Cajal: "A la sociedad espa?ola le viene grande el problema del desarme y de la amenaza sovi¨¦tica"
El jefe de la delegaci¨®n espa?ola en la Conferencia sobre Desarme en Europa (CDE) que el pasado d¨ªa 17 fue inaugurada en Estocolmo es M¨¢ximo Cajal, el hombre que estaba al frente de la embajada de Espa?a en Guatemala cuando fue asaltada por soldados guatemaltecos el 30 de enero de 1980 con un saldo de 31 muertos y la ruptura de relaciones. M¨¢ximo Cajal, de 48 a?os, estuvo despu¨¦s un a?o en los pasillos del Ministerio en Madrid, antes de ocupar el cargo de c¨®nsul en Nueva York, que abandon¨® en febrero de 1983 para trasladarse a la embajada en Estocolmo.
Pregunta. ?Cual es la agenda a discutir en la Conferencia de Estocolmo?Respuesta. De acuerdo a la interpretaci¨®n occidental del documento final de Madrid -en el que se convoca esta conferencia-, el campo a que se encuentra circunscrito esta reuni¨®n es la creaci¨®n de medidas que fomenten la confianza, aunque esto no supone perder de vista otros temas previstos en Helsinki, como son la comunicaci¨®n entre los individuos, derechos humanos, etc¨¦tera.
P. ?Esto es algo as¨ª como que los dos bloques intentar¨¢n cono cerse algo mejor en todos los as pectos?
R. Esto quiere decir que en Europa hay un exceso de armamento corivencional que supone un serio riesgo por el simple hecho de que se pueda producir una mala interpretaci¨®n de un movimiento de tropas. Esto se evita con mayor transparencia, con mayor comunicaci¨®n.
P. Sobre la base de la aceptaci¨®n de dos sistemas pol¨ªticos distintos en Europa.
R. Por supuesto. Una de las cosas que llam¨® mucho la atenci¨®n en el discurso de Shultz en la apertura de la conferencia es su menci¨®n de que Estados Unidos no aceptaba la legitimidad de la divisi¨®n de Europa. Nos quedamos todos sorprendidos, porque lo que hizo la Conferencia sobre Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa de Helsinki fue consagrar la divisi¨®n de Europa.
P. Habla usted de interpretaci¨®n occidental, luego hay una interpretaci¨®n oriental distinta.R. S¨ª. La posici¨®n occidental es que no se pueden discutir en esta conferencia ni medidas declaratorias ni medidas pol¨ªticas, como pretenden los pa¨ªses del Este, porque si entras a discutir eso, que son declaraciones que en el fondo est¨¢n vac¨ªas de contenido, puedes dejar de lado lo que les interesa a los occidentales, que son las armas convencionales, en lo que los occidentales dicen que hay superioridad del Pacto de Varsovia.
P. ?Cuales son las propuestas que va a presentar la OTAN?
R. Est¨¢n en la l¨ªnea del discurso de Shultz: comunicaci¨®n de la estructura del aparato militar de cada pa¨ªs, calendario anual de maniobras, inspecci¨®n y mejora de las comunicaciones directas entre los distintos pa¨ªses para casos de emergencia.
P. ?Y el Pacto de Varsovia?
R. Creo que va a insistir en una renuncia al uso de la fuerza.
P. ?C¨®mo va a ser la actuaci¨®n espa?ola?
R. El problema es que todo esto del desarme y de la amenaza sovi¨¦tica, a Espa?a le viene muy grande por varias razones: primero, porque somos un socio nuevo en la Alianza Atl¨¢ntica; segundo, porque la sociedad espa?ola no est¨¢ mentalizada sobre este asunto y nuestras Fuerzas Armadas tampoco. Como sociedad es mucho m¨¢s antisovi¨¦tica la b¨¦lga, o la holandesa, o la brit¨¢nica que la espa?ola. Quiero decir que al haber llegado tarde al club de la OTAN y al no haber participado en los ideales de la Alianza hasta hace un a?o, muchos de los temas que se tratan nos sobrepasan t¨¦cnicamente. Pero s¨ª es verdad que, precisamente por eso, Espa?a puede desempe?ar un papel en esta conferencia. Un papel desde luego discreto y de conciliacion, respaldando los intereses de la OTAN, pero tratando de influir en el otro lado.
P. ?Cree que el otro lado, el Pacto de Varsovia, nos ve como un pa¨ªs distinto a Holanda o Francia?
R. Creo que s¨ª, en primer lugar porque no nos ven como un adversario de envergadura. Dentro del club de la OTAN hay se?ores que llegan en Rolls Royce y otros que llegan en seiscientos. Nosotros llegamos en seiscientos. En este sentido, Espa?a tiene m¨¢s posibifidades de actuar que otros pa¨ªses que van por el mundo con el escudo y la lanza del atlantismo.
P. ?Espa?a est¨¢ en contra de discutir en este foro sobre armas nucleares?
R. S¨ª.
P. ?Tambi¨¦n est¨¢ en contra de buscar acuerdos de tipo pol¨ªtico, como tratados de no agresi¨®n.
R. S¨ª.
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