Euforia entre los naranjeros brasile?os por la mala cosecha en EE UU

A medida que el clima se endurece en Estados Unidos, los productores brasile?os de naranjas est¨¢n en plena euforia. Los norteamericanos pensaban producir 220 millones de cajas de naranjas destinadas a la industria del zumo en 1984. Poco m¨¢s de una semana de hielo en el Estado de Florida, principal productor norteamericano de naranjas, termin¨® por lo menos con 42 millones de cajas. Con eso, el precio que los brasile?os reciben -descontados los impuestos y el transporte- por cada tonelada de zumo de naranja que exportan subi¨® de 1.100 a 1.780 d¨®lares en menos de cinco d¨ªas.Dispuestos a garantizar su participaci¨®n en el mercado abierto por el desastre de Florida, los 13 principales exportadores brasile?os de zumo trataron de asegurar compras de cara al futuro junto a las plantadoras locales, pagando por anticipado. Principal exportador de zumo de naranja en todo el mundo, con previsiones de exportar 600.000 toneladas a lo largo de este a?o, Brasil ya coloc¨® poco m¨¢s de 215.000 toneladas en Estados Unidos y otras 350.000 en Europa, y todav¨ªa hay much¨ªsimos negocios en marcha. La previsi¨®n del a?o ser¨¢ superada antes de julio, y el pa¨ªs piensa obtener 2.000 millones de d¨®lares gracias a la naranja de aqu¨ª a diciembre.

En Brasil, mientras tanto, el negocio de la naranja trastorn¨® a mucha gente. El consumidor interno, por ejemplo, vio el precio de la naranja multiplicarse por cuatro en menos de un mes. Y vio c¨®mo empez¨® la producci¨®n de nuevos millonarios.

En la regi¨®n de los grandes naranjales, en el Estado de Sao Paulo, ocurren fen¨®menos curiosos. En m¨¢s de dos docenas de peque?as ciudades cuya vida gira alrededor de los naranjales los bancos est¨¢n abarrotados de dinero. Muchos revendedores de coches informan que antes de junio no podr¨¢n atender a nuevos pedidos para modelos del a?o. Y la Ford brasile?a se vio con problemas para atender a por lo menos un pedido: un coche con aire acondicionado, bancos individuales para cuatro personas, bar, televisi¨®n, sistema est¨¦reo y tel¨¦fono. El coche en cuesti¨®n es un Ford Corcel, modelo similar al Renault 12 espa?ol, que desde luego es demasiado peque?o para todos esos artefactos. La tierra pas¨® a ser disputada como si fuese una mina de oro. Comprar una hacienda con naranjos cuesta hoy d¨ªa tres veces m¨¢s que en diciembre, aunque la producci¨®n ya haya sido vendida por anticipado.

En cuanto al se?or Vicente Cartapani, su tiempo est¨¢ dedicado a su deporte favorito: contar y, eventualmente, gastar dinero. La semana pasada ¨¦l agreg¨® un Mercedes modelo 83 a su nueva colecci¨®n de coches. Le cost¨® 55.000 d¨®lares. Pero para quien sue?a con comprar todo Florida, 55.000 d¨®lares no es nada.