El Gobierno italiano, presidido por Craxi, empieza a naufragar

El Gobierno de centro-izquierda, presidido por primera vez por un socialista, empieza ya a naufragar, despu¨¦s de s¨®lo seis meses de vida. As¨ª lo mantienen, al menos, los principales observadores pol¨ªticos, y hasta hay quien asegura que al Gabinete de Bettino Craxi le quedan s¨®lo algunas semanas de vida. En las ¨²ltimas horas, el Gobierno ha perdido seis votaciones en las comisiones parlamentarias y ayer se vio obligado a plantear, por temor a ser derrotado, un voto de confianza en el debate sobre la concesi¨®n de un perd¨®n a los arrepentidos por delitos cometidos en la construcci¨®n de viviendas ilegales.Si las previsiones pesimistas se confirman, ser¨ªa la mejor demostraci¨®n de que en este pa¨ªs es completamente imposible un Gobierno estable si antes no se lleva a cabo una reforma institucional seria.

La propia Democracia Cristiana (DC), principal partido italiano, acaba de proponer que el presidente del Gobierno sea nombrado no por el jefe del Estado, sino por el Parlamento, el cual expresar¨ªa su confianza ¨²nicamente al primer ministro.

La propuesta democristiana plantea, al mismo tiempo, que constitucionalmente no sea posible una crisis de Gobierno sin que antes exista ya otra mayor¨ªa alternativa. Y es que en este pa¨ªs, en realidad, no existen reajustes ministeriales. Basta un soplo para que un Gobierno se tambalee. Los Gobiernos en Italia, en los ¨²ltimos 40 a?os, no llegan a la media de un a?o de durabi¨®n.

Seg¨²n los observadores, el Gobierno Craxi est¨¢ en crisis por la suma de sus fracasos y de sus ¨¦xitos. Sus fracasos son el mal car¨¢cter de Craxi, su pol¨¦mica con la Prensa, su estilo de gobernar, te?ido de arrogancia, los m¨¦todos usados en la asignaci¨®n de los cargos p¨²blicos, al parecer contagiados de la misma enfermedad democristiana de la llamada l¨®gica de la lottizzazione, es decir, la costumbre de repartir los cargos teniendo m¨¢s en cuenta el equilibrio de los partidos que la profesionalidad.

Pero el Gobierno est¨¢ en crisis, seg¨²n el director del semanal L'Expresso, tambi¨¦n por los ¨¦xitos de Craxi, como la firma del nuevo concordato con el Vaticano o el acuerdo con los sindicatos en el espinoso problema del reajuste de salarios. Y esto se debe a que las otras fuerzas pol¨ªticas que componen la mayor¨ªa gubernamental, por ejemplo, los republicanos, temen que se refuerce demasiado la presidencia socialista.

Y la demostraci¨®n de que existe una pol¨¦mica subterr¨¢nea entre republicanos y socialistas -que junto a democristianos, socialdem¨®cratas y liberales forman parte de la coalici¨®n gubernamental- lo demuestra el hecho de que a Craxi se le ha escapado una palabra fuerte, "idiota", refiri¨¦ndose a aquel partido.