Los combates que se libran en Beirut provocan la dimisi¨®n del primer ministro y amenazan al propio presidente liban¨¦s
Cuatro d¨ªas de encarnizados combates dieron al traste ayer con el Gobierno liban¨¦s encabezado por Chafic Wazzan, que present¨® su dimisi¨®n, abriendo as¨ª una crisis sin precedentes en la historia de L¨ªbano, que puede incluso acabar con la presidencia de Amin Gemayel. En un ambiente de fin del reino, el jefe del Estado inici¨® ayer mismo las consultas previstas por la Constituci¨®n con vistas a la formaci¨®n de un nuevo Gabinete, pero todos los observadores consideran esta misi¨®n como pr¨¢cticamente imposible ante la dificultad de encontrar un candidato a primer ministro que sea aceptado por las diversas facciones implicadas en el conflicto.
Algunos beligerantes que cuentan con el respaldo de Siria, como Walid Jumblat,jefe de la poderosa milicia drusa del denominado Parrtido Socialista Progresista (PSP), piden incluso desde enero la renuncia de Gemayel, y es probable que aprovechen esta crisis de Gobierno para incrementar su presi¨®n militar sobre los restos de un Estado en pleno naufragio, para forzar as¨ª la dimisi¨®n de un presidente que nunca, desde su acceso al poder hace ahora 18 meses, ha aparecido tan d¨¦bil y aislado.Si esto sucediese, la fuerza multinacional norteamericana y europea aqu¨ª desplegada quedar¨ªa en una situaci¨®n harto delicada desde un punto de vista jur¨ªdico, porque su presencia en Beirut fue solicitada por la m¨¢xima autoridad legal de L¨ªbano, el jefe del Estado, cuya renuncia deber¨ªa l¨®gicamente obligarle a retirarse.
Tras un brote de violencia especialmente intenso a primera hora de la ma?ana de ayer, la actividad b¨¦lica disminuy¨®, sin embargo, en todos los frentes, como si el anuncio de la dimisi¨®n del Gobierno hubiese apaciguado los ¨¢nimos de sus adversarios satisfechos -acaso s¨®lo provisionalmente- por esta primera victoria.
Periodistas heridos
A pesar del car¨¢cter limitado de los enfrentamientos del domingo, un t¨¦cnico, Nik Williams, de un equipo de la televisi¨®n brit¨¢nica BBC result¨® ligeramente herido cerca del frente que en la periferia meridional de la capital separa a los barrios chiitas, controlados por la milicia antigubernamental Amal (Esperanza, en ¨¢rabe), del Ej¨¦rcito regular liban¨¦s, y tuvo que ser transportado en helic¨®ptero al barco-hospital norteamericano de la VI Flota Uss gram. La v¨ªspera, otro t¨¦cnico de la cadena de televisi¨®n estadounidense CBS fue tambi¨¦n herido superficialmente.
En su carta al jefe del Estado, Wazzan, de 58 a?os de edad, explica su decisi¨®n por la "agravaci¨®n y el deterioro doloroso y espantoso de la situaci¨®n". El primer ministro, al que su dimisi¨®n fue rechazada en dos ocasiones anteriores, dijo al presidente cuando le entreg¨® su misiva: "Espero o, mejor dicho, insisto en que usted debe aceptarla inmediatamente".
La dimisi¨®n de los ministros musulmanes y nacionalistas hab¨ªa sido exigida el s¨¢bado por el l¨ªder de Amal, Nabih Berri, que tambi¨¦n alent¨® a. los reclutas a desobeceder las ¨®rdenes y negarse a pelear contra sus familiares, provocando as¨ª el derrumbamiento de uno de los pilares del r¨¦gimen de Am¨ªn Gemayel, el Ej¨¦rcito, compuesto en un 60% por soldados musulmanes.
Como en los viejos tiempos, antes de la invasi¨®n israel¨ª del verano de 1982 las rnilicias chiita y drusa se apoderaron, en la noche del s¨¢bado al domingo, de amplios sectores de Beirut oeste y, en un breve recorrido nocturno, este corresponsal fue parado nada menos que tres veces por elementos armados antigubernamentales, que amablemente le preguntaban su direcci¨®n y le aconsejaban despu¨¦s un itinerario seguro.
En tres lugares c¨¦ntricos de la capital los milicianos tendieron emboscadas el Ej¨¦rcito regular, que a mediod¨ªa de ayer opt¨® por reducir su despliegue en la ciudad y abandon¨® tambi¨¦n un importante campo de entrenamiento situado al lado del aeropuerto, que 600 militantes armados de Amal se apresuraron en ocupar.
Los norteamericanos, cercados
El contingente norteamericano de la fuerza multinacional quedaba as¨ª, de hecho, cercado entre la periferia sur, en manos de Amal, y el enorme campo de entrenamiento, tambi¨¦n controlado por los hombres de Nabih Berri, que en ning¨²n momento abrieron fuego contra los marines, puestos, sin embargo, en estado de m¨¢xima alerta. Dos paracaidistas franceses fueron, no obstante, heridos por error el viernes por la noche.
No contentos con haberse apoderado del campamento castrense, los partidarios de Berri, abogado de 46 a?os de edad, establecieron controles en la autov¨ªa de acceso a la terminal del aer¨®dromo -todav¨ªa bajo la autoridad de las fuerzas armadas libanesas-, pero dejaban circular a todos los automovilistas y pasajeros que no fuesen armados. "Ma?ana nos despertaremos en una ciudad totalmente dominada por los chlitas", vaticin¨® un diplom¨¢tico europeo.
En un intento de desmentir la descomposici¨®n del Ej¨¦rcito, un reducido grupo de periodistas fue convocado ayer al Ministerio de Defensa, donde un oficial de alta graduaci¨®n, que pidi¨® permanecer en el anonimato, reiter¨® una y otra vez que la tropa "atacada simult¨¢neamente por chiitas, drusos, palestinos disidentes de Ahmed Jibril, no hab¨ªa cedido terreno, y que ninguno de sus soldados hab¨ªa desertado de sus filas", en las que hubo que lamentar 22 muertos y 197 heridos durante los tres primeros d¨ªas de combates en Beirut.
El oficial hizo especial hincapi¨¦ en responsabilizar a Siria de la batalla que estall¨® el jueves.
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