La LRU, insuficiente

La Ley de Reforma Universitaria establece las bases administrativas y de funcionamiento de la universidad espa?ola. Es innegable que supone un intento de adecuaci¨®n a la realidad de la estructura universitaria. Sin embargo a sus redactores, y en ¨²ltimo t¨¦rmino al ministro de Educaci¨®n, se les olvid¨® algo fundamental: pasar por las aulas. Todos estar¨¢n de acuerdo en que la Universidad debe ser un lugar donde se aprenda y se investigue (o mejor, donde se aprenda porque se investigue). En cualquier caso, como estudiante, me preocupa sobre todo el primer aspecto. Porque no se aprende nada con 300 estudiantes por aula, sentados en las tarimas o en los huecos de las ventanas, resignados a soportar un doctoral chaparr¨®n de conocimientos cuya furiosa transcripci¨®n impide comprender precisamente lo que se transcribe. Ni tampoco sufriendo un radical divorcio entre teor¨ªa y pr¨¢ctica, que hace que los estudiantes de Medicina acaben su carrera habiendo visto apenas a una docena de enfermos, y los de Derecho sin haber asistido jam¨¢s a un juicio. Ni sometidos a un sistema absurdo en el que lo que se preinia y fomenta es la capacidad de memorizar. Ni, en definitiva, recibiendo lecciones de unos profesores que carecen en su mayor¨ªa de la formaci¨®n pedag¨®gica necesaria para conducir a los estudiantes, por la gozosa v¨ªa del debate, a asimilar, analizar y razonar. Es necesario algo m¨¢s que una ley administrativa. Necesitamos m¨¢s medios y una ley pedag¨®gica./