Becas para investigaci¨®n

El d¨ªa 5 de febrero de 1983 apareci¨® un art¨ªculo en el per¨ªodico EL PA?S recogiendo las declaraciones de la secretaria de Estado para la Investigaci¨®n, Carmina Virgili, en el que se trataba la problem¨¢tica de los becarios de universidad y alumnos del tercer ciclo (posgraduados y poslicenciados que permanecen en la universidad ejerciendo labores de investigaci¨®n). En dicho art¨ªculo, Carmina Virgili abordaba el terna haciendo hincapi¨¦ en la p¨¦sima infraestructura y en la infradotaci¨®n de investigadores activos. Asimismo, propon¨ªa, como soluciones visibles, incrementar el n¨²mero de becas para investigadores (1.600 para este a?o 1984) y su dotaci¨®n, potenciar el tercer cielo de formaci¨®n universitaria y los cursos de posgraduados. D¨ªas m¨¢s tarde, el 12 de febrero, Maravall, ministro de Educaci¨®n, alud¨ªa tambi¨¦n a esta problem¨¢tica declarando que "las oportunidades de formaci¨®n de posgraduados son insuficientes".Ha pasado pr¨¢cticamente un a?o desde aquellas declaraciones y las cosas siguen estando igual. La promesa de que las becas se iban a incrementar para el presente ejercicio no s¨®lo no se han cumplido (se han concedido 490 para toda Espa?a), sino que han disminuido con respecto al a?o anterior, con el agravante de que el baremo que se ha seguido para la concesi¨®n de las mismas no se ha hecho p¨²blico. El n¨²mero de investigadores que disfrutan de una ayuda econ¨®mica es m¨ªnimo (aproximadamente, 1 de cada 10). La mayor parte de nosotros no percibimos subvenci¨®n alguna del ministerio ni de ning¨²n organismo. Nuestra situaci¨®n es algo m¨¢s que lamentable; adem¨¢s de no percibir ninguna retribuci¨®n, no tenemos derecho a la Seguridad Social (que, por el art¨ªculo 27.5 de la LRU, nos corresponde), ni a ninguna mutualidad. Tampoco nos podemos acoger a otro tipo de ayuda que financie total o parcialmente la matr¨ªcula de los cursos de doctorado (hasta el a?o pasado las personas que disfrutaban de una beca u ocupaban cargos de ayudantes en la universidad ten¨ªan matr¨ªcula gratuita), cuyo precio es muy pr¨®ximo a las 9.000 pesetas; por otra parte, son obligatorias tanto para optar al t¨ªtulo de doctor (art¨ªculo 31.3 de la LRU) como para acceder a las plazas de ayudante que convoque la universidad (art¨ªculo 34.3 de la misma ley). Por ¨²ltimo, no tenemos tampoco derecho a representaci¨®n en la junta de facultad ni en otro ¨®rgano de gobierno de la un?versidad.

Hay que se?alar tambi¨¦n que los trabajos realizados por nosotros no s¨®lo repercuten en nuestro beneficio, sino que contribuyen a la mejora de la universidad, de la que no recibimos el merecido apoyo.

Con esta comunicaci¨®n queremos dar a conocer a la opini¨®n p¨²blica nuestra situaci¨®n actual en la universidad y dejar claro lo que nos corresponde: Ampliaci¨®n del n¨²mero de becas; publicaci¨®n del baremo que se sigue para la concesi¨®n de las mismas; disfrute del seguro escolar para los alumnos del tercer ciclo; reducci¨®n en el precio de las matr¨ªculas de los cursos de doctorado; representaci¨®n en la junta de facultad. / y 54 firmas m¨¢s, alumnos del tercer ciclo de la facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza.