De Mita promete el apoyo total democristiano al Gobierno del socialista Bettino Craxi

Ayer se inaugur¨® en Roma el 16? congreso nacional de la Democracia Cristiana (DCI), el partido de mayor¨ªa relativa en Italia. Si el congreso anterior hab¨ªa sido el congreso del antisocialismo, esta vez el secretario democristiano, Ciriaco De Mita, defendi¨® el Gobierno de Bettino Craxi, y asegur¨® que el actual Gabinete socialista tiene el "apoyo total de su partido". Lo que De Mita ha pedido a los socialistas es mayor claridad en el juego politico.

, El tono y el contenido de todo el discurso, de De Mita muestra que el joven secretario democristiano, que lleg¨® hace dos a?os a la direcci¨®n del partido, est¨¢ dispuesto a jugarse todo su prestigio para que la DCI, que durante 40 a?os ha sido el centro de la vida pol¨ªtica de este pa¨ªs, se revigorice con una fuerte cura reconstituyente que sus adversarios consideran ya in¨²til.De Mita ha insistido con fuerza en que la Democracia Cristiana tiene a¨²n un futuro y podr¨¢ taponar la hemorragia que comenz¨® en las elecciones de junio pasado, en las que perdi¨® el 6% de los votos, si vuelve a ser un partido "popular, democr¨¢tico, nacional y de inspiraci¨®n cristiana".

El secretario democristiano se?al¨® que el car¨¢cter popular no se opone al concepto de moderno, y que lo mismo que un d¨ªa la Democracia Cristiana fue la creadora del progres¨® econ¨®mico de este pa¨ªs, poniendo a Italia entre los siete pa¨ªses m¨¢s industrializados del mundo, hoy debe tambi¨¦n contribuir a la nueva era de desarrollo que pasa por las nuevas tecnolog¨ªas, por la inform¨¢tica y la telem¨¢tica.

Democracia incompleta

El secretario democristiano ha vuelto a defender su tesis de que en este pa¨ªs la democracia "es a¨²n manca e incompleta", porque no tiene posibilidades de recambio. Por consiguiente, basa su estrategia pol¨ªtica en la existencia de dos bloques alternativos: uno fundado en su propio partido y otro en el Partido Comunista Italiano (PCI).Ante esta alternativa, De Mita ha pedido a los socialistas que digan abiertamente si desean formar parte del bloque antagonista al PCI. No pide que los socialistas y las otras fuerzas laicas est¨¦n subordinadas a la Democracia Cristiana, sino que alega que no se puede construir una estrategia pol¨ªtica sobre un bloque de Gobierno "en el que no participe la Democracia Cristiana", de igual manera que no ser¨ªa posible concebir una alternativa de Gobierno a la Democracia Cristiana y a sus aliados sin el PCI.

Con el PCI, De Mita quiere mantener relaciones de oposici¨®n constructiva y afirma que sin esa gran fuerza pol¨ªtica no se puede llevar a cabo una profunda renovaci¨®n de las instituciones de este pa¨ªs, lo que De Mita considera condici¨®n indispensable para salir de su inmovilismo pol¨ªtico.

Para lograr este fin, el secretario democristiano no excluye el apoyo de su partido con el fin de reformar incluso la actual ley electoral.

En realidad, como el mismo De Mita ha confesado, su discurso fue, m¨¢s que de apertura de un congreso, un verdadero programa de gobierno, ya que en sus cinco horas de lectura de m¨¢s de 200 folios, hizo un repaso a toda la vida pol¨ªtica y a todos los problemas concretos del pa¨ªs, desde la lucha contra la Mafia y la droga, al problema de la econom¨ªa, pasando por la reforma de la justicia y de las grandes instituciones de este pa¨ªs y los problemas de pol¨ªtica internacional, tema en el que De Mita ha apoyado la soberan¨ªa de Europa y la alianza con Estados Unidos, mientras ha acusado al partido comunista de estar a¨²n demasiado condiciona do por la Uni¨®n Sovi¨¦tica, y de no poseer a¨²n una autentica cultura de gobierno.