Espa?a rechaza el sistema de etapas para las frutas y hortalizas, aunque est¨¢ dispuesta a aceptar una integraci¨®n lenta y gradual

Aunque rechaza el sistema de las etapas (o fases) para la integraci¨®n de la agricultura espa?ola en la CEE, los negociadores espa?oles est¨¢n dispuestos a aceptar una "transici¨®n espec¨ªfica" con "tramos y pasos" diferenciados, es decir, como dijo el secretario de Estado para las Relaciones con la CEE, Manuel Mar¨ªn, "una l¨®gica lenta" a la aproximaci¨®n de las sensibilidades. Espa?a, con una "nueva f¨®rmula" contestar¨¢ en las pr¨®ximas dos semanas a la declaraci¨®n sobre el cap¨ªtulo agr¨ªcola que ayer le entreg¨® la CEE. Es una dif¨ªcil labor de equilibrista entre consideraciones t¨¦cnicas y pol¨ªticas.

El presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, declar¨® ayer en Madrid que la posici¨®n de Espa?a est¨¢ "bastante alejada" del documento agr¨ªcola presentado por la CEE. El presidente manifest¨® que el documento agr¨ªcola no le ha sorprendido y que las negociaciones entre Espa?a y la Comunidad van a ser largas y duras. "No vamos a emplear la t¨¢ctica de aceptar las cosas como las plantean los comunitarios y luego tratar de cambiarlas cuando estemos dentro de la CEU, dijo. Felipe Gonz¨¢lez a?adi¨® que Espa?a plantea un "equilibrio interno", que debe afectar tanto a las frutas y hortalizas como al aceite de oliva, al vino, a la leche o a la carne. El equilibrio interno "deber¨¢ extenderse a la propuesta agr¨ªcola y a la propuesta industrial", a?adi¨®.En opini¨®n del presidente del Gobierno, la negociaci¨®n ser¨¢ "muy dura y la emprenderemos con firmeza para que no sea discriminatoria entre los distintos sectores y, por el contrario, sea equilibrada". Felipe Gonz¨¢lez concluy¨® diciendo que la gradualidad en la integraci¨®n no debe discriminar unos sectores de otros. "No puede darse un proceso lent¨ªsimo en unos casos y rapid¨ªsimo en otros".Cr¨ªticas de Mor¨¢n

El ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Mor¨¢n, declar¨® en Bruselas que "hemos rechazado muy firmemente el texto tal corno est¨¢", insistiendo en que son posiciones "recuperables en cuatro meses". Mor¨¢n rechaza el contenido de la primera fase para la integraci¨®n del sector hortofrut¨ªcola espa?ol, que recibir¨ªa un trato de pa¨ªs tercero.

En consecuencia, Mor¨¢n pidi¨® "una progresividad en las medidas de transici¨®n, un equilibrio entre sus diversos elementos y una reciprocidad en los esfuerzos a realizar". Pero Espa?a acepta la idea de que "algunos de sus sectores agr¨ªcolas no est¨¢n en condiciones de aplicar la PAC (Pol¨ªtica Agr¨ªcola Comunitaria). El trato de pa¨ªs tercero para las frutas y hortalizas deriva de dos puntos fundamentales: la CEE -l¨¦ase los -pa¨ªses n¨®rdicos, y no Francia en este caso- no quiere que durante- la primera etapa -de cuatro a?os- Espa?a tenga acceso a los fondos de intervenci¨®n para la garant¨ªa de precios de la CEE, verdadero eje vertebral de la Comunidad.

Espa?a propondr¨ªa un sistema de transici¨®n para este sector por "tramos y pasos" con un acceso muy bajo al principio a estos fondos durante unos primeros a?os (l¨¦ase primera fase) y, luego, la progresividad ser¨ªa m¨¢s r¨¢pida en la segunda fase. Espa?a quiere vaciar de contenido el texto de la CEE rellen¨¢ndolo de otro modo. Dentro del trato del pa¨ªs tercero quiere eliminar la menci¨®n de precios de referencia de entrada de las frutas y hortalizas espa?olas en la CEE para reemplazarlo por el de precios de oferta en Espa?a.

Y en este dif¨ªcil equilibrio, los planes espa?oles contemplan un r¨¦gimen comercial equilibrado -incluso manteniendo los con troles nacionales- entre Espa?a y la CEE. Busca el reconocimiento mutuo de las sensibilidades, reconocimiento no incluido en la declaraci¨®n comunitaria. "Espa?a est¨¢ dispuesta a aceptar medidas restrictivas sobre la penetraci¨®n de sus productos en la CEE si rec¨ªprocamente se llega a un mecanismo similar para las exportaciones comunitarias a Espa?a", se?al¨® Mor¨¢n. Esto quiere decir que a cambio de no acelerar sus exportaciones hortofrut¨ªcolas hacia Ja CEE, Espa?a quiere mantener parte de su comercio de Estado y protecci¨®n para sus sectores continentales poco competitivos (l¨¢cteo, c¨¢rnico, cerealero y arrocero).

Francia, por razones pol¨ªticas, necesita una postura clara y visible. De ah¨ª la insistencia en las etapas. La postura de r¨¦plica que prepara Espa?a, seg¨²n las l¨ªneas esbozadas no es descabellada. Rechazar de plano todo el esquema comunitario llevar¨ªa a alargar la negociaci¨®n.

Finalmente, quedan dos problemas pendientes: el vino y el aceite de oliva. La CEE a instancias francesas ha identificado el problema espec¨ªfico que plantea el control de la producci¨®n de vino en Espa?a. Y s¨®lo en Espa?a. Con ello el tema -despu¨¦s de una larga discusi¨®n a solas y sin ayudantes de los ministros de Asuntos Exteriores de la CEE- pasa a ser un tema de negociaci¨®n con Espa?a y no de reforma del acervo interno de la CEE.