El Real Madrid consigui¨® aliviar su 'barcelonitis"
El Real Madrid no es campe¨®n de Liga por mucho que lo deseen sus aficionados, pero el p¨²blico madrile?o si tuvo ayer la oportunidad de presenciar parte del mejor baloncesto de Europa. Lo que ayer hicieron sobre la cancha, en medio de una gran tensi¨®n, Real Madrid y Barcelona muy pocos equipos hay en toda Europa que puedan igualarlo, raz¨®n por la cual el precio de las entradas result¨® barato. S¨®lo desentonaron una pareja de colegiados mediocres que apabullaron de personales a los dos equipos hasta pr¨¢cticamente diezmar al Barcelona y pusieron al Madrid al borde del infarto cuando controlaba el partido con 13 puntos de ventaja. Los dos t¨¦cnicos tendr¨¢n sus poderosas razones para quejarse.Hoy por hoy, el Barcelona asume la condici¨®n de favorito. Es el n¨²mero uno de la Liga espa?ola y al Real Madrid le toca interpretar el papel de aspirante, sin que dicha condici¨®n pueda resultar peyorativa. El Real Madrid ha de forzar las cosas para ganar, pero el Barcelona tiene un cinco titular que, si funciona, se convierte en una impecable m¨¢quina de hacer baloncesto. As¨ª las cosas, el Real Madrid tuvo que contenerse, luchar, no desesperarse, luchar, buscar corriendo la posici¨®n, luchar, y no atemorizarse ante Davis y Starks, para que el Barcelona no se marchara irreversiblemente en el marcador. Sibilio y Epi eran una m¨¢quina de encestar a canasta, con porcentajes (8 de 9 el primero y 5 de 6 el segundo) espeluznantes,. Iturriaga no pod¨ªa, Jackson no ve¨ªa a Sibilio y Mart¨ªn, Robinson y luego Romay luchaban con los negros como pod¨ªan, pero el Barcelona domin¨® en el primer tiempo, lleg¨® a ponerse de seis arriba en el marcador y dio la impresi¨®n de que iba a ganar en el pabell¨®n. Un descuido posibilit¨® el empate. Porque en la segunda parte comenz¨® otro partido distinto.
Sibilio parece destinado a ser un soberbio encestador de medio partido, as¨ª que cumpli¨® a la perfecci¨®n en el primer tiempo con la estad¨ªstica que le adjudican, y Epi no est¨¢ en uno de sus momentos felices, lo que se traduce normalmente en cerca de 40 puntos. Son humanos. Coincidiendo con ello, el Real Madrid despert¨® en la segunda parte su contraataque y la fiereza indomable de un Fernando Mart¨ªn que estaba dispuesto a merendarse a Starks y Davis. Itu comenz¨® una fiesta de contraataques que, bajo el alborozo de todo el pabell¨®n, puso al Real Madrid con 10 de ventaja. Fernando Mart¨ªn demostr¨® diligencia para aprender lecciones y dio todo un recital de juego. Mart¨ªn surgi¨® muy poderoso, pele¨® con los negros, los amenaz¨®, intent¨® agredirlos, com¨¦rselos, busc¨® sus propios rebotes, se adue?¨® por unos minutos de las dos ¨¢reas. Fue la clave, porque incluso el Real Madrid consigui¨® elevarse a los 16 tantos de diferencia, algo incre¨ªble. Hasta ayer por la tarde Davis y Starks no estaban educados en el respeto a los p¨ªvots rivales, poco menos que avasallaban y s¨®lo un tal Magee parec¨ªa ser m¨¢s r¨¢pido con el rev¨®lver. Ayer, Mart¨ªn se doctor¨¦ en las artes marciales que son preciso dominar sobre las zonas y los tableros. Davis y Starks lo van a empezar a tener en cuenta.
En el Barcelona s¨®lo De la Cruz, en un inteligente actuaci¨®n, estaba a la altura de las circunstancias. En esos momentos, el conjunto azulgrana estaba absolutamente desorientado, con un Soloz¨¢bal incapaz de poner orden y un poco tranquilizador Seara en el banquillo esperando la oportunidad. S¨®lo encestaba De la Cruz, curiosa circunstancia.
Finalmente, los colegiados se encargaron de ir minando el espect¨¢culo, de diezmar al Barcelona y de dar por buena unajugada de Sibilio, en la que se llev¨® el bal¨®n con el pie, lo que origin¨®, entre unas cosas y otras, cinco puntos para el conjunto azulgrana. El Madrid pas¨® de 13 de ventaja a 8 y seguidamente a 6. El Barcelona se hab¨ªa encontrado, de rebote, con la posibilidad de remontar el encuentro y el Real Madrid se encontr¨® totalmente imposibilitado para intentar la haza?a de superar los 14 tantos del Palau y atemorizado ante unos minutos finales en los que cualquiera pod¨ªa ganar. En los tres ¨²ltimos minutos, la diferencia era de s¨®lo cuatro puntos. Sin embargo, la indescriptible alegr¨ªa con que se celebr¨® el triunfo demuestra lo dif¨ªcil que es ganar al Barcelona.
El Real Madrid sali¨® a saludar al centro de la cancha como si hubiera ganado la Liga. Para empezar ese camino ha de vencer este fin de semana al Joventut, en Badalona. Pero, el Barcelona ha demostrado que puede ganar en el pabell¨®n, mientras el Real Madrid no muestra la misma potencialidad en el Palau. Son conclusiones cuando ha finalizado el segundo de un total de cinco asaltos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.