Nuestra integraci¨®n en Europa
ES EVIDENTE que las negociaciones para el ingreso de Espa?a en la Comunidad Econ¨®mica Europea tendr¨¢n la dureza propia de los tratados internacionales, en los que los Estados se esfuerzan por defender los intereses globales de sus pa¨ªses y los Gobiernos intentan satisfacer las demandas sectoriales de los grupos con mayor capacidad de presi¨®n sobre las instituciones.La presentaci¨®n ayer a Espa?a, por parte de la CEE, de una declaraci¨®n sustancial sobre la agricultura es sumamente dura. Pero tiene el enorme m¨¦rito de abrir este cap¨ªtulo, bloqueado durante los cinco a?os que ha durado la negociaci¨®n de adhesi¨®n al Tratado de Roma. En este sentido, lo m¨¢s positivo de este documento es su propia existencia. Ahora se puede negociar. Aunque la cuesta que hay que remontar ser¨¢ dura para los espa?oles.
Nadie pone en duda que Espa?a tendr¨¢ un precio que pagar por el ingreso en la CEE. Cada vez resulta m¨¢s cierto que los nobles ideales internacionalistas de? primer euorpe¨ªsmo han sido socavados parcialmente por la crisis econ¨®mica y por la voluntad de los Gobiernos de satisfacer a sus clientelas electorales marginales. Pero el precio que ha de pagar nuestro pa¨ªs por el ingreso en la CEE ha de permanecer dentro de unos l¨ªmites aceptables, y estos l¨ªmites se ven sobrepasados en la declaraci¨®n del Consejo de Ministros de la Comunidad. El sistema de integraci¨®n en dos etapas -ahora, en un in¨²til cambio sem¨¢ntico, se llaman fases- del sector hortofrut¨ªcola espa?ol, tal como est¨¢ presentado, es absolutamente rechazable.
Con este planteamiento, una parte importante de la agricultura espa?ola se quedar¨ªa durante cuatro a?os al margen del sistema comunitario. Las frutas y hortalizas espa?olas, uno de nuestros sectores m¨¢s competitivos, recibir¨ªan un trato de pa¨ªs tercero. En estas condiciones, dados los sacrificios que tendr¨¢ que hacer Espa?a en el ¨¢mbito industrial, el ingreso en la Comunidad Econ¨®mica Europea puede Regar a no ser interesante. Los espa?oles tenemos vocaci¨®n europea, pero tampoco es la ¨²nica carta que podemos jugar.
Y ello sin haber entrado siquiera en la cuesti¨®n del vino. La jugada francesa ha sido maestra al introducir la exigencia de una menci¨®n espec¨ªfica de los problemas que plantea el control de la producci¨®n espa?ola para evitar excedentes en la Comunidad de doce. Pero resulta tambi¨¦n inaceptable la pretensi¨®n comunitaria de que ¨²nicamente Espa?a, que ya est¨¢ aplicando medidas limitativas en este sentido, se vea discriminada en este sector. Adem¨¢s, la gravedad del caso va a¨²n m¨¢s lejos. En la reuni¨®n ministerial hispano-francesa de Rambouillet, la parte francesa ocult¨® sus intenciones sobre este punto. Respecto a la anterior propuesta que hab¨ªa presentado en junio la Comisi¨®n Europea al Consejo de Ministros se han introducido algunas mejoras. Para empezar, el paso de una etapa a otra ya ser¨¢ autom¨¢tico al cabo de cuatro a?os y no requerir¨¢ una decisi¨®n mayoritaria por parte de la CEE. Tambi¨¦n se ha dulcificado algo, pero no lo suficiente, el r¨¦gimen de vigilancia que se aplicar¨ªa a los intercambios de productos agr¨ªcolas entre Espa?a y la CEE.
Lo m¨¢s dif¨ªcil de aceptar es que la CEE pretende que, durante la primera etapa, Espa?a no tenga acceso a los fondos de la Comunidad para intervenir en el mercado y garantizar un nivel de precios para sus frutas y hortalizas frescas. Estos fondos son el fundamento mismo de la CEE actual, y dejar a Espa?a al margen de ellos es dejarla al margen de la Comunidad.
Tampoco hay que dramatizar. Esta es una primera declaraci¨®n, y es normal que su punto de partida sea duro. Como indic¨® el ministro franc¨¦s de Asuntos Exteriores, Claude Cheysson, "no ha sido sencillo ponerse de acuerdo". Diversos pa¨ªses estaban dispuestos a hacer concesiones a Espa?a. As¨ª, Francia quer¨ªa otorgar un acceso al sistema de precios de garant¨ªa. El Reino Unido deseaba abrir m¨¢s el mercado comunitario a las importaciones de productos espa?oles. Los diez hac¨ªan concesiones diferentes, pero, al no ponerse de acuerdo, todos las retiraron.
Este proceso indica, sin embargo, que Espa?a dispone de cierto campo de maniobra para negociar unas mejores condiciones para la integraci¨®n de la agricultura. La palabra etapa o fase en s¨ª no tiene por qu¨¦ ser anatema. Lo importante es su contenido, y que Espa?a, durante el primer per¨ªodo de la adhesi¨®n, no se encuentre en peores condiciones que pa¨ªses terceros, como Marruecos o Israel.
Quiz¨¢ la labor m¨¢s dif¨ªcil con que se van a encontrar los negociadores espa?oles sobre este documento es demostrar a los dirigentes comunitarios que Espa?a desea entrar en la Comunidad. Que es posible armonizar nuestras estructuras productivas al Mercado Com¨²n. La opini¨®n p¨²blica espa?ola. sabe que hemos de pagar un alto precio en este tema, sin distinci¨®n de partidos, y fundamentalmente en el terreno de la agricultura. Quiz¨¢, no obstante, los dirigentes europeos, al presentar un documento de negociaci¨®n como ¨¦ste, han de ser conscientes del riesgo que ellos mismos corren. Probablemente, la incorporaci¨®n sea imposible, si para entrar en la CEE hay que hacerlo de rodillas. La opini¨®n p¨²blica espa?ola puede pensar que hay otras opciones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Minifundios
- Comunidad Europea
- Opini¨®n
- Horticultura
- Explotaciones agrarias
- Legumbres
- Ampliaciones UE
- Pasteler¨ªa
- Portugal
- Pol¨ªtica agraria
- Frutas
- Hortalizas
- Productos agrarios
- Harinas
- Francia
- Pol¨ªtica exterior
- Europa occidental
- Econom¨ªa agraria
- Agricultura
- Uni¨®n Europea
- Europa
- Organizaciones internacionales
- Alimentos
- Agroalimentaci¨®n
- Relaciones exteriores