Solos ante el peligro
Tras el boom que supuso para el cine espa?ol su primer largometraje, Asignatura pendiente, en abril de 1978 estren¨® Jos¨¦ Luis Garci su segundo largometraje, Solos en la madrugada, una pel¨ªcula que ten¨ªa varias cosas excelentes: la estupenda carnalidad de Fiorella Faltoyano, desde?ada por el cine serio de estas tierras, y esa habilidad especial de Jos¨¦ Luis Garci para construir situaciones estrictamente cinematogr¨¢ficas dialogadas cre¨ªblemente, cualidad que compite, y ¨²ltimamente pierde, con ese otro aspecto de su cine adicto al discurso trascendentalista.
Solos en la madrugada es la pel¨ªcula de la nostalgia, y en ella Jos¨¦ Luis Garc¨ª parece hacer votos para no caer nunca m¨¢s en semejantes lloriqueos y empezar a mirar el porvenir con aguerrido talante. La larga parrafada que Jos¨¦ Sacrist¨¢n-locutor dedica a sus oyentes en el filme es una especie de exhortaci¨®n destinada a que olvidemos viejas heridas, o simplemente las frustraciones de una generaci¨®n que no hizo la guerra pero que tampoco pudo deshacer nada.
Hubo cr¨ªticos que, cuando el estreno, desearon que el director tomara al pie de la letra las palabras de su personaje. Sin embargo, ese mirar atr¨¢s con tristeza de ovejita lucera contin¨²a marcando la trayectoria posterior del ¨²nico espa?ol que, de momento, y despu¨¦s de Luis Bu?uel -por la pel¨ªcula francesa El discreto encanto de la burgues¨ªa- ha merecido un Oscar de Hollywood. Pero ni Sacrist¨¢n ni Faltoyano, ni una Mar¨ªa Casanova -Culo de oro en el filme- reci¨¦n estrenada que no hab¨ªa ca¨ªdo todav¨ªa en el ternurismo, son los verdaderos protagonistas de la pel¨ªcula. La protagonista es la radio, una radio que aliment¨® los a?os maltratados de nuestras esperanzas y que nada tiene que ver con la fiesta loca de las FM de ahora. La radio de los Mat¨ªas Prats, de los Deglan¨¦, de los seriales, de las voces en la noche que acompa?aba a los que estaban solos en la madrugada pero no les imped¨ªa quedarse solos ante el peligro.
Quiz¨¢s los espectadores de ahora mismo, aquellos que ver¨¢n por primera vez Solos en la madrugada esta noche, y que se enfrentan con una soledad muy diferente, no entiendan c¨®mo la pel¨ªcula conmovi¨® cuando su estreno, o cu¨¢nto se acerc¨® al coraz¨®n de los argentinos en el momento en que se exhibi¨® en aquel pa¨ªs, con graves problemas de censura. Y es que hace s¨®lo seis a?os pero eran, afortunadamente, otros tiempos.
Cine coyuntural
El cine de Garci fue, al principio, coyuntural pero sincero, y sirvi¨® para que los espa?oles perdieran la virginidad de los asuntos propios tratados p¨²blicamente. Con el tiempo, se convirti¨® en una f¨®rmula, y el espejo inicial de personas normales se fue transformando en un cat¨¢logo en el que grandes hallazgos -las magn¨ªficas interpretaciones sudadas de Alfredo Landa en los dos Crack, la buena utilizaci¨®n de secundarios- combinaban con la cada vez m¨¢s alarmante aparici¨®n de odiseas de la mediocridad.
Porque si en Asignatura pendiente los protagonistas se despachaban con tres coitos como tres astros reyes -y ah¨ª el respetable se identificaba plenamente-, y en Solos en la madrugada se promet¨ªan un futuro mejor, en Las verdes praderas ya se compraban un chal¨¦ y eso les hac¨ªa sufrir much¨ªsimo, y en Volver a empezar se paseaban por Gij¨®n entre la gerontolog¨ªa y la nada. Quiz¨¢s una revisi¨®n de Solos en la madrugada sirva para situarnos a nosotros mismos, y saber que, del 78 a esta parte, en este pa¨ªs no s¨®lo han cambiado las FM.
Y que el mejor cine de Jos¨¦ Luis Garci es aquel que se da, mayormente en los Crack, cuando los personajes no hablan, s¨®lo act¨²an, en el mejor estilo de cine norteamericano que mam¨® de peque?o.
Solos en la madrugada se emite esta noche a las 22.55 por la primera cadena.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.