Elliott Gould: "Las ganas de vivir es lo m¨¢s importante que existe"
El actor de 'Mash" promueve en Europa su pel¨ªcula 'Al otro lado de Brooklyn'
El actor norteamericano Elliott est¨¢ ahora gordo, muy gordo, como consecuencia del rodaje de Al otro lado de Brooklyn, la pel¨ªcula de Menahem Golam que ha venido a promover en Europa y que ayer le trajo a Madrid. Parece, de cualquier forma, que engorda tambi¨¦n como consecuencia de sus 46 a?os: es un hombre grande, que asombra con su aire t¨ªmido, pero que considera que "Ias ganas de vivir es lo m¨¢s importante que conozco".
Elliott Gould, que en Espa?a es conocido fundamentalmente por dos espl¨¦ndidas pel¨ªculas de Robert Altman, Mash y Un largo adi¨®s, mantiene claras sus ideas, y las expresa con soltura. Si en la pel¨ªcula que ahora anuncia interpreta a un intr¨¦pido jud¨ªo capaz de renunciar a la tradici¨®n familiar para decidir sus propios deseos:, en la entrevista insiste en su buc¨®lico deseo de que tanto sus tres hijos como los hijos de los hijos que ¨¦stos tengan puedan disfrutar de un buen bosque, con la cabeza ordenada y en paz: "Las ganas de vivir son lo m¨¢s importante que conozco. Acepto todos los textos religiosos en lo que se refiere a su moralidad y su ¨¦tica, porque entiendo que la raz¨®n de todo es aceptar a los dem¨¢s, y comprender que la fama y la fortuna no sirven para gran cosa".Gould, que comenz¨® a trabajar en teatro a los ocho a?os, y que una d¨¦cada m¨¢s tarde bailaba en un coro de Broadway mientras manten¨ªa otros trabajos m¨¢s duros, conoci¨® el ¨¦xito mucho m¨¢s tarde. Tuvo que renunciar, como el personaje de Al otro lado de Brooklyn, a la vigilancia familiar: "La vida se hizo menos agradable cuando tuve que descubrirme a m¨ª mismo. Fue en el cine donde me encontr¨¦ con mayor facilidad. Desde el primer d¨ªa que me vi en una pantalla, comprend¨ª que hab¨ªa encontrado una forma de sentirme m¨¢s libre, de expresarme mejor".
Confiesa sentirse ahora m¨¢s relajado, "porque aprend¨ª a saber escuchar y a no tomar mis conclusiones demasiado pronto". Asegura que de esa forma "es imposible fallar". Y, as¨ª, relata su an¨¦cdota con un taxista de Viena que protestaba continuamente por el mal tiempo: "Pero estamos vivos"', le repuso el actor ante su asombro. "No me importa lo que los dem¨¢s piensen de m¨ª. Intento saber en todo momento d¨®nde estoy y qui¨¦n soy". Tan optimista declaraci¨®n de principios tiene que ver con nuestra alusi¨®n a su matrimonio con Barbra Streisand, aquella ¨¦poca en que a¨²n no hab¨ªa tenido un ¨¦xito notable pero en la que era conocido como M¨ªster Streisand: "Lo m¨¢s importante era la carrera de Barbra; luego, decidimos separarnos para preservar nuestra amistad. Al igual que el momento en que romp¨ª con la voluntad de mis padres, tuve que comenzar de nuevo. Nadie puede ser esclavo de su identidad: donde surge una posibilidad de cambio, hay que cambiar".
Como otro momento crucial de su vida, cita tambi¨¦n el rodaje de La carcoma, con Ingmar Bergman. Al regresar a su pa¨ªs, entendi¨® que las cosas no eran iguales: "Tuve que hacerme un test para poder comunicarme con quienes s¨®lo quer¨ªan hacer negocios con el cine. Necesit¨¦ encontrarme algunas respuestas para lograr que esos negocios no me consideraran m¨¢s importante que la vida. Nada hay m¨¢s importante que ella. Tuve que recuperar mis ra¨ªces y estuve sin trabajar durante un a?o y medio".
Pero ello no le impide seguir teniendo proyectos. Ahora, prepara la producci¨®n y direcci¨®n de sus pr¨®ximas pel¨ªculas: "En ellas, no impedir¨¦ la entrada a ning¨²n periodista. Cuanto se hace, debe estar a la luz".
Elliot Gould quiere normalidad en un oficio construido sobre el mito: "Hollywood es la imaginaci¨®n; si los negociantes quieren controlarla, puede morir, pero creo haberme salvado de ello. Mi familia y nuestra felicidad son para m¨ª lo m¨¢s importante. Por eso, lo que m¨¢s me inquieta es sentirme incapacitado f¨ªsicamente y no poder seguir trabajando. Trato de ejercitar la tolerancia todos los d¨ªas, y tratar de entender a los dem¨¢s: ¨¦sa es mi religi¨®n".
Babelia
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