintas que presta gratuitamente, como los libros, a sus usuarios. Adem¨¢s de las televisiones por cable y del cable interactivo, surgen ya en Estados Unidos las primeras cadenas de televisi¨®n de barrio, las denominadas televisiones de baja potencia. No hay que olvidar tampoco que, aunque preferimos leer un libro o un peri¨®dico sobre el papel, cada vez m¨¢s la Prensa utilizar¨¢ las pantallas para llegar a los lectores. Esto cambiar¨¢, adem¨¢s, el sentido de propiedad que tenemos ahora de los objetos de la cultura y de la comunicaci¨®n. En el futuro tendremos acceso a los medios y disminuir¨¢ el concepto de posesi¨®n de los mismos, sin que ello quiera decir, ni mucho menos, que desaparezcan los libros o los peri¨®dicos.
P. ?En qu¨¦ medida afectar¨¢n estos cambios al cine?
R. Cine: y v¨ªdeo est¨¢n llamados a integrarse. Hay grandes diferencias cualitativas entre ambos medios. El cine tiene mayor definici¨®n pero el v¨ªdeo aporta al cine manipulaciones electr¨®nicas que no se pueden obtener por medios fotoqu¨ªmicos. Los estrenos de las pel¨ªculas de cine se efectuar¨¢n en el futuro en los hogares de los telespectadores mediante transmisiones directas por sat¨¦lite. La ABC, una de las principales cadenas norteamericanas, que ahora tienen un reto mayor para captar audiencia, est¨¢ desarrollando un nuevo sistema de transmisi¨®n no destinada al consumo instant¨¢neo: emitir programas por sat¨¦lite durante la noche, previo pago de una cuota de suscripci¨®n Por parte de los abonados, de forma que estas emisiones se graban en los magnetoscopios y el usuario ve los programas de d¨ªa o en el momento que prefiera. Es decir, el telespectador controlar¨¢ y dispondr¨¢ de su propio tiempo, seleccionar¨¢ mucho mejor lo que quiere ver y la manera de verlo, ser¨¢ m¨¢s libre frente a la televisi¨®n.
P. Sin embargo, el v¨ªdeo todav¨ªa parece ser un arte y un medio de comunicaci¨®n minoritario.
R. Es normal que hayan sido los intelectuales los primeros en aceptar al v¨ªdeo como nueva forma de arte. Pero esto ha sucedido con todas las artes pl¨¢sticas, con la pintura abstracta, por ejemplo, que hoy es aceptada por todos. Las grandes empresas de televisi¨®n han adaptado el sintetizador de im¨¢genes que invent¨® Nam June Paik para sus propias producciones. Pero est¨¢ claro que el v¨ªdeo se impondr¨¢. La televisi¨®n p¨²blica norteamericana, la PBS, transmiti¨® hace poco para Nueva York una cinta de v¨ªdeo que fue vista por 200.000 telespectadores, un p¨²blico que dif¨ªcilmente puede convocar una galer¨ªa de arte.
P. ?Qu¨¦ funci¨®n desempe?ar¨¢ el ordenador en el futuro del v¨ªdeo?
R. El ordenador ser¨¢ un objeto tan indispensable como el bol¨ªgrafo. Hoy d¨ªa es ya una herramienta b¨¢sica para la edici¨®n de im¨¢genes de v¨ªdeo. Hay artistas que manipulan ya los programas inform¨¢ticos convencionales para nuevas aplicaciones. Algunos sintetizadores de im¨¢genes que hoy pueden adquirirse por precios que oscilan en Estados Unidos entre 160.000 y 260.000 pesetas.
Babelia
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