El conflicto de Sagunto cumple un a?o, sin que se haya cerrado el horno alto n¨²mero 2
El pr¨®ximo d¨ªa 4 de febrero se cumplir¨¢ exactamente un a?o desde que el presidente de Altos Hornos del Mediterr¨¢neo (AHM) y Ensidesa, Jos¨¦ Mar¨ªa Luc¨ªa, diese la orden de cerrar el horno alto n¨²mero 2 de la primera de estas empresas, en Puerto de Sagunto. Se trataba del paso inicial para el cierre de las instalaciones de cabecera de la factor¨ªa, dentro de los planes del nuevo Gobierno para la reconversi¨®n sider¨²rgica. Lo cierto es que, un a?o despu¨¦s, tras numerosas acciones de resistencia protagonizadas por el pueblo de Sagunto en su pr¨¢ctica totalidad, el horno contin¨²a funcionando. Sagunto ha sido el primer hueso que ha encontrado el Gobierno en la reconversi¨®n industrial.
"S¨®lo podr¨¢n cerrarnos la f¨¢brica si interviene el Ej¨¦rcito, o bien si cortan el suministro de materias primas o de energ¨ªa el¨¦ctrica. No estamos desmoralizados y aguantaremos lo que podamos, como hemos hecho hasta ahora". Estas recientes palabras del presidente del comit¨¦ de empresa de AHM, Miguel Campoy, pronunciadas con su habitual impasibilidad facial de hombre de hielo, resumen lo que ha venido siendo la postura de los trabajadores, apoyados por la poblaci¨®n de Puerto de Sagunto.La Administraci¨®n, por su parte -es decir, el ministro Carlos Solchaga; el presidente Luc¨ªa, y el director general de Industrias Siderometal¨²rgicas y Navales, Eduardo Santos-, ha ido tomado iniciativas, para luego volverse atr¨¢s ante la presi¨®n de los trabajadores o, en alg¨²n caso muy aislado, de la Generalitat valenciana.
A finales del pasado mes de septiembre, Santos dec¨ªa, precisamente de forma oficial, cu¨¢l ser¨ªa el calendario de cierre de las instalaciones de Sagunto, que inclu¨ªa la clausura del horno alto n¨²mero 2, "con car¨¢cter inmediato", y que toda la cabecera estar¨ªa fuera de funcionamiento para finales de 1984. Es dif¨ªcil saber si lo segundo se cumplir¨¢; lo primero es evidente que no.
La 'hoguera' de Joan Lerma
Lo que s¨ª ha hecho el Gobierno ha sido promulgar el decreto ley de Inversiones, de 6 de julio, que contempla el desmantelamiento de la cabecera, y presentar un expediente de regulaci¨®n de empleo para reducir la plantilla de 4.200 trabajadores a 3.562. La ¨²nica instalaci¨®n que realmente ha sido cerrada es el tren n¨²mero 28, estructural, de la factor¨ªa, despu¨¦s de que los trabajadores desobedeciesen la orden de cierre y fuesen primero despedidos y despu¨¦s readmitidos por la direcci¨®n.
El tercer protagonista de esta historia ha sido la reci¨¦n estrenada Generalitat valenciana, cuyo presidente, Joan Lerma, ha encontrado en el conflicto de AHM una hoguera pol¨ªtica particular al no mantener la actitud de firme oposici¨®n al cierre de la cabecera que trabajadores y sindicatos demandan.
Los gritos de "?No volem un ninot de president!" ("?No queremos un mu?eco de presidente!") y "?Lerma, marrano, no eres valenciano!" han pasado a formar parte de cualquier manifestaci¨®n en torno al conflicto saguntino, junto a los de "?Felipe, Guerra, Sagunto no se cierra." y otros dirigidos al Gobierno central.
Esta actitud hostil a Lerma ha obedecido probablemente a la tibieza de las posturas mantenidas por el presidente valenciano en el conflicto y al retraso en exteriorizarlas. Cuando el conflicto se estaba gestando, Lerma recibi¨® varias veces a miembros del comit¨¦ de empresa, y siempre vino a decirles que, desgraciadamente, no se pod¨ªa hacer mucho porque la decisi¨®n no correspond¨ªa a la Generalitat, sino al Gobierno central, y estaba firmemente tomada.
La Generalitat, no obstante, ha mantenido en todo momento la posici¨®n de que no se desmantelase ninguna instalaci¨®n sin que existiesen, al menos en avanzadas v¨ªas de creaci¨®n, los empleos alternativos que habr¨¢n de dar empleo a los trabajadores que queden en paro. Incluso es necesario precisar que la primera suspensi¨®n del cierre del horno alto n¨²mero 2 se debi¨® a una r¨¢pida gesti¨®n del conseller de Industria, Comercio y Turismo de la Generalitat valenciana, Segundo Bru.
Esta actuaci¨®n, no obstante, y otras gestiones posteriores para evitar un cierre demasiado desacompasado con la creaci¨®n de puestos de trabajo no han conseguido borrar la imagen de una Generalitat d¨¦bil ante el Gobierno de Madrid, por el hecho de dominar el partido socialista ambas instituciones.
La dimisi¨®n de Lerma ha Regado a ser pedida por el propio Ayuntamiento de Sagunto, de alcalde socialista. Quienes dimit¨ªan el viernes ¨²ltimo, sin embargo, eran 18 de los 25 concejales de Sagunto en protesta por la situaci¨®n.
Numerosos incidentes
El conflicto ha estado salpicado de numerosos incidentes de consideraci¨®n. Uno de los m¨¢s importantes fue el registrado cuando Lerma acudi¨®, el 27 de abril, a ciar un mitin electoral, dentro de la campa?a de las elecciones auton¨®micas, al cine Oma, de Puerto de Sagunto. Miles, de saguntinos rodeaban el edificio, 3, el presidente fue agredido por algunos grupos cuando pretend¨ªa. entrar en ¨¦l.Hubo de acceder por una puerta lateral, no sin que uno de los miembros de su escolta llegase a disparar dos veces al aire para evitar que el presidente y sus acompa?antes fuesen literalmente aplastados. Lerma culp¨® veladamente de los incidentes al PCE y Comisiones Obreras, colectivos que han capitalizado especialmente la lucha de Sagunto.
El pasado 27 de diciembre result¨® herida de consideraci¨®n, por primera vez, una persona durante el largo conflicto. Ese d¨ªa, como en otras ocasiones, hubo cortes de carreteras, y durante uno de ellos un polic¨ªa nacional, que a¨²n no ha sido identificado, dispar¨® e hiri¨® -al parecer, por el rebote del proyectil en el suelo-, al trabajador Manuel T¨¢rrega Blaya.
Este acontecimiento consigui¨® avivar los ya caldeados ¨¢nimos de los saguntinos, y durante una concentraci¨®n, por la tarde del mismo d¨ªa, en la plaza del Sol de Puerto de Sagunto fueron incendiados dos turismos y una furgoneta de la Polic¨ªa Nacional y apedreado el edificio de la comisar¨ªa de polic¨ªa.
Los saguntinos han protagonizado huelgas generales, que han llegado a ser el pan de cada d¨ªa, y numerosas manifestaciones en Madrid, Valencia y Sagunto. No obstante, una de las movilizaciones m¨¢s sonadas fue la del 2 de julio, durante la que se cortaron numerosas carreteras y la v¨ªa f¨¦rrea Valencia-Barcelona, sobre la que se lleg¨® a derribar un poste de alta tensi¨®n.
En Valencia, diversos observadores consideran que una gran parte de la responsabilidad de los niveles de virulencia que ha llegado a alcanzar el conflicto recae sobre Jos¨¦ Mar¨ªa Luc¨ªa, que procede de la factor¨ªa de Ensidesa, por su pol¨ªtica de anunciar medidas de cierre y posteriormente ceder a las pregiones de los trabajadores.
Luc¨ªa, tras su nombramiento como presidente de AHM, orden¨® acondicionar un despacho en la factor¨ªa que a¨²n no ha utilizado. La ¨²nica vez que visit¨® las instalaciones de Puerto de Sagunto, en marzo del pasado a?o, miles de saguntinos que rodeaban la factor¨ªa, insult¨¢ndole y amenaz¨¢ndole, le mantuvieron retenido durante 10 horas en el interior de la misma.
Ninguna reuni¨®n
Para la negociaci¨®n del expediente de regulaci¨®n de empleo que ha presentado la direcci¨®n no ha tenido lugar a¨²n ninguna reuni¨®n, pues los trabajadores insisten en que se celebre en Sagunto, como ha sido siempre habitual cuando se tratan temas laborales, y la empresa insiste que en Madrid.Lo que hasta el momento parece seguro es que no habr¨¢ dificultad para crear en la comarca de Sagunto los puestos de trabajo alternativos necesarios para los desempleados de la cabecera (13 proyectos de empresas han sido ya aprobados por la Comisi¨®n de Promoci¨®n Econ¨®mica de Sagunto, constituida a partes iguales por la Administraci¨®n central y la Generalitat valenciana, y son medio centenar las solicitudes presentadas).
Sin embargo, los trabajadores rechazan esta salida, y con el apoyo decidido de CC OO y relativo de UGT insisten en que hay que mantener la cabecera, especialmente porque no se les han dado razones suficientes para incumplir los acuerdos entre empresa, trabajadores y Administraci¨®n de mayo de 1981, para mantener las tres cabeceras sider¨²rgicas y deso¨ªr el informe Kawasaki, encargado por el Gobierno de UCD y que recomendaba mantener Sagunto e instalar en ¨¦sta cabecera un tren de bandas en caliente, instalaci¨®n de la que carece, a diferencia de Ensidesa y Altos Hornos de Vizcaya.
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