?Qui¨¦n est¨¢ a cargo?

El candidato dem¨®crata a la presidencia norteamericana Walter Mondale calific¨® recientemente a Ronald Reagan como poco menos que un l¨ªder perezoso que no estaba realmente al frente de la tienda. Ayer, en su primera conferencia de prensa desde que anunci¨® su candidatura, el actual ocupante de la Casa Blanca rechaz¨® las acusaciones de su rival y se present¨® ante los telespectadores como el jefe de un equipo de directores. "Pero con una diferencia", dijo: "que no votamos; la decisi¨®n es m¨ªa y la adopto en base a la informaci¨®n que se me facilita".Reagan acus¨® hace unos d¨ªas a Mondale, sin nombrarle, de tener "mentalidad de dinosaurio" y de "no ofrecer nada para el futuro sino una repetici¨®n de sus fracasos del pasado". El favorito a la candidatura del Partido Dem¨®crata respondi¨® diciendo: "No se puede tener una naci¨®n fuerte con un presidente que no est¨¢ a cargo y que no sabe c¨®mo tomar el mando de su propio Gobierno".

"Los habitantes de New Hampshire" (Estado en el que se celebrar¨¢n elecciones primarias el pr¨®ximo martes) "no tolerar¨¢ que sean los asesores quienes gobiernen", dijo Mondale, ni tampoco "que se adopten pol¨ªticas por falta de algo mejor, que los subterfugios sustituyan a la gesti¨®n administrativa y que el mando sea fruto de la amnesia".

El contraataque del presidente Reagan pretendi¨® dejar claro qui¨¦n da las ¨®rdenes. "La decisi¨®n es m¨ªa, y la adopto sobre la base de las informaciones que recibo", dijo.

Aunque Ronald Reagan suele abandonar su lugar habitual de trabajo, el despacho oval de la Casa Blanca, antes de las seis de la tarde, en su comparecencia p¨²blica de ayer se encarg¨® de matizar que nunca se va a casa sin llevarse una apretada agenda de trabajo bajo el brazo.

Tambi¨¦n neg¨® Ronald Reagan que su reciente estancia en su rancho de Califorma fuera una interrupci¨®n en el mando. "Tengo que decirles algo que he aprendido: los presidentes nunca se van de vacaciones, simplemente cambian de escenario".

El intercambio de acusaciones entre Mondale y Reagan refleja, en el contexto de la b¨²squeda de votos en plena campa?a, que la edad y la salud de Reagan y la influencia que ambas pueden tener en el ejercicio de su liderazgo no dejar¨¢n de convertirse en argumento electoral del candidato dem¨®crata.